David, el hombre que creó una pelota de fútbol para los niños

Nazaca es un balón resistente con el peso y el tamaño exacto para las escuelitas deportivas. La historia de su mentor, una persona hipoacúsica y con una gran capacidad de superación.

“Cada vez que un chico tiene una pelota empieza mi sueño. Porque mi sueño empieza cuando le puedo cumplir el sueño al otro. Ahí está el espíritu de por qué nace el balón”, dijo David Daruich, uno de los mejores amigos de los pequeños amantes del fútbol. Creó un pelota con una marca propia para que sean más económicas y accesibles para que ningún chico o adolescente se quede sin jugar. También montó un taller en su casa donde diseña y confecciona indumentaria deportiva.

David vive en Neuquén desde el 82. Es una persona sorda .

Hace un año llegó desde Córdoba el primer balón “Nazaca”, diseñado y creado exclusivamente para ser usado en la zona. Si bien se hace en una fábrica de otra provincia, es gestionado desde acá por David. La denominación es por el comienzo de cada nombre de sus hijos (Nahim, Zahir, y Catalina).

Pero la historia viene de antes. En 2016 Gustavo Gómez lo invitó a formar parte y manejar el fútbol en la Asociación Deportiva Centenario (ADC). “Cuando llegué hacía 5 años que no funcionaba en el club la escuelita de fútbol”, contó y agregó que allí estuvo un poco más de dos años. En ese tiempo, por la escuelita de formación pasaron 120 niños. La experiencia le hizo darse cuenta de la necesidad que hay en los clubes. “Hacíamos rifas, bingos, para recaudar y conseguir cosas que necesitábamos. Las pelotas eran muy caras”, recordó.

Por esto empezó a investigar cómo podía obtener balones más baratos y de la misma calidad que los de las grandes marcas. En los años conoció referentes regionales y nacionales que le dieron una mano en su labor solidaria.

En el proceso se contactó con el árbitro neuquino de Primera División Darío Herrera quien le dio algunas ideas.

“Sale la posibilidad de viajar a Córdoba y conocimos una fábrica que trabaja con cuero. Les pedimos hacer la pelota y nos pidió una marca. Así que tuvimos que registrar una marca. Y empezamos con el proceso”, explicó. Así nació Nazaca, un balón resistente, que tiene el tamaño y peso reglamentario para escuelitas de fútbol, fútbol 5, y fútbol 11. El primer modelo de la pelota que hicieron fue uno con características de la Adidas Tango, la usada en el Mundial 78. Esa pelota le trae un recuerdo especial: “Fue la primera pelota que me pudo regalar mi papá, fue mi primer regalo”, confesó.

El deporte es esencial para los chicos: “Hoy la situación no está para pedirle una cuota de 600 pesos a un chico y sino la puede pagar no se le puede decir no jugás. El pibe viene por algo. Más allá que le guste el fútbol viene a buscar algo, compañerismo, equipo, disfrutar los fines de semana, un amigo, un maestro”, remarcó.

De Centenario pasó a trabajar como manager al club San Patricio (en El Chañar).

Gestionar todo el proceso de armado de las pelotas hace que sean más económicas y los clubes pueden adquirir cada unidad por 600 ó 700 pesos, que es el costo del material, y no a más de 2.000 pesos como está en el mercado. Igual en algunas oportunidades David costea todo y las regala.

Hace un tiempo sumó la indumentaria. Para este fin montó un taller en su casa y tiene tres máquinas de coser y una estampadora. Leda Salgado , su esposa, se encarga de diseñarlas y junto a otra señora las confeccionan. “Es motivador para el chico llegar y saber que se va poner la ropa de entrenamiento del club”, observó y contó que “a veces le pedimos una colaboración de 250 pesos para comprar la tela”.

Hacen en el taller pantalones, remeras, y pecheras. Leda dijo que el esfuerzo se ve recompensado solo con ver “la carita de los nenes que vienen entusiasmados de la escuela o de la casa porque quieren ponerse la camiseta”.

Reveló experiencias donde se “hicieron peñas, rifas, y trabajos con papás que se embarcaron en esto. Son locuras grandes. Porque al principio decís con qué plata lo vamos a hacer”. Hoy proyectan indumentarias para San Patricio y están abiertos a dar una mano donde haga falta.

David Daruich (47)

Docente y escritor

Es profesor de la Dirección Provincial de capacitaciones del Neuquén. Hablante de lengua de señas y lengua fonética. Sufre de hipoacusia.

Vive en Centenario con su esposa Leda. Papá de Nahim, Zahir y Catalina. Participó en el club ADC, y ahora en el club de San Patricio del Chañar.

Llegó a Neuquén en 1982.

Las pelotas e indumentaria ya fueron usadas por el club de Centenario y San Patricio del Chañar.
Matías Subat

Leda, la esposa de David, diseña y confecciona la ropa deportiva.
Matías Subat

Páginas que reflejan su historia de superación y sueños

“Ahí habla cómo llegué a cumplir mi sueño. El mayor sueño es ver cómo ustedes me escuchan, porque yo no los puedo escuchar a ustedes”, señala David sobre el contenido de su libro, mientras sonríe y agradece que se le dedique un tiempo para que pueda narrar sus años de vida.

“Pelea por tus sueños”, es un escrito que motivó Bernardo Stamateas a quién conoció en 2010 y lo define como su mentor. “Me preguntó porqué no escribía un libro contando mi historia. Entonces me empecé a grabar narrando mi vida y Leda lo desgrababa y lo escribía. Y después acomodé lo que quería contar”, reveló.

Una de las cosas que destaca son las personas que fue conociendo y entre las que recuerda la historia de un papá con su hijo:

“No dialogaba con su hijo hasta que nos conoció en una capacitación y nos dijo que tenía un hijo sordo. Empezó a abrirse, y nos dijo recién ahora voy a empezar a hablar con mi hijo porque voy a empezar a hablar lengua de señas… después de 17 años”, apuntó y se emociona mientras lo recuerda.

Su obra transmite esperanza. Trabaja ya en su segundo libro.

El Club San Patricio, donde colabora David, tiene cuatro jóvenes jugadores con sordera. Es uno de los cuatro clubes de la región con esta inclusión.

“Hoy se hacen pecheras y remeras y se cobra sólo el costo de lo que sale la tela. Se confeccionan y diseñan acá”,

contó Leda Salgado, que acompaña la labor que realiza su esposo.

“El primer balón fue hace un año. Había que lograr que tenga la medida y el peso reglamentario. Mi mayor sueño es que Lifune las use”,

confesó David Daruich sobre el uso de las pelotas Nazaca, en la liga local.

Capacitador de lengua de señas y amigo de los niños futboleros

“Hoy estoy más que nada dedicado a la capacitación para que las instituciones públicas sean más accesibles, mas inclusivas”, dijo Daruich, que hoy es capacitador provincial en lengua de señas.

La formación la ha dado en municipios, ministerios, a la policía, a bomberos, a auxiliares de servicio, entre otros.

Hace unos días inició la formación para los Bomberos Voluntarios de Centenario.

Su camino en la vida no fue fácil. Contó que le llevó 14 años hacer la primaria, 9 años la secundaria y tres la carrera docente.

Cuando terminó el secundario quiso ser profesor de sordos, algo que logró y es donde hoy dedica la mayor parte de su tiempo.

“Mi primer trabajo fue de patovica”, recuerda a la vez que menciona que colaboró de chico junto a su papá haciendo ladrillos.

En el 2004 ingresó a trabajar en el CPEM 29 como preceptor.

Actualmente su único día de descanso es el martes.

En las tardes lleva en su auto jugadores que viven en Centenario hacia el Club de San Patricio del Chañar.

Los sábados y domingos va a “acompañar el partido de todos los chicos”.

David reveló que en un club de básquet un profesor se burló de su forma de hablar. Todo esto lo convirtió luego en un motor para, ahora, ayudar a otros.

Datos

El Club San Patricio, donde colabora David, tiene cuatro jóvenes jugadores con sordera. Es uno de los cuatro clubes de la región con esta inclusión.
“Hoy se hacen pecheras y remeras y se cobra sólo el costo de lo que sale la tela. Se confeccionan y diseñan acá”,
“El primer balón fue hace un año. Había que lograr que tenga la medida y el peso reglamentario. Mi mayor sueño es que Lifune las use”,
David reveló que en un club de básquet un profesor se burló de su forma de hablar. Todo esto lo convirtió luego en un motor para, ahora, ayudar a otros.

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