Catriel Rugby Club, un equipo que reverdece

El césped en la cancha central del Catriel Rugby Club es hoy el bien más preciado. Todos lo cuidan como oro y un descuido en el riego puede resultar fatal.

Los chicos de las formativas corren y entrenan en lugares adyacentes para no dañarlo.

El pasto surgió desde que los equipos que venían de Bahía Blanca le exigieron esa condición a la Unión de Rugby, si no no se presentaban en la localidad.

Pero no hay mal que por bien no venga.

A fines de la primavera y en verano, el predio se convierte en atractivo para huir del sofocante calor. Y el oasis verde es visitado por los chicos de jardines de infantes y escuelas para pasar un día de picnic.

Al igual que el terreno en el que practican y se formaron, los equipos de Catriel Rugby son duros, rústicos y dejan todo en cancha.

30 años del club

El club nació hace 30 años y hoy tiene 140 jugadores, explica Martín Otero, integrante de la directiva y referente del primer equipo.

También cuenta del sacrificio que hay que hacer para competir en la región. “Una trafic cobra 6.000 pesos de alquiler para ir al Alto Valle. Caben 15 jugadores, y el resto, suplentes y técnicos, van en el un auto de otro jugador o directivo. Siempre estamos al límite”.

Martín indicó que los jugadores pagan una cuota para contribuir con el mantenimiento de las instalaciones y que la llegada del jockey y la nueva cancha sintética “renovaron la energía” del joven club.

César Izza