Sin acuerdo, los pesqueros se van de San Antonio
Las negociaciones fracasaron sobre el final.
SAN ANTONIO OESTE (ASA).- Un duro conflicto de derivaciones imprevisibles se cierne sobre la pesca en el golfo San Matías. La razón: la falta de acuerdo entre los pescadores, los dueños de barcos y los empresarios de las plantas pesqueras, que chocan en sus exigencias acerca del valor que se debe pagar a los trabajadores por el pescado capturado. Por ello, la flota está paralizada y no hay abastecimiento a las fábricas, que a su vez amenazan con suspender al personal.
Hasta marzo, los marineros cobraban 22 centavos por kilo de merluza y pretenden ahora ascender ese valor en cerca de un 40%. Ayer al mediodía parecía que las partes se acercaban a un acuerdo.
Los pescadores disminuyeron sus exigencias y aceptaron percibir 28 centavos por kilo, aunque pidieron que se les aumentaran otros conceptos, como 50 pesos por ropa de agua, 23 pesos por franco y el pago de los días trabajados en tierra.
Los dueños de barcos aceptaron algunas de las pretensiones y lo más auspicioso para destrabar el conflicto era que había acuerdo en que se pagaran los 28 centavos por el kilo de merluza.
Repentinamente, un llamado telefónico alertó acerca de que en otros puertos del país no se está pagando más de 26 centavos, y los siete propietarios de barcos decidieron ponerle fin a la discusión.
No hubo más propuestas ni contrapropuestas y anunciaron ante el intendente local Adrián Casadei y el legislador circuital Alfredo Lassalle que se llevaban los buques de la localidad.
La discusión quedó limitada a los marineros y los titulares de las fábricas y el conflicto social parece tender a agudizarse, porque en las plantas quedan cerca de 500 familias que están sin trabajar, esperando que los barcos vuelvan al mar.
Como antecedente, este fin de semana la pesquera Luvimar, del grupo Río Negro Pesquera, fue tomada por los fileteros que quemaron cubiertas en la puerta.
No se descartan más reacciones violentas.
Análisis :Historia repetida
Pobres contra pobres: fileteros exigiéndoles a pescadores que vuelvan a operar porque si no ellos se quedan sin trabajo. Mientras tanto, empresarios con más «resto económico» se llevan sus barcos a otros puertos. Y otros, viejos conocidos, bajan persianas y buscan nuevos rumbos.
Películas ya vistas en este litoral atlántico. Una remake que llega sorpresivamente, porque todo indicaba que la pesca estaba frente a la posibilidad de crecer, a partir de las mejores condiciones para la exportación generadas por la reciente devaluación.
Los marineros hacen sus cuentas y perciben que en cada barco las condiciones son distintas. Salta a la vista que cada empresa maneja a sus tripulaciones a gusto. No existe un convenio colectivo legitimado que ponga reglas claras para toda la marinería.
Los empresarios aseguran que no están exportando y que el precio de la materia prima no ha aumentado y sí sus insumos, por lo que se niegan a pagar lo que los dueños de los barcos requieren para poder afrontar el costo del aumento de los jornales a los marineros.
Por su parte, estos últimos ceden en algún punto, reclaman por otro, pero saben que su trabajo a bordo, sacrificado como pocos, se justifica siempre y cuando haya un aumento en los valores. Por lo pronto, no hay solución. Siguen las reuniones y todo indica que se avecina una disputa con un final difícil de imaginar. (ASA)
No se define el precio de la fruta
ALLEN (AA).- Sin lograr acordar un precio para la fruta destinada a las industrias, los dirigentes del sector productor abandonaron ayer la segunda reunión que realizaron con los representantes de las principales jugueras de la región, en la secretaría de Fruticultura de Allen.
Desde la Federación de Productores se elevó una nueva propuesta de precios, de 3 centavos de dólar por kilogramo de pera entregado y 6 para la manzana -anteriormente reclamaban 4 centavos de dólar por la pera y 9 para la manzana- aunque los empresarios no expresaron su conformidad. No obstante, indicaron que están dispuestos a continuar el diálogo.
Por otra parte, los productores solicitaron la puesta en marcha de una medida en común de protesta pacífica, «si es que esto no da para ninguno de los sectores», sostuvo Salvador Durán, presidente de la Federación, aunque tampoco cosechó la adherencia por parte de las jugueras. Hasta el momento, éstas se mantienen firmes en la liquidación de un precio a valor dólar de casi 2 centavos por kilogramo de pera y 4 por la manzana.
«Se notó una falta de voluntad absoluta por parte de las jugueras de solucionar las controversias, y nosotros nos vamos a mantener firmes en no entregar fruta a las industrias hasta no tengamos resuelto el tema de la transparencia del mercado, costos y el precio fiel reflejo del mercado por la fruta de industria», manifestó Durán tras el encuentro. Se convocó a un nuevo encuentro a realizarse en la jornada de hoy para evaluar estos puntos.
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