“Me gusta ese sentido crítico argentino”

Gabriel Rabinovich, un científico cordobés y referente mundial en inmunoterapia, habla sobre los logros de su investigación para el desarrollo de nuevos tratamientos contra varios tipos de tumores malignos. Prevén iniciar en dos años las primeras pruebas en humanos.

Un novedoso enfoque científico que se aprovecha del propio sistema inmune humano para hacer frente a variadas formas de cáncer –incluido el de mamas– develó claves esperanzadoras también para las personas con diabetes 1, artritis o esclerosis múltiple, enfermedades estas de origen autoinmune.

El doctor en Inmunología Gabriel Rabinovich es un referente mundial en nuevas terapias contra el cáncer. Junto a su equipo de investigación espera confirmar, en unos cinco a siete años, la eficacia en humanos de un nuevo tratamiento para diversas formas de la enfermedad.

Uno de los logros principales de este investigador cordobés junto a un equipo de 30 científicos es el haber descubierto por qué algunos tipos de cáncer no responden a las terapias actuales, al tiempo que trabajan sobre la solución (ver infografía).

Además, a partir de ese mismo descubrimiento, encontraron herramientas para investigar la posible cura para ciertas enfermedades autoinmunes. Rabinovich visitó Bariloche, invitado por el Instituto Balseiro para brindar una charla para todo público. “Río Negro” lo entrevistó.

P- ¿El nuevo tratamiento para el cáncer serviría para distintas formas de la enfermedad?

R- Para algunas formas, como melanoma, para un tipo de cáncer hematológico, en cáncer de páncreas, en el glioblastoma (uno de los tumores del sistema nervioso), cáncer de mamas, es casi un mecanismo universal para una gran cantidad de tumores.

P- ¿Cómo se plantea la terapia?

R- El concepto es liberar los frenos de la respuesta inmune (de defensa del organismo) antitumoral, ese es el concepto de la inmunoterapia. Los linfocitos (del sistema inmune) llegan y se frenan, es como un auto que no puede avanzar hacia el tumor. Y lo que estamos descubriendo es cuáles son los frenos: uno lo descubrió un grupo de Japón, otro un equipo norteamericano y nosotros estamos trabajando con esta galectina 1, que la identificamos casi por casualidad, en el año 1993 durante mi tesis.

Muchos pacientes no responden a la inmunoterapia convencional; la idea es incorporar el antigalectina 1 para poder potenciar la respuesta inmunológica en esos casos.

P- ¿Cuándo tienen planificado comenzar con las pruebas clínicas (en humanos)?

R- Por ahora, lo que estamos haciendo es, una vez generados los anticuerpos, empezar ensayos preclínicos para ver la toxicidad. Es decir, probar en un nuevo grupo de animales que no es tóxica. Y una vez que veamos esto, que va a terminar a fines del año que viene, planeamos para el 2019, aproximadamente, ya tener un programa listo, también de transferencia, que incluya el comienzo de fase clínica o en pacientes.

P- Entonces, para no generar falsas expectativas, ¿sería un mínimo de diez años?

R- No… yo diría que esperemos que podamos acortarlo a cinco, siete años, más o menos, pero bueno, es difícil, es como ver la bola de cristal. Si tenemos suerte, en cinco años quizás podamos verlo combinado con otros, empezar a incorporar el antigalectina 1 para poder potenciar la respuesta inmunológica en ciertos casos.

Contra otras enfermedades

P- El mecanismo que descubrieron abrió la puerta para tratar enfermedades autoinmunes, ¿Cómo?

r- Este mecanismo se puede comportar como un héroe o como un villano. En el caso anterior sería el villano. Es decir, galectina 1 es producida por tumores, para poder eliminar la respuesta inmunológica, por lo tanto ahí es nuestro enemigo, hay que bloquearlo.

Pero, galectina 1 existe en nuestras células, en muy baja concentración, por lo cual no puede eliminar linfocitos, pero hay un momento en el cual sí actúa. Y es allí que es necesario eliminar linfocitos T.

Por ejemplo, para matar un virus o una bacteria se da una respuesta inmunológica, se generan miles de millones de linfocitos iguales. Llega un momento en que tienen que volver (la cantidad de linfocitos) a su tamaño normal; si no pueden dañar los tejidos propios y empiezan a causar autoinmunidad, el caso de la artritis (daño en articulaciones), esclerosis múltiple (en cerebro), tiroiditis (en glándula tiroidea), diabetes 1 (en páncreas).

Entonces nosotros pensamos: si galectina 1 naturalmente hace eso (lo publicamos en un paper en Nature Immunology en 2009) durante la resolución, por qué no construimos una galectina sintética similar a la galectina 1 endógena que, al revés de los tumores, en vez de ser una “antagonista” sea una “agonista”, que no tenga efectos tóxicos. Es decir que bloqueamos galectina 1 en cáncer y generamos más galectina 1 en estas enfermedades autoinmunes.

P- ¿Cómo se financian?

R- Nosotros estamos trabajando con dinero del Estado, del Ministerio, de la Fundación Sales. Todavía no hay ningún laboratorio que haya puesto dinero para esto. Nosotros queremos cuidarlo para que tenga un valor incremental nacional. Queremos defender la soberanía nacional en el sentido de que esta fue una proteína identificada acá en la Argentina, la función en Argentina… después se empezó a trabajar afuera. Pero la verdad es que queremos cuidarlo de manera tal que cuando lo tengamos ya con la fase clínica listo, es el momento de ofrecerlo. Pero, lo muy interesante es que hay compañías farmacéuticas que han expresado su interés por todas las plataformas. Por la plataforma de cáncer y por la plataforma de autoinmunidad.

En tanto, nosotros ahora junto con el Ministerio de Ciencia y Técnica y con el Conicet, estudiamos cuál puede ser el mejor programa de transferencia.

“Planeamos para el 2019 ya tener un programa listo, también de transferencia, que incluya el comienzo de fase clínica o en pacientes”.

Gabriel Rabinovich

Perfil

Rabinovich es una persona afable, habla con mucho entusiasmo sobre sus temas de estudio. Investigador del Conicet, vicedirector del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Ibyme) y director del Laboratorio de Inmunopatología, sus trabajos lo llevaron a recibir numerosos premios y distinciones; entre ellos este año ingresó como miembro extranjero asociado a la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos.

Gabriel Rabinovich fue convocado por la Red Argentina de Periodismo Científico (Radpc) para escribir el prólogo de su anuario donde se reúnen notas de periodistas científicos de todo el país. Allí el inmunólogo sostuvo que “el periodista científico argentino tiene un sentido crítico que no he visto en otros países”.

P- ¿Cómo ve la relación entre los científicos, el periodismo científico y la sociedad?

R- Durante estos años tuve la suerte de interaccionar con muchos periodistas científicos, de los diarios de Buenos Aires o de Córdoba, del interior y la verdad que lo que me gusta es esta cosa interdisciplinaria de meterse en diferentes campos, de pedir opiniones de otros científicos para poder validar las notas que hacen, me gusta ese sentido crítico muy argentino, que a veces en otros lugares del mundo uno no lo ve tanto.

Respecto de los científicos, me parece que falta que se animen más a difundir. Siempre pedimos más presupuesto, pero tenemos que contar lo que hacemos, porque si no la gente no sabe para qué pone el dinero que le sacan de sus impuestos o para qué una donación de una fundación. Y cuando conocen lo que hacen los argentinos y el valor que tiene en el resto del mundo, la gente se anima muchísimo más a donar, confiar en la ciencia argentina, sin apoyo social no podemos esperar el apoyo del gobierno. Yo creo que mucho de lo bueno que le pasó a la ciencia argentina en los diez años anteriores, tuvo que ver mucho también los medios de comunicación, como comunicaron la ciencia de una manera muy sólida

Quisiera agregar es que es un honor muy grande que me hayan invitado desde el Instituto Balseiro de la CNEA, para poder dar esta charla, estoy muy feliz. Hay muchos requerimientos por muchos lados, pero la verdad es que me habían invitado acá, Gonzalo Usaj, y no quise dejar de venir, es un placer, un honor muy grande.

El cáncer de mayor incidencia en el país
es el de mama, con
una tasa de 71 casos por cada 100.000 mujeres.

Datos

“Planeamos para el 2019 ya tener un programa listo, también de transferencia, que incluya el comienzo de fase clínica o en pacientes”.
El cáncer de mayor incidencia en el país
es el de mama, con
una tasa de 71 casos por cada 100.000 mujeres.

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