Las playas de Puerto SAE crecen, pero sin control y con pocas reglas

El verano pasado fue alentador, con muchos visitantes. Sin embargo, el desorden avanza a la par y la paz que caracteriza al lugar está en riesgo.

Acaba de culminar una de las temporadas de verano más convocantes de la historia de esta villa portuaria. En los balances, sin embargo, el entusiasmo por la creciente llegada de turistas se mezcla con la evidencia de lo mucho que queda por regular.

Es que vecinos y prestadores coinciden en que la falta de reglas está potenciando la idea de que los visitantes pueden acampar libremente en las playas. Un accionar que ya está comenzando a perturbar la pulcritud y la calma que todos valoran del lugar, que está dentro de un área natural protegida.

“Históricamente muchos llegaban para acampar al aire libre, en algún rincón costero. Pero ante la presencia de mayor cantidad de gente eso se descontroló. Hoy podés ver cómo hacen fuego e improvisan lugares para tender ropa o usar de baño en las mismas playas a las que llegan los bañistas”, manifestó uno de los vecinos portuarios.

“Toda la Península es como un gran camping, y eso hay que cambiarlo”, añadió Agustín Sánchez, prestador náutico y titular del parador Serena. “Pasa que la gente tiene naturalizada esa creencia, y cuando te acercás a pedirles que no hagan fuego cerca del Parador o les hablás de lo sensible que es el área natural no te escuchan, porque piensan que realmente pueden ocupar cualquier espacio” , subrayó.

La situación que pintan los residentes del Puerto se agudizó durante enero y la primera parte de febrero, en medio de las numerosas visitas que se registraron. Ocurre que los balnearios que son la “carta de presentación” de la villa pesquera –como La Conchilla y Punta Villarino– comenzaron a mostrar signos de degradación. Indicios que incluyeron desde la contaminación visual provocada por la presencia de campamentos hasta la presencia concreta de suciedad y desechos de todo tipo.

“Detrás de algunos médanos de La Conchilla todavía se ven montones de papel higiénico, en sectores que usaron de baño. Y la basura fue notoria. Lo cual es lógico, porque sin pautas claras todo se descontrola”, manifestó Sánchez.

El tema fue abordado incluso en medio de la temporada, y ameritó dos reuniones que la secretaria de turismo municipal, Nadina Gutiérrez, mantuvo con los representantes de la Autoridad Local de Conservación Área Natural Protegida Bahía de San Antonio, que integran, entre otros, referentes de medio ambiente y de asociaciones ambientalistas.

“Se habló de la necesidad de generar conciencia en el que llega. Pero además se planteó realizar un encuentro tras la temporada, que se desarrollará en breve, donde los prestadores y vecinos darán a conocer su posición sobre esto, y otros temas ligados a lo turístico” explicó Sánchez.

Mientras tanto, también sigue la controversia en relación al único camping habilitado, que es municipal y se concesiona. Ocurre que está frente a una de las zonas comerciales donde funcionan restaurantes y proveedurías. Debido a esto en su momento se pensó en reubicarlo, porque además su capacidad es reducida.

“Este año funcionó, pero arrancó tarde. No sé si se decidirá el traslado. Habrá que ver qué evalúan, porque es cierto que quedó muy chico y en pleno corazón del pueblo”, opinó un vecino.

“Detrás de algunos médanos de La Conchilla todavía se ven montones de papel higiénico, en sectores que usaron de baño”.

Agustín Sánchez,

prestador náutico

del área

“Toda la Península [la playa del puerto de San Antonio] es como un gran camping, y eso hay que cambiarlo”.

Agustín Sánchez, prestador náutico

Un casamiento en La Conchilla

Un casamiento al aire libre en la playa La Conchilla con globas y hasta la colocación de piso flotante sorprendió a los vecinos en pleno mes de enero. El evento fue organizado por particulares que llegaron, montaron todo y luego se fueron, sin contar con permiso de la Municipalidad. Ninguno de los paradores que funcionan en el sector estuvieron involucrados en la organización.

“Les tocó un día de viento sur, pero armaron todo y fue con mucho despliegue. Ésas son las cosas que no se entienden. A los comerciantes el Municipio los controla pero de repente cualquiera puede venir y organizar eventos en la playa”, se quejó un prestador.

La situación se agudizó durante enero y la primera parte de febrero, en medio de las numerosas visitas que se registraron a estas playas.

Hay poco apego al cuidado del sitio por parte de muchos turistas que se van y ni siquiera recogen la basura que generan.

La limpieza del lugar

Los que llegan a la playa traen todas las provisiones desde su lugar de origen. En el puerto aspiran a que les compren a ellos.

Las provisiones

Datos

“Detrás de algunos médanos de La Conchilla todavía se ven montones de papel higiénico, en sectores que usaron de baño”.
“Toda la Península [la playa del puerto de San Antonio] es como un gran camping, y eso hay que cambiarlo”.
La situación se agudizó durante enero y la primera parte de febrero, en medio de las numerosas visitas que se registraron a estas playas.

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