Sobre dos ruedas

Lucas Matamala, corredor de pruebas combinadas roquense, no da vueltas cuando nos devela los pasos que hay que seguir para empezar a entrenar mountain bike (MTB): una bici en condiciones. Y no está hablando de una de carbono, superliviana y de última generación. No. Enumera que tenga cambios, con buenos frenos, y hace la aclaración: “No hace falta que sean a disco”, con cubiertas adecuadas, “no lisas tipo ruta si no vas a sufrir caídas”.

En su descripción parece que es sencillo incursionar en el mundo del MTB pero atención con qué sugiere que empieces a entrenar: “Con algo tranquilo, por ejemplo ir y venir por la ruta desde Roca hasta Paso Córdoba, durante dos semanas, como para empezar a acostumbrar al físico”.

Hay que estar atento a varias cuestiones. Por un lado cuidar la postura y para ello hay que acomodar el manubrio y el asiento. En una oficina, Lucas explica cómo: “Te subís a la bici al lado de una pared, hacés equilibrio y apoyás el talón en el centro del pedal con la pierna semiflexionada, ese es el alto justo, ni totalmente estirada ni muy doblada”.

Luego, cuando elijas el circuito para empezar a dejar la ruta y meterte en la barda, lo ideal es que no sean muy técnicos. Matamala dice que una calle ancha con un poco de arena, piedra suelta es lo mejor. “No hay que meterse en los complicados enseguida porque corrés muchos riesgos. Esto tiene que ser progresivo”.

Además remarca que hay que tener muy en cuenta la alimentación, no salir a andar solo, llevar teléfono, agua (2 litros y medio de líquido para un entrenamiento de 2 horas), un casco rígido y semicerrado con ventilación (no debe entrar una piedra en las ranuras), llevar caramelos duros y pasas de uva que se absorben rápido.