Día del Guardaparque: en alerta por el procesamiento a trabajadores del parque Lanín

«Los Parques Nacionales son áreas agrestes. Existen riesgos. Apoyen nuestra campaña«, se leía en un cartel colgado en una de las ventanas de la intendencia del parque nacional Nahuel Huapi, a unos cien metros del Centro Cívico. Debajo una veintena de guardaparques formaban para conmemorar su día.

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Este 9 de octubre fue diferente. El personal de Parques Nacionales se mantiene en alerta por el juicio contra cuatro guardaparques del parque nacional Lanín, imputados por homicidio culposo debido a la caída de un árbol que hace siete años mató a dos niños en un camping privado en San Martín de los Andes.

«Este juicio nos mantiene preocupados por esta mirada de que ciertos fenómenos de la naturaleza pueden ser adjudicados a trabajadores de Parques Nacionales. Es un grave error: son fenómenos inherentes a áreas agrestes. Esto nos lleva a un problema mayor: ¿cómo siguen luego las gestiones en las áreas protegidas?», resaltó Horacio Paradela, intendente del parque Nahuel Huapi, durante el acto esta mañana.

Karina Rivas se inició en Parques Nacionales 20 años atrás, como combatiente de incendios forestales. Poco después, decidió realizar el curso para desempeñarse como guardaparque. Comenzó en el parque Perito Moreno, Monte León, Condorito y finalmente, ingresó al parque Nahuel Huapi.

Hoy, trabaja en la seccional Tronador y junto a un compañero, tiene asignadas 40.000 hectáreas. «En ese lugar se desarrollan un sinfin de actividades que, para dos personas, es difícil de controlar«, admitió la mujer.

Rivas advirtió que «este 9 de octubre tiene una parte triste porque tenemos a cuatro compañeros imputados». «Lo que nosotros planteamos es que el personal de Parques Nacionales no puede hacerse cargo, ni saber qué van a ocurrir fenómenos naturales. El ambiente tiene una dinámica propia del ciclo natural y nosotros no podemos interferir ni establecer cuándo van a suceder», señaló.

Indicó que un posible fallo negativo para los guardaparques podría «poner en jaque el uso público en las áreas protegidas». Hasta ahora, no hay un antecedente similar.

«No podemos asegurar en qué momento sucederá un evento natural del caso que sea, como una caída de rocas, rayos o la mordedura de una especie ponzoñosa. Hay muchos factores naturales que, la gente al ingresar al parque de alguna manera, asume. Con esto, también están en jaque los prestadores del servicio del camping Lolen«, señaló.