Las acrobacias en el aire tienen una cita en el Ruca Che

Quién no jugó a no caerse caminando por el cordón de la vereda o sobre las vías del tren. Seguro la mayoría de los que están leyendo estas líneas. Sin embargo, muy pocos se animarían a hacer en altura o a realizar piruetas en el aire. De eso se trata la competencia profesional Monkey’s Cup 3 de Slackline.

Desde ayer y hasta mañana atletas de todo el país desafiarán alturas y el ingenio del jurado para demostrar todo su potencial y apertura al riesgo. El torneo se lleva a cabo en el Ruca Che y está organizado por la Simple Asociación Slackline Neuquén.

El slackline tuvo sus inicios en el mítico Valle de Yosemite en los años 80’ cuando los escaladores comenzaron a utilizar sus equipos para entrenar el equilibrio. En la actualidad es un deporte que se practica en plazas, bosques y patios de cualquier ciudad.

Consiste en practicar equilibrismo sobre una cinta plana de 5 centímetros de ancho con 15 metros de largo, ubicada a un metro del suelo y anclado en dos puntos fijos que usualmente son árboles. Tiene distintas modalidades como “speedline” que consiste en mantener el equilibrio y cruzar de un extremo al otro en el menor tiempo posible; “Trickline” consiste en realizar trucos estáticos, dinámicos o con saltos sobre la malla y volver a retomar el equilibrio y; el “longline” en el que se coloca la cuerda de 30 metros de longitud y su ancho es de 3 centímetros, por lo que se balancea mucho más.

Una competencia conocida

No es la primera vez que el campeonato de slackline se realiza en nuestra ciudad. La Simple Asociación Slackline Neuquén organizó en 2014 el primer campeonato de slackline. En 2015 tuvo lugar la segunda edición de Monkeys Cup 2.0 y la tercera edición que tuvo el impulso gracias a la expansión del deporte y las ganas de seguir compartiendo experiencias sobre la cinta.

El actual campeonato, que cuenta con la participación de jóvenes de todo el país, se organizó en base a tres categorías: iniciante, experto y profesional. En el sector suelo se instalaron las cintas para “trickline” mientras que en la parte alta del gimnasio se instalaron mallas de media altura para la competencia de “speedline”.

Pero no sólo hubo lugar para los expertos en este deporte porque, en el estacionamiento y el patio, la escuela de slackline instaló una cinta iniciante para aquellas personas que quisieran dar sus primeros pasos en equilibrio.

También hubo lugar a otras expresiones artísticas como un show de danzas aéreas con telas en alturas, bandas en vivo, muros para escalar y trucos de skate.

La entrada es libre y gratuita. Únicamente se pidió la colaboración de un alimento no perecedero para repartir en los comedores populares de Neuquén.

fotos: yamil regules

Además de las disciplinas más tradicionales del slackline, como el trickline, el speedline y el longline, existen otras que también tienen lugar entre los amantes de este deporte.

Una de las más arriesgadas es el highline que consiste en atravesar un trayecto sobre la cinta, de unos 50 milímetros, a una altura de 20 metros. También se realiza sobre espejos o cauces de agua.

Otro es el rodeoline, considerada una de las más difíciles, porque la banda se tensa menos y el desafío es permanecer sobre una pierna. Finalmente también se anota el yoga slackline que lleva la actividad a arriba de la cinta.

Hasta hoy se puede disfrutar de la competencia que se desarrolla en el oeste de la capital neuquina. Para la entrada se solicita un alimento.

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