Hernán Pastoriza:

(Doctorado en Física en IB, 1994, y posdoctorado en la Universidad de Leiden, Países Bajos, y la de Neuchâtel, Suiza)

Interpreta el premio como un aliento para seguir desarrollando sus investigaciones en un área relativamente nueva, tanto para su trayectoria como dentro de los programas de CAB-IB, asociada al campo de Nanotecnología. “En mi caso, el reconocimiento llega en un área en la cual me estoy iniciando, que no era mi área histórica de trabajo”, confió.

Durante años se abocó a la Física de bajas temperaturas e investigó la superconductividad de alta temperatura crítica. Recientemente, se involucró en técnicas específicas de microfabricación e incursionó en el desarrollo de sistemas micro-eléctro-mecánicos para aplicaciones científicas, satelitales y clínicas.

Uno de esos desarrollos es el viscosímetro de sangre para bebés que se encuentra en etapa de prototipo. Pastoriza explicó a “Río Negro” que aspira a montar una empresa con Invap y la Cnea, las dos instituciones que apañaron el proyecto para fabricar estos equipos. “Desde el punto de vista mío es ver si uno puede impulsar desde un laboratorio la creación de este tipo de equipos”, dijo.

Otro de los proyectos que aborda dentro de este campo son los sensores detectores de infrarrojo lejano para aplicaciones satelitales, encomendados por Invap.


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