Sobisch provoca desencuentros en Encuentro

Arriaga salió a ratificar el apoyo a Kirchner.

El radicalismo rionegrino no parece tener motivos para preocuparse por sus posibilidades de seguir gobernando la provincia más allá del 2007.

La crisis que en este momento afecta al polo opositor PJ- Encuentro de los Rionegrinos parece destina a brindarle al oficialismo un paraguas de protección de rango nuclear que bien podría ser la envidia del más sensato de los estrategas de la Guerra Fría.

Porque la determinación del intendente de Cipolletti y uno de los máximos líderes de Encuentro, Alberto Weretilneck, de insinuar públicamente a lo largo de una semana que no descarta respaldar al gobernador neuquino Jorge Sobisch para presidente de la Nación, colocó explosivo en la eventual alianza electoral que dibujan esa fuerza con el PJ.

Paralelamente, el sorpresivo conocimiento que el máximo líder de Encuentro, Julio Arriaga, había mantenido contactos con enviados de Sobisch que lo tentaron con sumarse al proyecto presidencial, amenazó con alimentar el desconcierto en el polo opositor. Sin embargo, pasadas las 19 de ayer Julio Arriaga emitió una declaración ratificando la voluntad aliancista y el respaldo al presidente Kirchner de la fuerza que lidera.

-No hay ninguna alternativa a Kirchner para los hombres de Encuentro. Somos leales con el compromiso que vamos asumiendo con el peronismo rionegrino. Nos mantendremos en ese carril y ningún dirigente que quiera marcar diferencia en esta orientación tiene cabida en este proyecto. El mismo intendente de Cipolletti me ha ratificado el sábado su determinación a apoyar la alianza y la administración Kirchner.

La declaración de Arriaga vino detrás de una jornada de intensa polémica en Encuentro.

El meridiano que divide y desconcierta aguas en ese frente tiene una única razón: no existe ninguna posibilidad de alianza electoral provincial entre el PJ y Encuentro ajena a comprometerse en el respaldo al proyecto político que encarna Kirchner.

-Apoyar a Sobisch es apoyar al adversario. Ni bueno ni malo: simplemente apoyar al adversario. El que quiera ir por ese lado, tiene toda la libertad de hacerlo, pero no contará con el respaldo del peronismo rionegrino -dijo muy temprano en la mañana de ayer el presidente del PJ provincial Juan Carlos Del Bello.

Coincidió así con la reflexión que desde Valle Medio también por esas horas, formulaba uno de los principales fogoneros de la eventual alianza, el senador Miguel Pichetto:

-Que nadie se ilusione: no hay ninguna posibilidad de convergencia electoral con el peronismo rionegrino si no es apoyando al gobierno na

cional. El titular de esta alianza es el presidente Kirchner -comentó.

Del Bello, además, reflexionó sobre otros de los matices que contienen las declaraciones de Weretilneck:

-Es un acto peyorativo para con el peronismo rionegrino, decir que solamente con Arriaga de candidato a diputado nacional en el 2005 se le puede ganar al radicalismo. Eso es creer que este partido no sólo no puede generar candidatos con posibilidades muy concretas, sino creer en la política de reduccionismo, o sea la política de una única vía.

Mientras tanto, mirada en su extensión, la geografía que contiene al grueso de la dirigencia y militancia de Encuentro también cobijaba por momentos ayer una mezcla de sorpresa y posibilidades de reacción en relación al proceso desencadenado por Weretilneck. Una de las más importantes fuentes del bloque de seis legisladores del partido, reaccionó con énfasis ante la consulta de este diario:

-Hasta la declaración de anoche de Arriaga nos sentíamos al borde de lo que en términos navales se denomina «zafarrancho de abandono»: Arriaga callaba un encuentro con la gente de Sobisch, aunque no necesariamente haya plasmado compromisos en ese encuentro, pero del que nada sabíamos en el resto del partido. Y ahora, se suma Weretilneck con su declaración. Conclusión: En la cúpula se hacía una cosa y el resto íbamos como becerros al matadero… nos sentíamos en la intemperie -dijo ayer a este medio uno de los tres más activos diputados de Encuentro.

Así, desde lo expresivo de los datos, Encuentro emerge por estas horas en manos de un liderazgo -Arriaga-, que igualmente parece estar condicionado en sus posibilidades de ejercer una conducción significativa en el conjunto de su fuerza.

Paralelamente, con un poder importante en lo que hace a decisiones institucionales cotidianas, el intendente Weretilneck asume posiciones desde una creciente autonomía.

En la horas últimas de anoche, era intenso el tráfico de contactos y comunicaciones entre diputados y dirigentes de la fuerza política.

En fin, que recién tras conocerse la palabra de Arriaga, Encuentro parecía superar su etapa de desencuentro.

  Nota asociada: «Estoy haciendo una campaña austera»

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