Este jardín de Neuquén se animó a jugar con San Martín y recrear el Cruce de los Andes

50 niños y niñas que asisten al turno mañana del Jardín 27 de Valentina Sur de Neuquén vivieron un 17 de agosto inolvidable. Recrearon la gesta de los Andes, subidos a sus caballos de madera y con las provisiones necesarias, a lo largo de un recorrido que armaron los docentes en la zona de bardas de Balsa Las Perlas.

La idea surgió desde la comunidad educativa, que busca hace unos años “darle una vuelta de rosca” a las fechas patrias. “Para los chicos los actos son estructurados, contar una historia que no pueden vivenciar es mas difícil siendo salas de 4 y 5”, explicó la docente Graciela Navarro, en diálogo con “Río Negro”.

Frente a esa inquietud, pensaron actividades lúdicas para rememorar junto a las familias, momentos importantes de la historia argentina. Empezaron con la Revolución de Mayo, siguieron con la Independencia el 9 de julio, y el desafío de cierre llegó con el cruce de la cordillera de Los Andes, este mes.

“Evaluamos las posibilidades para que les sea más significativo, con vídeos, imágenes”, relató Graciela, al recordar lo que fueron las tres semanas de trabajo previo. En el medio, fueron armando los caballos con los chicos, pensando qué ropa usarían los soldados, si tendrían frío, qué comerían.

Cumplido el recorrido, los recibieron las familias con banderas y aplausos. Luego pasaron a un salón que acondicionaron a modo de “plumerillo”, el emblemático espacio que sirvió de base de operaciones para el Ejército de los Andes. Allí, entre leños y pavas viejas compartieron una comida y cerraron la jornada bailando todos juntos un gato.

“Como balance fue súper positivo, los papás estaban muy emocionados de ver a los chicos, con esa puesta en escena, dándoles de comer a sus caballos de madera… ver a San Martín y la reacción de ellos”, valoró la profesional.

San Martín, en persona

Darle cuerpo a la figura del prócer, José de San Martín, era fundamental y por eso un auxiliar del servicio del colegio se vistió para personificarlo.

Así, el personaje junto a su recordada esposa, Remedios de Escalada, y su hija Merceditas, fue visitando la sala en los días de preparativos, para que los niños se fueran familiarizando con su mensaje y su experiencia, desde las máximas que inmortalizó para la posteridad.

“Los chicos sabían que era él”, reconoce la docente, “pero en ese momento, al estar con traje, pasaba a ser San Martín”, ayudados por la imaginación de los más pequeños.

El recorrido por la barda

Pese a ser de Neuquén capital, eligieron la zona de Balsa Las Perlas, porque allí se encuentra la geografía cercana que más se parecía a lo que buscaban representar. Además “parte de la comunidad asiste al jardín desde alli”, explicó la maestra.

El recorrido, que se extendió a paso lento por un lapso de una hora, fue acompañado por las familias en parte, hasta que dieron lugar a que los pequeños siguieran acompañados por las seños y sus caballos, hasta la zona del cañadón.