Sobisch quiere un supercrédito para evitar que Neuquén «explote»

El gobernador electo estuvo ayer con los diputados. Reclamó que el crédito lo apruebe esta Legislatura. Dijo que el cuadro financiero del Estado es grave.

NEUQUEN- Jorge Sobisch fue ayer hasta la Legislatura para pedirles a los actuales diputados que aprueben antes del 10 de diciembre la autorización de un préstamo de 300 millones de pesos para refinanciar la deuda bancaria del Estado. En realidad, pretende reflotar una ley promovida por Felipe Sapag que nunca pudo aplicarse y quitarle a su texto la exigencia de que el interés del crédito sea menor al 10 por ciento anual.

La Alianza reaccionó con sorpresa y cautela frente al pedido, pero como apenas tiene cuatro diputados en esta Legislatura nada podrá hacer para impedirlo si el peronismo, los tres radicales rebeldes y buena parte del MPN le conceden a Sobisch la facultad de refinanciar la deuda bancaria del Estado.

Cuando terminó la reunión con los legisladores, el futuro gobernador criticó la gestión de Felipe Sapag y por primera vez habló de la posibilidad de que la provincia explote. Ello -dijo- ocurrirá si la actual administración continúa gastando, comprometiendo recursos y desprendiéndose de activos.

Según lo demostró ayer, el sobischismo saltó de la queja por la falta de disposición a la transición del actual gobierno, al desinterés. Prueba de ello es que el propio Sobisch le quitó trascendencia a un eventual encuentro con Felipe Sapag. La reunión «no nos resolvería ningún problema», dijo.

La transición entre uno y otro gobierno de una misma fuerza, el MPN, sería normal si no fuera por el mandatario saliente y el entrante están enfrascados en una interna que en poco tiempo cumplirá diez años y que en ese lapso fracturó al partido en dos.

A los pocos días de asumir, Sobisch deberá enfrentar el vencimiento de dos créditos por poco más de 100 millones de pesos.

Además, el Ejecutivo ya le debe más de 50 millones a una agencia oficial de fomento, el Iadep, y debe pagar los sueldos de diciembre y el aguinaldo.

El próximo gobernador tiene la certeza de que puede conseguir préstamos de mejores condiciones, aunque no dio más pistas.

«Hay vencimientos (de la deuda) que se cumplen en diciembre y, por otro lado, escuchamos que alegremente no se sabe si se van a pagar esos vencimientos pero sí a otra gente. ¿Entonces qué?, ¿la provincia nos va a explotar en las manos a nosotros?», dejó la pregunta flotando. Pero enseguida la contestó él mismo: «le va a explotar a la sociedad neuquina».

Sobisch quiso anticiparse a lo que puede llegar a ocurrir a escasos días de tomar el control del Estado neuquino cuando advirtió que nadie puede «pretender que nosotros saquemos de algún lado esa cantidad de dinero tan importante» para pagar los vencimientos bancarios.

La idea es presentar un proyecto de ley que proponga la eliminación del techo en la tasa de interés y enumere los créditos que se cancelarán con los 300 millones.

Desde la Alianza, Raúl Radonich -que fue reelecto como diputado provincial- adelantó que su bloque mantendrá «la misma posición de siempre: prudencia frente al crecimiento de la deuda». Recordó además que «en ésto alguna vez coincidimos con el sobischismo».

Desde la otra pata de la Alianza, el radicalismo, Ricardo Villar confesó su sorpresa por la noticia y recomendó tener cautela para analizar, junto con el Frepaso, la iniciativa del futuro gobierno.

La historia del préstamo

El actual gobierno consiguió a finales de 1997 que sus diputados y los del peronismo aprobaran una compleja operación por 300 millones de dólares que consistía en la toma de un crédito por ese valor, pagadero con el petróleo crudo que la provincia cobraría, en vez de dinero, en concepto de regalías.

Pero la UCR y el Frepaso impugnaron la ley en la Justicia y lograron su paralización preventiva.

El gobierno no esperó que el Tribunal Superior de Justicia se expidiera e insistió con una segunda norma, esta vez sin el negocio del petróleo de por medio y con una tasa de interés tope del 10 por ciento.

Sin embargo, no pudo obtener el préstamo anhelado porque nunca consiguió una tasa acorde con la limitación legislativa debido a crisis financiera que sacudió al país. Meses más tarde, consiguió la sanción de una nueva ley, esta vez por 200 millones, que se está aplicando en las operaciones con Credit Agricole.


NEUQUEN- Jorge Sobisch fue ayer hasta la Legislatura para pedirles a los actuales diputados que aprueben antes del 10 de diciembre la autorización de un préstamo de 300 millones de pesos para refinanciar la deuda bancaria del Estado. En realidad, pretende reflotar una ley promovida por Felipe Sapag que nunca pudo aplicarse y quitarle a su texto la exigencia de que el interés del crédito sea menor al 10 por ciento anual.

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