En la feria de Belisle sirven comida gratis a unos 200 vecinos

Unos 50 pequeños emprendedores se reúnen los sábados para vender hortalizas, especias y demás productos. Una chef prepara el menú de la “comida popular”, que sirven al caer la tarde.

“Podés poner que esto es cocina popular” explica un vecino de Belisle, mientras se multiplica en varias funciones en el salón que fue adaptado para que sea una amplia cocina. Afuera, unos 200 comensales esperan por el plato del día.

Todos los sábados se hace en esta pequeña localidad del Valle Medio una feria municipal y se les brinda a los vecinos un plato de comida gratis, elaborada con productos frescos de la región.

Se juntan cerca de 50 pequeños emprendedores para vender sus productos. Desde especias y hortalizas hasta arreglos de zapatos y artesanías figuran en la oferta.

Gisella Sosa es la chef que prepara el menú en las ferias. Tiene 27 años, vive en Regina y cursó la carrera de Ciencias de la Alimentación. “Cocino con lo que vendan acá, en la feria. Apuntamos a las comidas típicas y que alcance para más o menos 200 personas. La porción es gratis y empezamos a servir a partir de las 20”, explicó a “Río Negro.

“La idea es todos los fines de semana. Y yo vengo cada 15 días. La próxima me gustaría hacer locro” cuenta la joven, que controla todo el proceso en la cocina.

El sábado último el plato fue ñoquis de calabaza con boloñesa.

“Lo que hace el municipio es una cocina popular, más que solidaria. Y es bueno aprovechar los productos de la zona, de estación, porque son de buena calidad y ahorran mucho al bolsillo” dijo Sosa.

La joven no sólo cocina. También hace docencia y difusión entre los vecinos. Imprimió las recetas de ñoquis de calabaza y un bizcochuelo del mismo producto para que se lleven a su casa y puedan replicarla.

“Para alimentar a unas 200 personas usamos 50 calabazas, 8 kilos de harina y 50 huevos, porque la fórmula es una calabaza, un huevo y 150 gramos de harina para 4 personas. Además una horma de queso sardo. Comenzamos temprano a cocinar” señaló.

El debut de la “cocina popular” fue con una comida típica de la cordillera chilena como es el “pancutra” preparado a base de harina de trigo. (Ver recuadro)

Cuando el sol y la temperatura empiezan a caer, la chef y personal del municipio inician el reparto de los ñoquis en unos pequeños platos. Además del beneficio del alimento sabroso y caliente, para muchos es una suerte de pequeña caricia, un gesto de acompañamiento.

Un lugar de encuentro

La feria de Belisle, es un muestrario de productos de todo tipo y cita obligada para los vecinos.

Se instaló con el apoyo del municipio y además de ser un punto de comercialización de los pequeños productores, sirve como espacio con mejores precios para los vecinos y visitantes.

“Acá no les cobramos nada y le damos la mesas y las sillas para que trabajen”, explicó uno de los funcionarios.

El municipio adquiere también sus productos y los vende a precios de costo para ayudar a las familias con sueldos bajos, para que puedan acceder a los alimentos necesarios.

Años atrás, desde la comuna se organizó la caravana de la economía. Con la misma metodología que hoy se aplica en la feria, se ofrecían productos a precios de costo.

En lo que va de este año, se han vendido productos como harina, leche, aceite y condimentos. Hay un límite de compras para cada familia.

En la feria lucen las comidas típicas, que elaboran distintas colectividades de inmigrantes, y también son muy requeridos los distintos tipos de panificados.

La variedad de productos hace que la feria se extienda varias horas, convirtiéndose en lugar de encuentro y en un paseo familiar.

No son pocos los que asisten con sus reposeras y equipos de mates. Compran, se alejan unos metros de los puestos y degustan lo que allí se vende.

La chef, Gisella Sosa, en plena faena. Sirviendo los ñoquis de calabaza, cuando el frío empieza a despertar el apetito.

“La idea es cocinar con los productos de estación que se venden acá, en la feria, y a precios bajos. Hacemos comidas típicas”.

Gisella Sosa, chef de la feria de los sábados en Coronel Belisle.

Los platos con menú especial

La “comida popular” se sirvió ya en dos oportunidades.

La pancutra es un preparado a base de harina de trigo. Lamasa se elabora con agua, harina y un poco de aceite. Se amasa, se corta y luego se cocina en caldo de verduras o de carne

Ñoquis de calabaza. Son livianos y sabrosos. Muchas menos calorías que los de papa. Se utilizaron las calabazas de la zona, de excelente calidad.

Datos

“La idea es cocinar con los productos de estación que se venden acá, en la feria, y a precios bajos. Hacemos comidas típicas”.

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