Río Negro: se realiza apenas una vasectomía por cada 60 ligaduras de trompas

Especialistas aseguran que detrás de estos números hay cuestiones culturales, temores infundados, prejuicios y mucho desconocimiento.

Salud reproductiva

Un hombre argentino se practica una vasectomía por cada 120 mujeres que se realizan ligaduras de trompas, según estadísticas del 2016. La proporción baja uno contra 60 cuando se mide en Río Negro. En el 2017, por ejemplo, hubo registro de 13 varones que decidieron esterilizarse en la provincia, frente a unas 620 mujeres.

Los especialistas y autoridades aseguran que detrás de esta desigualdad radican motivos culturales como mitos, temores infundados, tradiciones machistas, prejuicios y mucho desconocimiento.

A pesar de que la intervención masculina es mucho menos invasiva, menos costosa, requiere de menor tiempo de recuperación y conlleva menores riesgos, es la femenina la que se realiza con mucha más frecuencia.

La ley 3059 de fines de los 90 y sus modificatorias crearon el Programa de Salud Reproductiva y Sexualidad humana que incluye, entre otras cosas, la cobertura por parte de los hospitales y el Ipross de esta práctica. “Todos los establecimientos médico-asistenciales públicos o privados de salud, a través de sus servicios y con las estrategias de atención primaria de salud, brindarán las siguientes prestaciones: información y asesoramiento sobre los métodos anticonceptivos disponibles: su correcta utilización, su efectividad, sus contraindicaciones, ventajas y desventajas. Prescripción, colocación y/o suministro de anticonceptivos. Aplicación de métodos de contracepción quirúrgica tales como ligadura de trompas de falopio y vasectomía. Controles de salud, estudios previos y posteriores a la prescripción y utilización de anticonceptivos y aplicación de métodos de contracepción quirúrgica. Información y asesoramiento sobre prevención de cáncer genitomamario y de enfermedades de transmisión sexual, especialmente el SIDA”, expresa el texto de la norma.

La jefa del Departamento responsable del cumplimiento de esta ley, Sileny Wuelke, sostuvo que la utilización masiva de este método anticonceptivo para los hombres “requiere de un cambio cultural”.

Ejemplificó que de las 633 cirugías anticonceptivas registradas en la provincia en el 2017 sólo 13 fueron vasectomías y en el 2014, de 606, sólo 6.

“La vasectomía se incluye en la ley provincial 3059 en 1999 antes de la ley nacional de salud sexual y reproducción responsable. Río Negro es una de las provincias pioneras en el país en crear un programa de salud reproductiva”, explicó la médica. Tal vez allí radique que aquí el porcentaje de intervenciones en hombres sea algo menos bajo que en el resto del país, en relación a las ligaduras de trompas.

Wuelke destaca que “cada cual tiene la opción y el derecho de reproducirse o no, de tener o no hijos, cuestión que cuesta entender aún a los trabajadores de Salud porque venimos de un viejo modelo hegemónico en el que impera el patriarcado”.

Informó que “la ley establece la gratuidad del procedimiento y las obras sociales lo tienen que cubrir. La problemática en el sistema de salud siempre se ha centrado en la mujer porque siempre fue alta la morbimortalidad materna, siempre hubo tantas cuestiones a priorizar y resolver primero que esta temática no ha quedado desatendida pero sí postergada, también por cuestiones culturales”.

Las estadísticas marcan que “nunca se superaron las 20 vasectomías al año en la provincia”. La baja cantidad denota los miedos de los hombres, el machismo y también la poca disponibilidad de profesionales especializados. “Son muchos más los ginecólogos que los urólogos, pero también eso tiene que ver con la demanda, en Río Negro no debe haber más de 20 urólogos”, confiesa Wuelke.

Actualmente, se está promoviendo la vasectomía sin bisturí, un método que aún no se está usando en Río Negro porque falta personal capacitado pero se están formando en México. La mecánica es aún más sencilla.

“En salud sexual el cuidado está proyectado básicamente en la mujer, eso también hay que modificarlo”, asegura la médica.

En números

Los números de Neuquén

Las cifras de vasectomías de Neuquén también son bajas, pero no tanto como en Río Negro. En lo que va del 2018 se practicaron diez en el hospital Heller, la maternidad pública más grande de la capital. El año pasado apenas fueron cuatro.

“La intervención no dura más de 40 minutos, durante los cuales se ligan los conductos mediante dos pequeñas escisiones de 1,5 cm”

Rodolfo Guerrisi, urólogo del ámbito privado.

“Río Negro es una de las provincias pioneras en la Argentina en crear un programa de salud reproductiva”

Sileny Wuelke, jefa de Departamento

“Googleé y leí para descartar temores”

Gabriel tiene 50 años y se realizó la vasectomía hace 5. “La idea estaba desde hace mucho. Cuando me separé decidí no tener más hijos, y al conocer a mi nueva pareja nos planteamos entre los dos qué posibilidades había de que uno de los dos se operara”, contó a “Río Negro”.

“Evaluando las dos posibilidades nos dimos cuenta de que la vasectomía es mucho más simple que la ligadura de trompas, es muy sencillo: te lleva máximo una hora de quirófano y es ambulatoria, porque te hacés la intervención, descansás un ratito y ya te podés ir a tu casa”, relata.

No niega que tuvo que averiguar mucho y combatir los temores y los mitos. “Googleé para ver qué pasaba con la erección y acerca de todos esos miedos que tenemos los hombres, y todos los testimonios daban cuenta de que si había algún problema no tenía que ver con la vasectomía sino con cuestiones mentales de la persona. Todos los rollos que a uno se le pueden cruzar por la cabeza, desde la castración o la comparación con los animales capados, nada de eso es real, el funcionamiento sexual hasta mejora después de la vasectomía porque uno se quita el temor a un posible embarazo”, relata.

Tras la primera charla con una médica clínica que reforzó la inquietud sobre cuál de los dos podría ser objeto de la intervención, Gabriel tuvo una consulta con el urólogo, quien profundizó acerca de si estaba o no convencido de la decisión. Resuelta la cuestión, con un par de análisis menores para ver la tolerancia a la anestesia local y con la cobertura casi total de la obra social, el paciente pudo intervenirse.

“Después hay un período donde hay una inflamación de unos días, durante tres meses hay que tener relaciones con preservativos porque quedan espermatozoides en los conductos y ahí hay que hacerse un análisis de esperma que determina la esterilización plena”, cuenta.

Para volver a tener relaciones sexuales después de la operación hay que esperar entre 15 días y un mes, en función de la recuperación de cada persona.

“Las sensaciones de placer son las mismas, la eyaculación es igual aunque puede modificar mínimamente el aspecto y consistencia del semen porque queda sólo el líquido en el que son transportados los espermatozoides”, afirma.

Concluye que “hay una cosa muy machista en esto, porque uno cree que va a dejar de ser hombre o dice por qué se la va a hacer uno, que se la haga ella, por eso no hay muchos hombres que accedan. Yo convencí a varios en mi trabajo, y creo que no hay que ocultarlo, está bueno compartir la información”.

“Hay una cosa muy machista en esto, porque uno cree que va a dejar de ser hombre, o dice por qué se la va a hacer uno”

Gabriel, uno de los que accedió a operarse

Hay muchos más ginecólogos/as que urólogos en Río Negro. Esto está relacionado con la demanda que tiene cada uno.

Los profesionales

La ley establece la gratuidad del procedimiento en el ámbito de la provincia de Río Negro y las obras sociales están obligadas a cubrirlo.

Sin costo para el paciente

Datos

3059
es el número de la ley de fines de los 90 que crea el Programa de Salud Reproductiva, que incluye estas intervenciones.
10
vasectomías se practicaron en el hospital Heller de la capital neuquina en lo que va del año. En 2017 sólo cuatro.
“La intervención no dura más de 40 minutos, durante los cuales se ligan los conductos mediante dos pequeñas escisiones de 1,5 cm”
“Río Negro es una de las provincias pioneras en la Argentina en crear un programa de salud reproductiva”
“Hay una cosa muy machista en esto, porque uno cree que va a dejar de ser hombre, o dice por qué se la va a hacer uno”

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