Sobisch no cambió sus rutinas de todos los comicios

El candidato del MPN fue a votar con su tradicional campera de cuero gris

NEUQUEN- 'Cabulero' como el que más, no olvidó ninguna de las rutinas que pone en práctica los domingos de elecciones. El candidato a gobernador por el MPN, Jorge Sobisch, fue a votar con la campera de cuero color gris; mocasines de gamuza marrones y la pulsera de cuero que siempre utiliza en estas ocasiones desde hace varios años. Los tres elementos dejan ver el desgaste de los años y parecen pedir a gritos la jubilación.

Como siempre, el sábado el actual presidente del partido provincial cenó con parte de su familia en un conocido hotel céntrico y en la mañana de ayer salió a caminar. «No salí a recorrer, salí a caminar como siempre lo hago», aclaró ante una consulta a las 10.50 cuando dejó su departamento de la calle Brown para ir a votar.

Estaba con su hija Mariana que, en la misma escuela que él -la 121 de Perito Moreno y Chubut-, ejercería su derecho a voto por primera vez. Sus otros hijos votaron en la escuela 201. Hasta el lugar de votación los llevó «Patito», un hombre muy cercano a Sobisch desde la época en que éste era intendente de Neuquén.

Una masa compacta de cámaras, micrófonos y grabadores lo esperaban en la entrada del colegio. «Voto y después hablamos» dijo. Allí votaba el candidato a diputado nacional por la Alianza Víctor Peláez: abrazo y deseos mutuos de buenaventura.

A los periodistas les reiteró su condición de 'cabulero' y su idea de tener en su despacho, si llegaba a gobernador, los mocasines gastados en varias campañas. «Para mostrar a los jóvenes que no sólo hay que tener propuestas, sino también caminar mucho la provincia». Dijo estar tranquilo porque trabajó «para el triunfo del MPN», pero fue cauto.

Al salir, caminó una cuadra hasta donde lo esperaba «Patito» con el auto. A mitad de camino lo detuvieron dos jóvenes del Coro Provincial de Niños que intentaron venderle un bono contribución. Era obvio que no se arriesgaría a sacar dinero de su bolsillo a sólo 50 metros de un lugar de votación, así que les dio la dirección de su domicilio y les aseguró que, si iban hoy, les daría su colaboración.

La rutina siguió en el bar que uno de sus amigos y principales colaboradores, Carlos Sandoval, tiene en la avenida Argentina. «Menos mal que está abierto, si no, me iban a romper la cábala», afirmó al llegar. Mariana se colocó detrás de la barra y le sirvió el café. Ella tomó un gaseosa sin azucar.

Un banderín de San Lorenzo de Almagro pendía de un botella, del otro lado de la barra. Sobisch comentó que Sandoval era «fana» del Ciclón, igual que Mario Morán, ex presidente del Consejo Provincial de Educación: «Espero que San Lorenzo no nos amargue la tarde como siempre» deseó Sobisch.

A las 11.50 se formó el cuadro familiar con su esposa Liliana Planas. «Ya votó la jefa», le dijo mientras ella se acercaba a la barra. Y como si fuera una tendencia familiar, Liliana respondió: «no, yo voto después de las 13, cada uno tiene su cábala».

Como siempre también, la campaña electoral terminó el jueves con el acto de cierre y allí terminó toda su actividad. Aseguró que no mantiene contacto telefónico con sus colaboradores ni reuniones hasta las 18 del domingo, cuando «Pepe» Delloro, amigo y fotógrafo, lo va a visitar y, juntos, toman mate y escuchan los primeros resultados de la elección.

Los mediodías del domingo de elección son de asado y en la casa del sobrino que vive justo frente a la de él en la calle Brown. Después, rigurosa siesta. No se duerme como siempre, pero la siesta no se corta.

Textual

Al salir de la escuela 121, Jorge Sobisch dijo no tener miedo a la fuga de votos del sector ortodoxo del MPN que responde a Felipe Sapag. Afirmó en cambio tener en carpeta 2.500 afiliaciones más como prueba de que su sector suma al partido.

«No quiero hablar de encuestas porque ya han hablado mucho» dijo. Descartó una polarización con la Alianza: «el MPN tiene una gran ventaja y vamos a superar todas las expectativas». Incluso en esta capital. Recordó que «en la interna les dije que iba a ganar Manganaro y hoy va a pasar lo mismo».

Un periodista le preguntó por una denuncia sobre compra de votos. Respondió que no era su «estilo» responder a esas acusaciones y que «con un partido de 103 mil afiliados».

Reiteró que votará por Eduardo Duhalde en las elecciones presidenciales, decisión personal que tomó hace varios meses.


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