La acrobacia circense abre las puertas para escapar a la rutina

Cada vez más neuquinos eligen alternativas para reemplazar <br />los ejercicios tradicionales. Entre piruetas y audacia, jóvenes y adultos se divierten mientras mueven los músculos.

La acrobacia aérea y de suelo son disciplinas provenientes del circo y se instalaron como un espacio de actividad física hace más de 15 años. Uno de las principales motivaciones de quienes las practican es poder hacer ejercicios sin caer en la rutina del gimnasio. En la ciudad de Neuquén hay pocas escuelas que se dedican a enseñarlas, sin embargo cada vez ganan más lugar entre jóvenes y adultos.

Los entrenadores y fundadores de estos espacios artísticos afirmaron que en la región no hay institutos que formen docentes especializados y que deben recurrir a personas de otros puntos del país. Aunque esto no resulta un impedimento creen que sería necesario un instituto de formación.

Venecia Amato tiene 32 años, es directora y fundadora del gimnasio ubicado en Pehuen 830. Comentó que las personas buscan hacer acrobacia tanto aérea como de suelo porque “ayuda a mejorar la autoestima, fortalece la confianza rápidamente y optimiza las habilidades motrices y físicas” .

Según los entrenadores consultados por “Río Negro”, la acrobacia es una disciplina que puede ser practicada por cualquier persona de cualquier edad, siempre y cuando no tenga lesiones graves. Desde niños de 6 hasta los entusiastas de más 50 años pueden sumarse a las rutinas que desde el “suelo” y el “aire” ofrecen estos nuevos espacios.

Arte y deporte unidos

A partir de la masificación de las disciplinas acrobáticas los torneos se hicieron moneda corriente, tanto en la región como en otras provincias, y en suma convirtieron la actividad en un deporte.

Prepararse para un torneo implica mayor dedicación física y disciplinar. Así lo define Amato, pero agrega que agregarle una fin competitivo a una actividad quizás “implique que gane el mejor”, pero en realidad busca “proponerse objetivos que favorecen el autoestima y la dedicación”.

Marina Araya con 31 años es directora y fundadora del espacio artístico ubicado en calle Pacheco al 45.

Ella agregó que en los torneos hay mucho compañerismo. “Los chicos se bajan de las telas o de hacer su coreografía y se abrazan, se felicitan”, describió con entusiasmo Araya.

Formación profesional

Otro de los puntos que destacaron los referentes del sector fue la necesidad de tener un instituto de formación en acrobacia.

Los entrenadores afirmaron que el avance de los alumnos, independientemente de su edad, está sujetos a la metodología y pedagogía que se les aplique.

Por eso, aseguraron que Neuquén necesita un instituto de arte circense . “En la zona no hay, ni hubo nunca un espacio que convoque a la formación profesional de docentes especializados en la acrobacia”, afirmó Amato.

Además, los profesores deben contratar seminarios que se dictan en otras provincias para poder formar a los nuevos docentes de la zona, todo a través de la autogestión.

Para Araya, el Municipio debería exigirle a los entrenadores que tengan una formación básica para enseñar las disciplinas de acrobacia circense.

Indicó que para su academia incorpora nociones de pedagogía, primeros auxilios y seguridad aérea. Se trata de conocimientos que se obtienen por un certificado brindado por la Asociación Sudamericana de Acróbatas .

Enredarse y desenredarse, desde el techo hasta el piso

La acrobacia en tela es una actividad que nace del circo y forma parte de los deportes aéreos. Generalmente el material que se usa para la actividad es de acetato deportivo o jersey.

La especialidad se basa en hacer enganches y nudos que permiten desarrollar figuras y coreografías coordinadas. Según Marina Araya, al principio era considerada como un arte pero ahora se está convirtiendo más en un deporte ”por la coordinación y cantidad de fuerza que se necesita”. Sin embargo advirtió que no está homologado porque no tiene una federación que lo regularice como sí a otros.

La acrobacia en telas está en “auge” porque la gente se “cansó de ir al gimnasio a hacer siempre lo mismo –comentó la entrenadora– tiene formas lúdicas de hacer actividad física, las personas se divierten al ver que pueden hacer cosas increíbles sin caer en la repetición”.

“Es una actividad que no requiere experiencia previa, vienen chicos de 5 años hasta adultos de 55, y cada uno con sus límites, avanza como puede y quiere” dijo Araya.

Además sostuvo que la actividad tiene la característica de formar grupos humanos e incentiva el compañerismo. Por eso, para algunos alumnos, es mucho más que una actividad física. Es una forma de distraerse y un “cable a tierra”.

Lyra: combinar fuerza, flexibilidad y baile

La acrobacia en Lyra es una disciplina que se desarrolla dentro y fuera de una estructura en forma de aro colgada del techo, cuyo material es un caño hueco de acero.

En él se combinan ejercicios de fuerza, flexibilidad, baile y transiciones dinámicas, muchas veces acompañadas por balanceos en pleno vuelo.

Recientemente la actividad tuvo lugar en un torneo proveniente de Buenos Aires, desarrollado a principios de Julio. Allí compitieron 40 atletas procedentes de toda la Patagonia. El espacio artístico de Marina Araya es una de las dos academias de la ciudad donde esta actividad puede llevarse a cabo.

Según la entrenadora practicar la acrobacia en aro implica coordinación de manos y cuerpo en constante movimiento. “La Lyra te enamora desde el primer día que subís porque no se asemeja a nada”, resaltó.

Araya, comenzó haciendo gimnasia artística a los 8 años. Desde ese entonces siempre se involucró en el mundo de la adrenalina, la fuerza y el aire. A los 15 tuvo la posibilidad de trasmitir sus conocimientos a otros alumnos. Años después, hizo un instructorado de personal trainner y actualmente es profesora de educación física.

Uno de los puntos que esta “enamorada del arte circense” destacó sobre la acrobacia en aro es que “pocos alumnos se animan a realizarla porque no es lo que más se solicita”. Sin embargo, comentó que cuando las personas van al gimnasio “lo miran y siempre se suben porque desean aprender algo nuevo”.

Para la segunda edición del “Torneo Patagónico de Acro Telas” se incorporará por primera vez el elemento, a pedido de los alumnos de la región. Se desarrollará en septiembre en la ciudad y estará organizado por el gimnasio de Araya.

Pole: una de las disciplinas más nuevas en el arte del circo

El origen del “pole” proviene de la India hace más de 100 años, en ese entonces el elemento era de madera y solo lo practicaban los hombres.

La acrobacia en pole, cuya estructura es un caño hueco de acero pulido o cromado, sujetado del techo y piso, se la empezó a conocer en principio como un baile erótico. Sin embargo, fue adoptado por la acrobacia circense y en el año 2000 se lo involucró para torneos y competencias, sujeto a exigencias y reglamentos.

Esto último significó disciplina, cuidado del cuerpo y correcta alimentación.

Rodrigo Epulef tiene 32 años, practica la actividad desde hace 4 y actualmente se convirtió en instructor.

Para Epulef las personas buscan realizar la actividad como “una manera nueva de mejorar sus condiciones” o para trasladar sus conocimientos previos a un elemento, como la danza contemporánea u otros bailes.

Al igual que la acrobacia en tela cualquier persona puede subirse.

Para Epulef “practicar pole ayuda a mejorar las habilidades motrices, como alinear el cuerpo y, sobre todo, obtener estilos de vida más saludables”.

Como resultado de la dedicación y esfuerzo, el 8 de diciembre de este año Epulef representará al país y a la ciudad, en el campeonato Pole France , de París. Para esa competencia se prepara con una dedicación casi exclusiva y asegura que llegará en su mejor momento de preparación.

Las verticales, las piruetas y el equilibrio

La acrobacia en suelo es una disciplina que puede llevarse a cabo de manera individual o a dúo. En algunos casos entre más personas.

Es una actividad que también nació del circo, como así también de rituales de guerra y poco a poco se fue consolidando con la “acroyoga”, una propuesta proveniente de la medicina tailandesa.

Hacer verticales, sujetar a alguien con los pies, realizar equilibrio con otros compañeros, son algunos de los ejercicios que se pueden hacer en la acrobacia de suelo.

Desde niños de 5 años hasta los más adultos puede adentrarse al mundo de las verticales, las piruetas y el equilibrio.

Rodrigo Buenaventura (31), instructor de esta disciplina, aseguró que practicarla “implica acostumbrarse al mareo pero mejora notablemente el estilo de vida cotidiano”. Resaltó que ha ayudado a muchas personas a salir de conflictos familiares o personales. “La superación, la disciplina y la concentración sumadas al compañerismo son los efectos positivos que tiene el arte del circo”, comentó.

“Ron” como lo conocen sus amigos practica la disciplina desde niño. Afirmó que deben dejarse de lado los mitos que “marginalizan y criminalizan estas actividades” porque son “una forma de superarse continuamente y convertirse en mejores personas”.

juan josé thomes

Rodrigo Epulef destaca el valor del Pole como actividad física.


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