Cuando la medicina no cura, cuidados paliativos acompaña

Hoy es el día internacional del servicio que se dedica a brindar lo mejor a pacientes en su etapa terminal. Río Negro se destaca en el país por el desarrollo de la disciplina que promueve el bienestar físico y espiritual y plantea el transitar la muerte de otra manera.

“Mirar la muerte es como mirar al sol pleno, que lo podemos mirar sólo un ratito y nos encandila. Pero si corremos la vista podemos ver todo lo demás, la vida misma”, destacó Patricia Sartor, jefa del servicio de Cuidados Paliativos del hospital Francisco López Lima de Roca.

El derecho del paciente terminal de ser tratado como persona es uno de las banderas de la especialidad. Por ello, quienes aplican las técnicas de Cuidados Paliativos después de que se suspende el tratamiento de la enfermedad y cuando es claro que la persona no va a sobrevivir a ella. Llevan adelante una asistencia integral a quien tiene una enfermedad amenazante para la vida a partir de un abordaje que no sólo incluye el aspecto físico, sino también en el psíquico, el social y el espiritual.

“La facultad te enseña a curar, si no curamos en medicina se considera fracaso. Nosotros no curamos ni rehabilitamos, nosotros acompañamos”, fundamentó Sartor, médica clínica que cuenta con una magistratura en Cuidados Paliativos.

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Explicó que, justamente, la palabra “paliativo” viene de la palabra “palium”, que significa “manto”. “El cuidado paliativo refiere a colocar un manto de piedad en los síntomas que provoca el cáncer en los pacientes con una cronicidad avanzada”, sostuvo la especialista.

Ocurre que se trata de “un paciente que se invisibiliza, que en la guardia clínica molesta porque le duele, está triste, pero ya el oncólogo no tiene más que hacer. Y cuando viene sabe que estamos acá las 24 horas de lunes a viernes, los sábados y domingos en un teléfono de guardia para aliviarle los síntomas o simplemente escucharlo”.

Un equipo

Tres médicos –dos con especialidad en clínica y una generalista-, cuatro licenciados en enfermería, un psicooncólogo y una secretaria conforman el plantel de personal.

Su actividad se centra en una casa del Ministerio de Salud que ellos mismos ampliaron con lo obtenido en rifas y cenas solidarias, que se encuentra en la calle San Luis al 1558.

Para los gastos diarios y la movilidad cuentan con el respaldo del hospital López Lima. Además, a través de un programa nacional obtienen medicación para suministrar a los pacientes al arranque de los tratamientos.

El equipo se brinda y, explican, dejan de ver lo biológico para ver la biografía tanto del paciente como de la familia que lo acompaña.

De esa manera es como no sólo tratan el síntoma, sino la demanda de atención médica. Una vez por semana se realiza al menos, una visita a cada uno. En caso de ser necesario, se regresa al domicilio.

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“Está permitido reírse, irrumpir con un chiste o una canción, todo lo que sirva para desdramatizar la situación, y salir de la enfermedad”, destacó la médica y refirió a la vez en que una mujer se vistió de payaso y se olvidó del dolor, o cuando las nietas de otra paciente grabaron un video con ellas cantando una canción para darle ánimo.

“La familia hace mucho por los pacientes, pero muchos vienen de cinco o seis años de tratamiento. Se desgastan, por eso también tenemos con frecuencia charlas y reuniones con ellos para definir una mejor estrategia de cuidado”.

Su trabajo cosechó amistades solidarias y personas que tienen elementos los donan. Así pudieron armarse de un banco de elementos que cuenta con camas ortopédicas, colchones antiescaras, trípodes, papagayos, chatas, concentradores de oxígeno, entre otros elementos, que prestan a quienes lo necesitan para tener una mejor estadía en sus domicilios.

Lo que aseguran que les falta ajustar es el momento de llegada al servicio. “A veces llegan tarde a la unidad. Son derivados por la Unidad de Oncología cuando el paciente necesita control de síntomas o cuidados domiciliarios de sostén. Lo ideal es que estén con nosotros seis meses”.

En su sede cuentan con una cama para atender a los pacientes.
Emiliana Cantera

El dato

El derecho del paciente terminal de ser tratado como persona es una de las banderas de la especialidad. Por ello llevan adelante una asistencia integral.

Proyectos

de ampliación

Capacitación para abarcar a pacientes terminales que sufren otro tipo de patologías, como las renales, hepáticas, demencias avanzadas y VIH, es uno de los objetivos del servicio para el corto plazo.

Otra de sus metas es avanzar en la construcción y habilitación del hospice. Se trata de dos habitaciones en donde se pueden alojar los pacientes indigentes que no tengan a dónde ir, para evitar su internación en el hospital.

“Está permitido reírse, irrumpir con un chiste o una canción, todo lo que sirva para desdramatizar la situación, y salir de la enfermedad”.

Patricia Sartor, médica clínica y jefa del servicio de Cuidados Paliativos.

Datos

70
pacientes mensuales atiende el equipo interdisciplinario de Cuidados Paliativos. Hay una rotación permanente.
8%
de los pacientes del país se estima que acceden a los cuidados paliativos.
5
grupos brindan el servicio en Río Negro y la ubican como la provincia con mayor desarrollo del país. Trabajan en Bariloche, Roca,Regina, Viedma y Cipoletti.
El derecho del paciente terminal de ser tratado como persona es una de las banderas de la especialidad. Por ello llevan adelante una asistencia integral.
“Está permitido reírse, irrumpir con un chiste o una canción, todo lo que sirva para desdramatizar la situación, y salir de la enfermedad”.

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