El visón americano pone en riesgo la fauna autóctona de la Patagonia

Se alimenta de aves, peces y roedores. Tiene facilidad para cambiar su dieta y adaptarse. Buscan formas de controlar su expansión.

La invasión del visón americano (Neovison vison) en las tierras patagónicas es una cuestión de piel. Lo trajeron de Norteamérica hace casi ocho décadas, pero pese a su cara pícara de “yo no fui” invadió costas, lagos y hace estragos con algunas especies autóctonas.

El biólogo y becario del Conicet Juan Manuel Girini, como el visón, vino de otras tierras cuando eligió estudiar al animal en lagos del norte de la Patagonia para su tesis de doctorado en ciencias naturales en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad de La Plata.

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Según Girini, el animal llegó de Norteamérica a la Patagonia en la década del 30 y lo trajeron por el valor económico de su piel. Los criaderos más importantes se encontraban en Cholila (Chubut), Sarmiento (Santa Cruz) y Ushuaia (Tierra del Fuego) pero con el tiempo los visones escaparon o fueron liberados y en los 80 invadieron el Parque Nahuel Huapi.

“Si no era por la piel no lo hubiesen traído. Los ambientalistas afectaron al negocio de los peleteros. Hoy nadie usaría un tapado de piel ni saldría a la calle sin ser criticado. No estudié biología para matar a nadie pero tal vez, una forma de controlarlo es volver a dar un aprovechamiento económico del cuero”, dijo Girini.

En Neuquén

En 1990 los visones desembarcaron al sur del Parque Nacional Lanín. Llegaron a la cuenca del río Malleo en 2010; y en enero de este año se observaron los primeros en Aluminé. Según el biólogo pueden llegar hasta el Limay.

“Cerca de Neuquén no hay, se escuchó que en un avistaje cerca de Confluencia habían visto uno. No hay registro, aunque pueden llegar río abajo”, dijo.

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Lindo, pero dañino para la diversidad biológica de la provincia es un carnívoro estricto que caza y come animales como crustáceos, peces, ranas, lagartijas, ratones, conejos, aves y es oportunista. A su vez, no hay depredadores nativos que se alimenten del visón y es más flexible a cambiar de dieta, se adapta y le saca ventaja a huillines o coirones.

Difundir información, monitorear la situación son acciones que realizan los especialistas. Girini sostiene que hay que buscar la solución sin caer en el control biológico.

“Tiene un prontuario de malas experiencias. Hay casos como la mixomatosis (un virus que se le inyecta a los conejos) que se usa de manera desrregulada. Zorros y caranchos mueren sin razón y pensamos que puede ser alguna variación de la mixomatosis”, dijo y agregó que también hay que evitar introducir otras especies porque es como jugar con fichas al azar.

Las especies que

son amenazadas

Tres aves peligro. Puede hacer desaparecer distintas especies de aves acuáticas que son de valor especial para la conservación en el Parque Nacional Lanín. Los ejemplos más cercanos en la provincia son los del cauquén real y pato de los torrentes o el pato de anteojos.

No son ellos los que terminan con las especies, porque éstas ya atraviesan una situación complicada pero el visón come sus pichones, los huevos y a algunos adultos.

Depreda truchas afectando directamente las actividades ecoturísticas como la pesca. Mata a una amplia variedad de presas, impacta sobre la biodiversidad de los cuerpos de agua.

Se aventura en viviendas e instalaciones ubicadas cerca de los cursos de agua, afectando a actividades productivas tales como la cría de truchas y la cría de aves de corral.


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