El “operativo retorno” para chilenos choca con el arraigo

La oferta del gobierno chileno generó consultas, pero no existe entre esa población migrante, ya madura y adaptada al país, una efervescencia por volver.

La propuesta del gobierno chileno para facilitar el retorno de compatriotas residentes en el extranjero tuvo varias consultas, pero choca contra el fuerte arraigo que ya tiene esa población en nuestro país y las ventajas relativas de un regreso al terruño.

“Como la mayoría de las políticas hacia los residentes chilenos en el exterior, llega demasiado tarde”, resumió Guillermo Ruiz, titular del Centro de Residentes Chilenos de Neuquén, la colonia más numerosa de la región.

“Muchos de quienes inmigramos en las grandes oleadas hacia la Argentina ya tenemos hijos grandes y nietos argentinos y estamos totalmente integrados al mercado laboral y la cultura de la zona. Es muy difícil a esta altura dejar toda una vida y emprender el regreso, por más cariño que se tenga a nuestras raíces”, señaló.

Similares respuestas dieron referentes chilenos de Roca, Bariloche y Neuquén consultados. Si bien la mayoría conserva sus lazos con Chile y viaja al menos una vez al año a ese país, el deseo de retornar aparece lejano.

Sucede que la chilena ya es una población migrante “madura”, es decir que la mayoría tiene al menos 20 años o más de residencia en el país. Según el último censo, de los cerca de 60.000 chilenos que viven en Río Negro y Neuquén, una gran mayoría llegó al país antes de 1991 y buena parte supera los 40 años.

A pesar de todo, la reciente visita del representante de la dirección para la comunidad de chilenos en el exterior (Dicoex), Antonio Kaiser, tuvo una importante asistencia de chilenos que se acercaron a escuchar las propuestas de la “política de retorno”, que consiste en facilitar las condiciones para los chilenos que deseen regresar a su país, fundamentalmente en búsqueda de tratamientos de salud, oportunidades de trabajo y de estudio.

El cónsul general en Neuquén, Juan Pablo Hiriart Olmedo, explicó que “fundamentalmente se trata de ayudar con información. Hoy existen varios beneficios en materia de educación y salud. En los últimos años la cobertura del sistema ha mejorado en Chile, y muchos jubilados pueden acceder a tratamientos, o los hijos de chilenos tienen oportunidades de becas de estudio”, explicó.

Recordó que Chile tuvo tres grandes oleada migratorias: la primera en la década del 60, cuando “el terremoto que azotó al sur del país dejó a buena parte del sur del país devastado y empobrecido, tardó años en recuperarse. Justo en ese momento Argentina atravesaba un proceso de expansión económica que requería de mano de obra ”explicó. La segunda ocurrió en los ‘70 y fue por razones políticas, tras el golpe de Estado que llevó al poder a Augusto Pinochet en 1973 y provocó una gran cantidad de exiliados. La tercera fue en los 80, cuando una nueva crisis afectó a la economía, con elevados desempleo e índices de pobreza.

“Desde los ‘90, la recuperación económica chilena ha favorecido las condiciones para el retorno, pero sabemos que no es fácil reinsertarse en tu propio país después de tanto años. Por eso el gobierno realizó esta encuesta mundial, con el fin de saber con exactitud qué necesitan quienes decidan retornar: ¿Es el tema salud, la educación de sus hijos, la facilidad para acceder a una vivienda?”, señaló Hiriart. “Quizás alguno necesite exenciones para llevar elementos de trabajo, o reconocimiento de estudios para sus hijos en edad escolar”, resumió Hiriart. El diplomático destacó las necesidades de empleo que tiene Chile hoy. “Hay un déficit de mano de obra en ciertas áreas: en el campo faltan trabajadores, por la emigración a ciudades. En la construcción también hay necesidad”, e explicó.

Ruiz, del centro de residentes neuquinos, dijo que la última oportunidad de gran interés por retornar fue en 2001, cuando Argentina vivió su gran crisis y muchos chilenos residentes fueron afectados. “Allí varios compatriotas tomaron la decisión de volver, pero falló la contención: en ese momento los recursos no eran suficientes, hubo problemas de ensamble familiar, el ambiente laboral no era el mejor y los beneficios sociales que hoy tienen entonces no existían”, explica. Finalmente “muchos se volvieron a la Argentina y tuvieron que empezar de cero, perdiendo varios años de radicación”, explica.

Para Germán Gutiérrez, chileno radicado en Roca desde hace años, el choque fue cultural. “Muchos volvimos en la efervescencia del retorno democrático. Yo en el 98, pero nunca me pude adaptar: la sociedad chilena es mucho más conservadora y desigual, y yo no quería eso para mis hijos. Acá, con sus ‘quilombos’ y todos, es posible enviar a los chicos a la universidad: allá los costos lo vuelven casi imposible para un trabajador: desde el preuniversitario, a la matrícula o recurrir r a los famosos créditos de estudio” señala como ejemplo.

El cónsul en Neuquén explicó los principales rasgos de la propuesta del gobierno trasandino.

En 2010 en Argentina había 191.147 nacidos en Chile. En Río Negro 35.228 y en Neuquén 26.348. Con sus hijos, llegarían a 80/90.000 trasandinos en la región

Los resultados de una encuesta global (2016)

En el Segundo Registro de chilenos en el exterior participaron 61.521 chilenos que viven en 131 países.

El 10,6% tiene entre 0 y 14 años; el 73,8%, entre los 15 y los 64 y el 15,6% de 65 o más años.

Un 56,9% tiene pareja de una nacionalidad distinta a la chilena.

El 29,8% alcanzó el nivel secundario o equivalente. El 10% llegó a nivel técnico y el 26,8% logró el nivel superior o universitario.

Un 87,2% en edad laboral está trabajando por un ingreso.

El 39,4% de los mayores de 15 años participa en una organización social en el país donde vive.

Cerca de la mitad expresa algún deseo de vivir en Chile (49,9%).

“Acá fue harta gente a consultar sobre los avances en salud y vivienda que tiene Chile. Pero yo no veo una gran movida para volver”.

Guillermo Ruiz, presidente del centro de residentes chilenos de Neuquén.

Datos

En 2010 en Argentina había 191.147 nacidos en Chile. En Río Negro 35.228 y en Neuquén 26.348. Con sus hijos, llegarían a 80/90.000 trasandinos en la región
“Acá fue harta gente a consultar sobre los avances en salud y vivienda que tiene Chile. Pero yo no veo una gran movida para volver”.

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