Sobisch anunció inversiones en potasio y créditos para viviendas

NEUQUEN (AN).- En una hora y diez minutos de discurso donde hubo anuncios de baja intensidad, el gobernador Jorge Sobisch recibió ayer 23 aplausos. Uno de ellos estalló cuando anunció inversiones en Neuquén y Mendoza por 700 millones de dólares para transformar al país, dentro de tres años, en el quinto productor de potasio del mundo, y otro cuando prometió que habrá créditos para la clase media destinados a la compra de viviendas, canalizados a través del Banco Provincia de Neuquén.

El gobernador inauguró ayer el trigésimo quinto período de sesiones ordinarias de la Legislatura. Fue el último mensaje pronunciado un 1 de mayo y no hubo nada sorprendente en su contenido. Con la nueva Constitución, el próximo año Sobisch deberá habilitar las sesiones el 1 de marzo, y si cumple la promesa que ayer utilizó para abrir su mensaje, el Poder Legislativo estrenará el nuevo edificio.

La cita legislativa tuvo ayer un inconfundible aroma a interna partidaria. En la puerta aparecieron carteles con los nombres de algunos de los precandidatos y particularmente sorprendió el del ministro de Educación. La tela que colgaba entre dos árboles decía «Mario Morán 2007».

A la reunión concurrieron todos los dirigentes que ya están en carrera, menos Jorge Sapag. El vicegobernador Federico Brollo, el senador Pedro Salvatori y José Brillo, que llegó sobre la hora, repartían besos y estrechaban manos a funcionarios, parientes y afiliados al partido provincial. El jefe de Gabinete, Jorge Lara, aún sin jugar esta carrera, demostró que tiene hinchada propia. Le gritaba un grupo de jóvenes y mujeres «vamos Jorge todavía».

A Sobisch también lo esperaron con cantitos cuando ingresó al recinto. Era un coro más o menos afinado de voces femeninas que reproducía el típico aliento de los hinchas a la selección Argentina. Decía así:

«Vamos, vamos Jorge Sobisch, vamos, vamos a ganar, que esta barra, que te quiere, no te deja, no te deja de alentar».

El anuncio sobre la explotación del yacimiento de potasio, lo más fuerte que se escuchó ayer en el recinto, incluye una inver

sión a cargo de dos empresas. Una se llama Río Tinto, que según dijo Sobisch es la «minera más grande del mundo», y la otra es la compañía Vale Do Río Doce. El gobernador aseguró que a mediados de 2009 el país será el quinto productor del mundo por este emprendimiento.

El otro anuncio fue el lanzamiento para los «próximos días» de un plan para financiar la construcción y compra de viviendas. Estará destinado a la clase media y será complementario de la política habitacional que ya se canaliza a través de la Agencia de Desarrollo Urbano Sustentable. Este diario intentó obtener detalles del plan, pero Omar Gutiérrez, titular del BPN, dijo que aún no los podía divulgar.

A diferencia de otras oportunidades, el gobernador estuvo menos confrontativo con el gobierno de Néstor Kirchner. Será tal vez porque hoy definirá si concurre a la cumbre de gobernadores convocada por el Presidente para el próximo viernes en Gualeguaychú. Ayer Sobisch no había ofrecido ninguna respuesta a la invitación que le formuló por teléfono el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, dijeron fuentes oficiales.

Sobisch reclamó la sanción de las leyes de hidrocarburos y coparticipación federal de impuestos. «Si a estas leyes le aplicáramos el mismo interés y esfuerzo que se le aplicó a la reforma del Consejo de la Magistratura seguro que hace mucho tiempo estarían sancionadas», ironizó el gobernador.

Reiteró sus críticas a las retenciones a las exportaciones de crudo y reiteró que por la aplicación de ese mecanismo Neuquén perdió de recaudar 960 millones de pesos.

En contrapartida, elogió las políticas de gobierno nacional en materia de salud y educación. También destacó su apoyo a la finalización de la central Atucha II por el impacto que tendrá sobre la fábrica de agua pesada ubicada en Arroyito.

Sobisch propuso un amplio debate para reformular el sistema educativo y pidió la participación de todos integrantes de la comunidad educativa. Reconoció que el problema central es la calidad de la educación y expresó que los datos más desalentadores están en el nivel medio.

En esta ocasión, el gobernador fue mucho más sintético que en otros discursos. Evitó los números y las estadísticas, se preocupó en destacarlo, aunque todos se dieron cuenta de que había mejorado el poder de síntesis.

Comenzó el discurso con algunas reflexiones sobre la reforma constitucional y cerró con otra sobre la libertad de prensa, un tema en el que su gestión presenta muchas fisuras.

Opinó que Neuquén «debe ser la única provincia de la Argentina en la que periodistas, que trabajan y se esfuerzan en la radio, la televisión o los medios gráficos, ven coartada su libertad porque se los acusa de hablar bien del gobierno».

Entre otras muchas omisiones, Sobisch no mencionó los mecanismos de censura indirecta que utiliza el poder para ocultar la verdad, como las trabas que ponen los funcionarios para acceder a las fuentes oficiales de información.

No obstante expresó que «el respeto a la libertad, las garantías individuales y los derechos humanos son parte irrenunciable de una política de estado en Neuquén».

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