Adios al señor de los coros

El director del coro Melipal dejó su huella en Bariloche. Conmoción en la ciudad por la despedida de este ciudadano ilustre.

MUERTE DE DALZIEL

La muerte de Rodrigo Dalziel impactó hondo en la comunidad cultural de Bariloche, donde fue respetado y admirado. Un merecido “ciudadano ilustre”, como lo honró en vida el municipio local, en octubre del año pasado, en oportunidad de conmemorarse el 30 aniversario de la restitución de la democracia.

Rodrigo “el flaco” fue un fantastico director de coros, una tarea que amaba y desempeñaba con pasión. Su vida fue la música y a ella volcó su mayor energía, que parecía inagotable. Sus alumnos y dirigidos lo recuerdan como una persona siempre activa, siempre dispuesta, apasionada por todo lo relacionado con la música.

Llegó a Bariloche en la década del setenta y comenzó a desempeñarse como profesor de música, en diferentes establecimientos educativos. También fue un apasionado por la naturaleza y hasta se hizo cargo del refugio Neumeyer, en el valle del Challhuaco, durante dos veranos.

En 1984 fundó el Coral Melipal, un grupo amateur formado por músicos apasionados, que cultiva un rico repertorio, principalmente con obras argentinas y latinoamericanas. Rodrigo fue su creador y director durante tres décadas.

En su extensa y rica trayectoria musical se puede mencionar el año 1974, cuando dirigió la Misa el Sol de Mozart con el acompañamiento de la Camerata Bariloche en ocasión del estreno en Bariloche de la Suite Argentina de Eduardo Falú. En 1989 estuvo a cargo de la dirección de la Misa Criolla, secundado por el maestro Ariel Ramirez al piano, Zamba Quipildor como cantante solista y Domingo Cura en percusión.

El Coro Melipal es considerado uno de los mejores de la ciudad y fue seleccionado para actuar ante los mandatarios presentes en la V Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, que se realizó en Bariloche, en 1995. Ese año grabó “De Cara y Canto al Sur”, con temas de Marcelo Berbel y otros compositores del sur argentino, solventado por el Fondo Nacional de las Artes y auspiciado por el Camping Musical Bariloche.

Rodrigo siempre privilegió interpretar obras de autores de Bariloche, muchas de las cuales adaptó para coro y orquesta. Estrenó en 1995 la cantata Popol Vuh, Mito Quiché de la Creación de la autora barilochense Patricia Di Matteo con textos y arreglos corales de Rodrigo Dalziel. En 1999, junto con el Coro Juvenil Municipal, hizo escuchar por primera vez la Misa Sureña, de Edgardo Lanfré, reconocido folklorista barilochense (en versión coral de Dalziel), obra que se repuso en 2002 con la participación de todos los coros de San Carlos de Bariloche (200 voces) en homenaje al centenario de esta ciudad.

El 5 de mayo de 2001 -también en estreno- el Coral Melipal interpretó, con la Orquesta Juvenil Cofradía, el Dúo Chehebar-Navarro y otros músicos invitados, otra obra inédita: Püllu Mapu (Anecón Grande) de Roberto Navarro con notable repercusión entre el público presente.

A mediados de agosto del 2003 estrenó la comedia musical “El Mandarín de Maquinchao” (libreto y música de R. Dalziel) con excelente repercusión entre crítica y público.

El jueves próximo, 13 de marzo, se cumplirán 30 años de la fundación oficial del Coral Melipal. Seguramtnee sus integrantes recordarán a Rodrigo y cantarán en su memoria. Las personas como Dalziel, no se van, su legado siempre está, en lo cotidiano, simplemente se alejan

Por Toncek Arko

DeBariloche


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