Por qué se conmemora a San Cayetano este 7 de agosto

Miles de devotos de todo el país se concentran para saludar al patrono de la paz, el pan y el trabajo. De qué se trata el origen de la tradición.

Mientras Argentina atraviesa una nueva y profunda crisis económica, como tantas otras veces, miles de fieles se convocaban este fin de semana para saludar y pedirle a San Cayetano, patrono de la paz, el pan y el trabajo.

San Cayetano nació el 1 de octubre de 1480, en Vicenza. Fue hijo del conde Gaspar de Thiene y de María di Porto, quien pertenecía a otra familia noble local. El más tarde santificado quedó huérfano de padre cuando tenía dos años, por lo que desde entonces, junto a sus hermanos, se dedicó al cuidado de su madre.

El nombre de Cayetano fue heredado de un tío fallecido, que era un canónigo docente de Derecho en la Universidad de Padua, donde él más tarde estudió y obtuvo los doctorados en derecho civil y canónico.

Según cuentan historiadores de la época, Cayetano fue presbítero y era reconocido por ayudar a enfermos en estado de extrema gravedad, además de por su lucha para reformar la Iglesia Católica.

Junto al beato Juan Marinoni creó los Montes de Piedad: organizaciones benéficas donde los más pobres podían obtener sumas de dinero empeñando sus pertenencias, y así satisfacer sus necesidades más básicas y primarias.

En 1518 retornó a Vicenza, donde atendió espiritualmente a los enfermos del hospital de la ciudad, actividad que repitió entre 1520 y 1523. Ese último año volvió a Roma, donde ya había creado la Cofradía del Amor Divino. Los últimos años de su vida, también fundó hospicios para adultos mayores y hospitales para la comunidad.

Cayetano enfermó gravemente en 1547 y finalmente murió el 7 de agosto, a los 66 años; su cuerpo reposa en Nápoles, Italia.

Fue beatificado el 8 de octubre de 1629, y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X, tras comprobarse que obró varios milagros.

San Cayetano es conmemorado por todas sus labores sociales relatadas y registradas, convocando a miles de fieles. En Argentina, los devotos acampan en las afueras del Santuario de San Cayetano, en el barrio de Liniers – Buenos Aires – donde está su principal oratorio; sin embargo, también hay réplicas de las actividades en todo el país.


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