Con sus manos, construyen la casa para un compañerito

Tienen entre 11 y 13 años. Y cuando vieron la situación en la que vivía uno de ellos, decidieron levantar una vivienda.

Son un ejemplo de solidaridad y una muestra de que no importa la edad, cuando la idea es ayudar a otro. Tienen entre 11 y 13 años, pero esto no importó al momento de poner manos a la obra para ayudar a un compañero y su familia que viven en una situación de extrema vulnerabilidad.

¿La apuesta? Construir una casa para mejorar las condiciones de vida de su compañero de aula que vive junto a su familia en una precaria vivienda en el barrio La Graava, a pocos metros de la zona céntrica de Villa Regina, sobre el faldeo de la barda norte.

Los chicos que tomaron la iniciativa, pertenecen a la escuela Primaria 220, María Elena Walsh, ubicada en el barrio Nuevo de esta ciudad.

El camino

A partir de una situación externa al establecimiento educativo, los alumnos tomaron conocimiento de la situación en la que vivía uno de sus compañeros.

El proyecto no solo involucró a los alumnos de sexto y séptimo grado de esta escuela, sino que también se sumó el club Atlético Regina, el municipio reginense y distintos vecinos de la ciudad que también, de manera solidaria, realizaron aportes con la donación de diversos elementos.

Todo comenzó hace dos meses atrás, cuando en una práctica de fútbol de las divisiones inferiores del Atlético Regina, uno de los chicos sufrió un desmayo.

El hecho causó preocupación entre sus compañeros y cuando lo acompañaron a su casa, ubicada en el barrio La Graava, vieron las condiciones en la que vivía: una precaria casilla hecha con postes, lonas y plásticos, que compartían con otro grupo familiar.

La mamá de uno de los chicos que hacen fútbol, maestra de música de la Escuela 220, llevó la inquietud al resto del cuerpo docente, que pudo establecer que el hermano del chico que se desmayó en la práctica de fútbol, es alumno de séptimo grado de ese mismo establecimiento.

“Entre los maestros empezamos a hablar de qué podíamos hacer, con la idea de ayudar. La propuesta fue trabajar con el taller de Tecnología que desde hace dos años se viene realizando con los alumnos de los sextos y séptimos grados. En este taller lo que se hace es construir y recuperar juguetes y otros elementos”, contó Cristian Medina, docente de la escuela que coordina la tarea del taller.

En principio, se pensó en construir una pequeña vivienda de madera con el reciclado de tablas y bins en desuso; aunque la propuesta implicaba un alto costo para la escuela.

“Nos reunimos con Elvira Di Donato – secretaria de Desarrollo Social del municipio – que puso el municipio a disposición para colaborar. Así, se consiguió que el municipio compre las alfajías, el machimbre y los clavos. Cuando tuvimos estos elementos con los chicos empezamos a trabajar”.

Cerca de 50 chicos de los sextos y séptimos grados de la escuela de jornada completa se involucraron en el proyecto y en pocas semanas construyeron los paneles para fabricar la casa de madera que tendrá 25 metros cuadrados, que se terminará de elaborar en los próximos días.

“El proyecto involucró muchas cosas, por un lado poner en práctica cosas que se aprenden en el aula, como medidas, ángulos; y por otra parte otras cosas que se fueron aprendiendo en el taller de Tecnología” , agregó.

Al mismo tiempo, los chicos de las divisiones inferiores del club Atlético Regina, también pusieron sus manos en acción y en los últimos días realizaron la limpieza de un terreno ubicado en la misma barriada, que el municipio cedió a esta familia.

Allí construirán la platea de hormigón para que en los próximos días puedan trasladarse los paneles de madera que construyeron los alumnos de la escuela 220.

“En esta propuesta también están involucrados los padres de la escuela. Cuando en el terreno ya esté todo listo, el municipio dispondrá de un vehículo para hacer el traslado de los paneles, y un grupo de padres de los chicos hará el montado de la estructura”, comentó por su parte Agustín Huaiquinao, director de la escuela primaria 220.

Y entonces, la cadena de solidaridad habrá dado la última puntada para que el compañerito tenga una casa mejor.

Los chicos de las divisiones inferiores del club Atlético Regina también ayudaron: limpiaron un terreno que la Municipalidad le cedió a la familia.

“También están involucrados los padres. Cuando en el terreno ya esté todo listo, harán el montado de la estructura”.

Agustín Huaiquinao, director de la Escuela Primaria 220.

Datos

Los chicos de las divisiones inferiores del club Atlético Regina también ayudaron: limpiaron un terreno que la Municipalidad le cedió a la familia.
“También están involucrados los padres. Cuando en el terreno ya esté todo listo, harán el montado de la estructura”.

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