Educación: es válido equivocarse y volver a intentar

Educación

Suplemento Especial

El paso del colegio secundario a la universidad o a una carrera terciaria es uno de los momentos más trascendentes en la vida de un estudiante y hay un montón de factores que pueden incidir en la decisión que se tome.

Aunque muchos ya saben de antemano cuál es su elección y se mantienen firmes hasta lograr el objetivo, también puede pasar que la carrera elegida no sea la adecuada o no cubra las expectativas generadas en un principio.

El hecho de no acertar con la carrera correcta es más común de lo que se cree y es necesario estar atento para darse cuenta a tiempo y no malgastar esfuerzos y dinero en algo que nunca prosperará.

Ahora bien, cuáles son algunos de los motivos por los que se elige una carrera incorrecta.

• Uno de ellos puede ser que no se realiza una evaluación a fondo antes de decidir. En este caso hay profesionales que pueden ayudar en la elección luego de un período de análisis previo para saber qué es lo que le gusta al futuro estudiante universitario.

• Otra cuestión es que se elige en función de lo que hace un compañero para continuar una amistad que se generó en los estudios previos, pero lo que le gusta al otro no necesariamente puede caber para ambos estudiantes. Hay que realizar una evaluación seria en este punto y no tomar decisiones apresuradas sólo por amistad.

• Puede ocurrir también que los padres influyan sobre la idea de estudio que tienen los jóvenes que están a punto de entrar a la universidad y en cierta manera obliguen al futuro estudiante a ir por un camino que él realmente no quiere tomar. En este caso en particular los profesionales en la materia dejan en claro que los adultos deben acompañar y guiar al estudiante, pero nunca deben influir y menos obligar a encarar una carrera que ya de entrada está destinada al fracaso.

• Otro error muy común es decidir una carrera por el ingreso monetario que potencialmente podría otorgar una vez recibido. Esto no tiene nada que ver con tomar una decisión coherente y una vez más el resultado de esta experiencia está casi cantado, un año perdido.

Ir a contramano de lo que la experiencia nos dicta puede resultar poco beneficioso. Si el estudiante padeció durante todo el secundario con materias tales como matemática, por citar un ejemplo, sería contraproducente que pretenda encarar una carrera cuyo fuerte sea esta materia, por caso cualquier cursada ligada a las ingenierías.

Elegir una carrera tradicional porque da prestigio y hay salida laboral asegurada es otra decisión que puede ser desacertada por varias cuestiones. Ser médico o abogado está muy bien, pero como en todos los casos los estudiantes que opten por estas carreras tienen que tener en claro qué es lo que realmente les gusta hacer y tienen que sentirse cómodos en las cursadas. Si hay señales contrarias al bienestar o al entusiasmo, hay algo que no está funcionando.

Antes de continuar desgranando esta nota, queremos dejar muy en claro que está dentro de las posibilidades equivocarse en la elección de una carrera universitaria, y no sólo una sino más veces hasta encontrar la verdadera profesión.

La idea que tiene que prevalecer es darse cuenta a tiempo y blanquearlo rápidamente con quien corresponda, además de estar decidido a cambiar el rumbo.

Dentro de los síntomas que se pueden mencionar y que podrían estar indicando que la carrera elegida no es la correcta se pueden enumerar los siguientes:

• No te gustan las materias. Si ir a cursar se transforma en algo imposible de sobrellevar significa que estás en el lugar incorrecto.

• No entiendes lo que te explican. En una carrera universitaria siempre habrá materias que resultarán más difíciles que otras, pero si no hay voluntad para esforzarse y atravesar estos inconvenientes se puede deber a la falta de motivación y a que realmente no te gusta lo que estás estudiando.

• No te imaginas el futuro haciendo el trabajo para el cual estudias. Otro indicio de que el camino elegido no es el ideal. Quizás llegó la hora de replantearse la elección.

• Sufres malestar físico. Si la concurrencia a estudiar te genera malestar físico o se exterioriza de alguna manera en tu cuerpo puede ser que estés sufriendo con la carrera elegida y que no sea lo adecuado para tu personalidad.

Es muy importante considerar el hecho de que al principio de una carrera universitaria suele haber problemas de ambientación y está dentro de lo permitido perder algunas materias. Esto no significa que se eligió la carrera equivocada, sino que puede deberse a un necesario período de adaptación que se da en todos los ámbitos, incluso en aquellos en los cuales una persona recorre su primera experiencia laboral. Errar es humano y forma parte del aprendizaje a largo plazo.

Por el contrario, si se detecta que la carrera elegida está causando daño en el estudiante, lo mejor que se puede hacer es reaccionar rápido y seguir buscando nuevos horizontes.

Avisar cuanto antes a quien aporta los recursos para las cursadas es la mejor manera de solucionar el problema y no seguir malgastando valiosos recursos monetarios. Luego será cuestión de ver en qué se falló y tratar de elegir mejor la próxima vez.

Dónde faltan profesionales

Los tiempos cambiaron y hoy los especialistas aseguran que la carrera o el trabajo único para toda la vida han desaparecido de la agenda, y estiman que a lo largo de su vida laboral una persona que recién se inicia puede llegar a desarrollar hasta 22 ocupaciones diferentes.

Hace algunos días, el director del Centro de Estudios de la Educación Argentina, Alieto Guadagni dijo a La Nación que “las elecciones de carreras mayoritarias no están alineadas con el requerimiento productivo del país”. Y lo graficó en números: de 125.000 estudiantes que se reciben en el país cada año, 60.000 están ligados a las ciencias sociales en carreras tales como abogacía, sociología y administración de empresas.

Pero la falencia está, dijo Guadagni, en que sólo se reciben 8 ingenieros hidráulicos, 10 ingenieros nucleares o 20 ingenieros en petróleo. De acuerdo al economista, Argentina necesita duplicar la cantidad de graduados en carreras científicas, tecnológicas, ciencias exactas (física y matemática) e ingeniería.

Si te sientes cómodo con tu entorno es un buen síntoma.

En números

80%

de los estudiantes universitarios que comienzan una carrera no termina la facultad.

Datos

No acertar con la carrera correcta es algo usual, hay que darse cuenta a tiempo para evitar esfuerzos y dinero en algo que nunca prosperará.

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