Sigue áspero el choque entre Solá y Nación

La de ayer fue otra jornada en la que abundaron los cruces entre el gobernador bonaerense y funcionarios nacionales. Solá reclama el pago de fondos adeudados

La administración central, que encabeza Néstor Kirchner, y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, volvieron ayer a enfrentarse por los reclamos de coparticipación, y el mandatario provincial llegó a advertir que «cuando pasen las ironías, va a haber diálogo».

Solá exhibió su malestar por el tono ácido que utilizó ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, cuando replicó sus reclamos por los fondos adeudados de coparticipación y las denuncias sobre el «poco diálogo y la poca comprensión» que dijo evidenciar la Casa Rosada.

«Cuando pasen las ironías habrá diálogo», advirtió ayer por la tarde el gobernador, en un mensaje directo a Fernández, quien el viernes instó a Solá a «revisar de su agenda los teléfonos de la Casa Rosada».

El mandatario provincial aprovechó un breve contacto con la prensa al término de un acto por el Día del Ejército, celebrado en La Matanza, para desnudar su molestia con el poderoso hombre del gabinete kirchnerista.

Fernández había insistido en contestarle a Solá: «Lo que debe tener es un problema con su línea telefónica, porque si llama, estamos a su disposición», le avisó, también a través de la prensa.

Pese a su enojo, Solá no descartó la posibilidad de un acercamiento con el presidente Néstor Kirchner. «Por supuesto que siempre lo espero», afirmó ante una pregunta al respecto.

Ayer por la mañana, el jefe de Gabinete insistió en sus dardos contra Solá y si bien se mostró proclive a encontrarle una salida al conflicto, consideró que el gobernador «ha estado afectado por un problema interno», en referencia a los recientes paros de estatales y docentes bonaerenses.

«No sé a qué obedece el planteo de Solá, no sé exactamente cuáles son los conflictos que él tiene en la provincia. Nuestra voluntad es trabajar, pero me parece que Solá ha estado afectado por un problema interno», disparó el funcionario en declaraciones radiales.

A su turno, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, volvió también ayer a cuestionar a Solá por formular sus demandas por intermedio del periodismo y le recomendó al mandatario provincial «sentarse a discutir» con la Nación. «No puede ser que esta problemática se pretenda resolver a través de un debate público», se quejó el ministro, al hacerse eco nuevamente del malestar que causó en el Ejecutivo nacional el método del gobernador para ventilar sus exigencias.

A juicio del jefe de la cartera política, Solá «no puede decir que no tiene diálogo» con los funcionarios nacionales. En ese sentido, sostuvo que el tema de la coparticipación debe resolverse «en una conversación» entre el gobernador, el presidente Néstor Kirchner y el ministro de Economía, Roberto Lavagna».

En una nueva disputa con el gobierno nacional, Solá salió a advertir el viernes que existe «incertidumbre política» entre la Nación y su provincia y demandó más atención de la administración kirchnerista para que le pague «lo que debe».

Desde la gestión central hay «poco diálogo y poca comprensión» para con su territorio, se despachó Solá. Si bien aclaró que Kirchner «sabe que tiene mi respaldo político y público a las medidas que impulsa para la reconstrucción nacional», remarcó que «también sabe que como gobernador tengo el deber de defender a los bonaerenses».

Por su parte, a través de la vicegobernadora Graciela Giannettasio, la provincia de Buenos Aires insistió ayer en sus demandas: «Hay mucha preocupación» por el retraso del envío de las partidas correspondientes a la coparticipación, remarcó la número dos del Ejecutivo provincial.

 

(DyN/Télam)


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