Cipolletti acopió 100 mil pilas que serán recicladas en Santa Fe
Se trata de un proyecto de reciclaje que inició el municipio el año pasado que tiene como objetivo regular la recolección y tratamiento de pilas y baterías de uso doméstico.
Las pilas tardan entre 100 y 500 años en degradarse y pueden contaminar hasta 3000 litros de agua.. Foto: Gentileza
Cipolletti continúa su camino por ser una ciudad más comprometida con el cuidado del medioambiente. En el 2020 comenzaron los proyectos para diseñar una metodología de tratamiento de pilas y baterías de uso doméstico a partir de una ordenanza municipal. Hasta la fecha en la ciudad se acopiaron más de 100.000 pilas.
En Julio del año 2021 se creó la ordenanza 432/21 que establece que los residuos secos deben ser tratados de manera especial ya que en su interior contienen metales pesados como el litio, mercurio o plomo que son tóxicos y perjudiciales para la salud y el medioambiente.
A partir de la ordenanza se instalaron en diferentes puntos de la ciudad centros de acopios donde los vecinos pueden depositar tanto pilas doble AA, triple AAA, las redondas y baterías, en desuso o incluso recargables.
Durante el 2021 se recolectaron 64.322, para mayo del 2022 la cifra aumentó a 105.394 pilas y baterías. Cuando se hayan llegado a un total de cuatro metros cúbicos serán enviadas a su tratamiento final en la provincia de Santa Fe. «En este momento tenemos aproximadamente dos metros cúbicos y esperamos pronto llegar a los cuatro para proceder con el traslado. En la planta de Santa Fe se le dará un tratamiento final a las pilas y baterías mediante procesos químicos y físicos que la desarman desde el exterior al interior», explicó Juan Aninao, director de Recolección de Residuos y Reciclado.
Desde el municipio también realizan campañas de recolección de residuos de aparatos electrónicos (RAES) a demanda. El director de recolección de residuos, contó que durante el año pasado realizaron una recolección masiva de RAES y se juntaron un total de 13 metros cúbicos. El destino final de estos fueron las plantas de tratamiento de Chubut y la fundación Garrahan en Buenos Aires.
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