Piero: el regreso de un ícono de la canción popular al Alto Valle

A 16 años de su última presentación en Allen, llegó a la ciudad de su infancia para presentarse en la Fiesta de la Pera. Miles de espectadores lo aplaudieron de pie. Conocé todas las historias.





Pasada la medianoche, las luces del escenario de la Fiesta Nacional de la Pera fueron más tenues. El público centró su mirada en la figura de Piero y con aplausos lo recibieron a sus 77 años. El cantautor es una de las figuras de la música popular argentina que enamora una y otra vez con sus tradicionales éxitos.

Pasaron 16 años desde la última vez que se subió a un escenario en Allen. Fue un 25 de Mayo de 2007 cuando se presentó para el aniversario de la ciudad.

Más que un espectáculo, lo de Piero fue un reencuentro, un volver al lugar que lo vio crecer entre las corridas al canal de riego en verano y los primeros acordes de su guitarra.

Su retorno al escenario en el Aniversario 25 de la Fiesta de la Pera despertó entusiasmo entre los vecinos de Allen. La conexión con el público se hizo notar. “Allen significa muchas cosas: chicos, amigos, gente y personajes imborrables de toda la vida”, dijo con emoción Piero en conferencia de prensa tras su presentación en el escenario mayor.

Finalizado el show Piero se sacó una foto con su público. Foto: Gentileza

“A mí me gusta llorar, buscar ese contacto con todo lo que se puede hacer. Más allá de las cosas políticas tenemos un montón de cosas que son buenas para compartirlas”, dijo.

Ante la consulta sobre lo que significa visitar la ciudad de su infancia, no dudó en reconocer la fortaleza del vínculo, lugar de afecto con personas que marcaron una etapa importante de su vida. “Allen tiene fuerza, hay que aprovecharlo, juntarnos y trabajar en esa dirección”, aseguró.

Luego de esa magnifica presentación, el músico viajó a Bariloche con su familia para disfrutar de unas vacaciones. En ese interín, RÍO NEGRO pudo acceder a una entrevista telefónica con el artista. Como una canción, la historia familiar fluyó armoniosamente en medio de la charla. Su visita a Allen lo conectó con los recuerdos de su infancia.

Piero en un encuentro con sus amigos allenses. Foto: Lorenzo Brevi

La familia italo argentina De Benedictis se había instalado en Allen en el año 1951. En la ciudad, Piero atravesó gran parte de su infancia con anécdotas y junto a personas que marcaron su vida para siempre.
Su vínculo con la música es de siempre. Su madre cantaba todo el día y su padre, quién tenía un negocio de radios y tocadiscos, también influyó en su amor por el arte. Las plazas de la ciudad fueron testigo de numerosos momentos con amigos.

“Son muchos los recuerdos que se vienen. Entre ellos, cuando íbamos a la acequia con mis amigos para bañarnos”

Piero de Benedictis, artista

“Son muchos los recuerdos que se vienen. Entre ellos, cuando íbamos a la acequia con mis amigos para bañarnos”, contó entre risas.

Otra de las anécdotas que recordó, fue la visita de Alberto Castillo a Allen cuando se presentó en Club Unión Alem Progresista y le pidieron que cante alguna de sus canciones. Piero lo intentó y nunca falta la sonrisa al recordar cómo terminó esa historia: “Me olvidé la letra y me dió vergüenza”, confesó.

A pesar de su interés natural por la música y tener su primer acercamiento en Allen, lo cierto es que Piero aprendió a tocar la guitarra cuando vivía en Viedma para cursar sus estudios secundarios como seminarista.

El resto de la historia es conocida. Un sacerdote envió un video un canal de televisión y allí comenzó la gran historia del artista, quien en la época de la dictadura se exilió para escapar de una de las páginas más oscuras de la historia argentina.

En Viedma Piero cursó sus estudios secundario como seminarista. Foto: Lorenzo Brevi

Su historia de amor con la guitarra inició cuando se la pidió prestada a un compañero. “Un chico que estaba frente a mí tocaba ‘Zamba de mi esperanza’ y yo miraba dónde colocaba sus dedos”, recordó. Después de una rápida explicación de notas y acordes, se propuso practicar en los momentos que podía. “Un día hice la parodia de que me sentía mal y tenía que ir a enfermería.En ese momento, aprovechaba para hacer los acordes”, contó.

Como no quería molestar a sus compañeros que estaban internados, se le ocurrió una idea ingeniosa: “Hice los acordes con unos alambres y con eso, yo tocaba. Me hacía el enfermo para practicar”, concluyó el relato.

Durante mucho tiempo, Piero no trabajó en el país, pero si realizó giras en toda Latinoamérica y otros países del mundo. A pesar de esto, la relación con el público argentino sigue intacta.

“Somos de la familia”, aseguró y dijo que su show en la Fiesta de la Pera superó todo tipo de expectativas. “Para mi fue una sorpresa a muchos niveles, me da mucho placer ver que asistió gente de todo el Alto Valle”, expresó.

25 años de amistad


Si bien hace 16 años que Piero no se subía a una escenario en Allen, cada vez que puede el cantante regresa a la localidad para compartir con sus amistades y visitar los lugares en los que solía tocar su guitarra.

Lorenzo y Piero mantienen una amistad desde hace 30 años. Foto: Lorenzo Brevi

Lorenzo Brevi es uno de los vecinos de Allen que recibe a Piero cada vez que visita el Alto Valle y su familia se “viste” de fiesta cuando regresa al pueblo. “Con Piero tenemos una relación de más de 25 años”, comentó con orgullo. Mientras otras personas lo ven como un gran artista, Lorenzo y sus allegados lo reconocen como un integrante más de la familia.

“Es el regreso de un allense y nos da la oportunidad de sentirnos más allenses”, opinó Lorenzo y contó las sensaciones que genera su presencia. “Cada vez que viene aflora la felicidad del encuentro”, sostuvo Brevi y agregó que en esta oportunidad, el músico se acercó a la casa de una vecina de la infancia.

Piero se encontró con Sara Diomedi, quien fue su vecina en Allen. Foto: Lorenzo Brevi

Junto a Lorenzo, recorrieron lugares donde la magia de la música lo atrapó. El reconocido café Aurelio fue el punto de encuentro del cantante, sus músicos y la familia de Lorenzo. Ahí cantaron canciones “de cantinas” de otros grupos musicales y es donde los acordes comenzaron a fluir.

El allense regresó a tocar a su ciudad natal después de varios años de ausencia. Foto: Lorenzo Brevi.

“Es un buen tipo mi viejo”


Fiorella De Benedictis, hija de Piero, contó la experiencia de debutar como cantante en la Fiesta Nacional de la Pera ante un público de más de 30.000 personas. “Pensé que iba a estar nerviosa pero cuando subí al escenario disfruté mucho del momento y estar con mi papá”, contó la joven estudiante de Música.

La canción que ambos eligieron para interpretar en Allen fue “Mundo de fruta encendida”. La muchacha explicó que para ellos era la indicada para tocar en la Fiesta Nacional de la Pera.

Más allá del vínculo familiar que la une con su papá, la música formó parte de su vida desde pequeña y reconoce al músico como su máximo referente. “Además de mi papá, es mi maestro en la música, pero también en la vida. Lo admiro mucho”, concluyó.

Después de compartir escenario con su hija, el mismo Piero distinguió el talento de la muchacha de 19 años. “Agarransé los pantalones, tiene fuerza de una manera increíble”, lanzó.

Una noche de emociones


No faltaron los momentos especiales en el escenario de la Pera de Plata. Uno de ellos fue con el “Mono”, líder de Kapanga, conjunto rockero que tocó también en la Fiesta de la Pera 2023.

El líder de Kapanga rindió brindó un homenaje a una de las leyendas del rock argentino. Foto: Juan Thomes

“Este hombre tiene un montón de lágrimas en la cara. Se emocionó con todos ustedes y todavía no hicimos lo mejor, ¿verdad?”, dijo Piero tras interpretar “Miedo niño” junto a Martín Fabio. Por su parte, el “Mono”, hizo un homenaje que quedó grabado en la retina de cada persona que contempló lo que sucedía en el escenario en un domingo con broche de oro.

Una fiel seguidora desde México


Ivonne Rendon es mexicana y reside en Roca hace un año. Es fanática y seguidora de Piero desde su país natal. “Crecí escuchándolo en México. A mis padres le gustaba mucho su música”, contó. El cantante formó parte de momentos familiares importantes. “A mis primos les gustaba tocar sus canciones en la guitarra”, dijo en medio del recital en Allen.

Finalmente Ivonne cumplió el sueño de escuchar a su cantante favorito en vivo. Foto: Gentileza

Piero fue un ícono para los padres de Ivonne. Su música los contuvo en épocas difíciles, como en la matanza estudiantil que se conoce como «Masacre de Tlatelolco» que atravesó México en 1968. 

Estudiantes protestaban contra la falta de libertades en la Ciudad de México y demandaban mayores garantías políticas. «Un amigo de mi papá desapareció y nunca más lo vieron», recordó Ivonne. 

Al enterarse de la presencia del cantante, le comentó a su madre que lo podría escuchar en vivo. «Se puso a llorar de emoción. Le prometí enviar fotos y videos», contó la mujer de 42 años. 

Respecto al lazo musical que la une con su padre fallecido, Ivonne comentó adoraba la música argentina. «Con esto, ahora desde el cielo puedo tenerlo cerca», concluyó.


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