El histórico mástil de Playas Doradas reúne a vecinos y turistas

Durante el año, los habitantes izan el pabellón nacional en cada fecha especial, mientras que en verano lo transforman en un gran árbol de Navidad que convoca a los visitantes.

El mástil de Playas Doradas, balneario distante a 28 km de Sierra Grande, es un claro punto de encuentro de los vecinos. En el año es para izar la bandera en fechas especiales y en verano los mismos vecinos lo transforman en de árbol de Navidad.

Este es el epicentro de los principales actos del balneario, un mástil de unos 10 metros que fue colocado hace muchos años por el municipio, para que la bandera argentina flamee en cada fecha patria.

Muchos recuerdan el día en que por primera vez los vecinos se autoconvocaron e izaron la bandera en ese lugar. No fue hace mucho. El 9 de julio de 2002 pasó a la historia de Playas Doradas porque la pequeña comunidad festejó por primera vez una fiesta patria.

Esa fría mañana una treintena de vecinos que habitaban permanentemente en la villa balnearia se juntaron y celebraron. Con humildad y aportando cada uno un poco, esa vez fueron ellos los únicos protagonistas de su fiesta. Frente a las aguas del golfo San Matías izaron por primera vez el pabellón nacional.

La inquietud era grande y las ganas de juntarse también. Ramón Fortete, uno de los primeros comerciantes de la villa, comentó que los vecinos se autoconvocaron porque “teníamos ganas de celebrar la fiesta patria nosotros también”.

A pesar de que el acto fue algo improvisado, contó con todos los detalles. Entre todos buscaron una bandera argentina y la hicieron arreglar. Fortete ofició de maestro de ceremonias y para el izamiento del pabellón nacional fueron convocados los primeros habitantes del balneario Estela Torres y Cachi Siguero, junto al agente de Policía Omar Muñoz, ya fallecido.

Luego entonaron las estrofas del Himno Nacional que se emitía desde un autoestéreo y se expresaron las palabras alusivas.

Una vez finalizada la parte protocolar y gracias a la colaboración mutua, llegó el chocolate que prepararon los hombres y las exquisitas masas finas que elaboraron las cuatro mujeres que vivían en el balneario ese año.

En verano ese lugar también es un punto de encuentro, porque alrededor del 15 de diciembre de cada año Miguel Matazmala –un vecino de Trelew que en verano se instala en Playas Doradas– y otros colaboradores trabajan todo un día para transformar ese mástil en un majestuoso árbol navideño. Es tan grande la estructura llena de luces en forma de cono y con una estrella en la punta que se puede ver a varios kilómetros, y se transforma en punto de referencia para tomarse fotografías y disfrutar de un espacio común.

Este árbol representa sin dudas el deseo de unidad y trabajo constante y cooperativo de los vecinos, porque entre todos un poco lograron dar vida, luz y color a este mástil.

Hace 16 años el aporte de los vecinos permitió que la villa festejara su primera fiesta patria en este lugar que, a partir de entonces, los nuclea.

Punto de encuentro: Playas Doradas

Datos

Hace 16 años el aporte de los vecinos permitió que la villa festejara su primera fiesta patria en este lugar que, a partir de entonces, los nuclea.

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