Sigue la ola de violencia xenófoba en Sudáfrica

Al menos 43 personas fueron asesinadas en estas dos últimas semanas. Otros cientos resultaron heridos y más de 30 mil inmigrantes han sido desplazados de sus zonas de residencia.

La ola de violencia xenófoba que azota a Sudáfrica desde hace casi dos semanas se extiende cada vez más en la metrópoli turística de Ciudad del Cabo, donde murió al menos una persona, informaron medios. En un barrio pobre cerca del suburbio de Minerton, al menos un hombre perdió la vida al se atropellado durante los disturbios, en los que otros 12 resultaron heridos.

Al menos 500 personas acudieron a dependencias policiales por miedo a ser atacados, tras desatarse la violencia al margen de una asamblea en la que debía debatirse la violencia xenófoba.

Mientras, jóvenes destruyeron cabañas y saquearon comercios de ciudadanos somalíes en el mismo suburbio, según informó hoy la radio sudafricana. La policía escoltó a los comerciantes somalíes que huyeron de la zona.

Según cifras oficiales, la ola de violencia xenófoba en Sudáfrica se ha cobrado la vida hasta el momento de 43 personas. Otros cientos resultaron heridos y al menos 30.000 inmigrantes han sido expulsados de sus zonas de residencia.

También en Knysna, en la costa, y en la provincia de Limpopo fronteriza con Zimbabwe se habló de acciones contra inmigrantes. La policía informó de al menos tres extranjeros gravemente heridos por arma blanca en Fochville, en la provincia noroccidental. Más de 100 personas buscaron refugio en una comisaría policial local.

En Brits continuaron los ataques contra dueños de negocios mozambiqueños y somalíes. En una ciudad cerca de Schweizer Reneke un hombre resultó herido de una cuchillada y una sudafricana fue atacada porque trabajaba para un extranjero.

Mientras, en el parlamento, la oposición exigió el establecimiento de una comisión de investigación que controle los fallos del servicio secreto. Su jefe, el ministro Ronnie Kasrils, hizo hincapié en que la explosión de la violencia partió totalmente por sorpresa de habitantes muy jóvenes de las ciudades.

El gobierno sudafricano sospecha que la ola de violencia está siendo orquestada por «fuerzas oscuras desconocidas» con vistas a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo año en el país. 

El viceministro del Interior de Mozambique, Jose Mandra, informó de la muerte de al menos 23 mozambiqueños en las casi dos semanas de violencia xenófoba desatada en Sudáfrica, aunque teme que la cifra pueda aumentar. La cifra de heridos aún no se conoce.

ara afrontar la corriente de inmigrantes que retornan al país huyendo de la violencia xenófoba, el gobierno del presidente mozambiqueño, Armando Guebuza, reactivó el Centro Nacional Operativo de Emergencia (CENOE) encargado de la gestión de desastres, como las inundaciones que cada año tienen lugar en el país.

El gobierno mozambiqueño fletó autobuses para recoger a los ciudadanos del país que viven en campos provisionales para desplazados erigidos en comisarías policiales y centros cívicos alrededor de Johannesburgo.

El ministro de Exteriores Oldemiro Baloi dijo que el CENOE gestionará la situación de forma integrada para evitar «abrir heridas que después sean difíciles de curar». Los refugiados que vuelven al país están siendo recibidos en la frontera. A algunos se les envía directamente a centros temporales donde reciben asistencia médica y alimentaria mientras otros son enviados directamente a sus hogares.

Fuente: DPA


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