Sin agua por un problema catastral
El barrio Pilar I, de Bariloche, no tendrá el servicio de no mediar una "solución política"
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La irónica situación que dejó al barrio el Pilar I sin provisión de agua potable pese a tener una flamante red de distribución domiciliaria y un acueducto troncal ya instalados promete prolongarse todo el verano de no mediar una «solución política».
Los vecinos se sienten burlados en su buena fe y reclaman la urgente intervención de las autoridades provinciales y municipales que en un pomposo acto realizado en agosto inauguraron la extensión de la red de agua corriente hasta la «puerta del barrio».
Ninguno de los funcionarios que intervino en las distintas etapas de la obra, financiada con fondos del ENHOSA largamente gestionados, observó que el trazado de acueducto atravesaba una parcela privada que mantiene conflictos de mensura con el Pilar I.
Tampoco advirtieron que por los mismos errores de catastro los habitantes del barrio todavía no pueden escriturar las lotes, legalmente adquiridos, ni reclamar la conexión de agua o cualquier otro servicios básico.
Hasta la fecha la única legisladora que se comprometió a buscar una salida al conflicto -que afecta en forma directa la calidad de vida de decenas de familias humildes- fue la frentista Regina Kluz.
A su paso por la ciudad, Kluz tomó contacto con las autoridades del barrio y se comprometió a impulsar un proyecto de ley que dirima el problema de fondo. «Acá hay una cadena de negligencia entre el nivel nacional y el provincial y la única solución posible es política, el estado tiene que solucionar su propio error», explicó la legisladora, que piensa en alguna forma de compensación para las partes en conflicto.
La demora en la mensura catastral se debe a un viejo litigio de la propiedad arrastrado desde la época en que tanto el Pilar I como el Pilar II se encontraban en jurisdicción de Parques Nacionales.
Los propietarios de la parcela lindante exigen una compensación por la franja de tierra perdida en la superposición catastral cercana a los 150 dólares por hectárea y amenazan con iniciar acciones legales contra Aguas Rionegrinas si concreta la conexión provisoria comprometida para sortear la coyuntura.
A mediados de setiembre la presidente de la junta vecinal, Mabel Camina, explicó a «Río Negro» que «no se puede conectar porque el barrio no tiene la mensura aprobada y cuando se inauguró creíamos que estaba todo en orden». Visiblemente molesta la dirigente barrial enfatizó que «yo no tengo por qué saber que el agua no se puede conectar si la mensura no está terminada, pero las autoridades que realizaron la obra sí».
Desde entonces no medió ninguna respuesta que arroje visos de solución a la precaria situación legal y sanitaria del barrio. El problema cobra nueva dimensión ante la cercanía de la estación seca dado que las familias del Pilar I se abastecen de agua cruda desde una vertiente a cielo abierto ubicada en el faldeo del cerro Ventana, donde transitan vacas y todo tipo de animales.
Para peor la precaria instalación de captación y distribución del vital elemento es blanco permanente de robos y el caño de captación debe ser repuesto en forma periódica.
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La irónica situación que dejó al barrio el Pilar I sin provisión de agua potable pese a tener una flamante red de distribución domiciliaria y un acueducto troncal ya instalados promete prolongarse todo el verano de no mediar una "solución política".
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