Una casa que cuenta la vida de Villa Regina

Fue una de las primeras construcciones que se levantaron en la naciente colonia Regina Paccini de Alvear y desde ese lugar se fue creando la historia de esta localidad. Su primer destino fue el de ser la vivienda de Felipe Bonoli, fundador de la ciudad, al tiempo de permitir el funcionamiento de las oficinas administrativas de la Compañía Italo Argentina de Colonización.

Esta casa construida sobre la margen sur del arroyo Salado, rodeada por las calles Florencio Sánchez, Uruguay y Brasil, sobrevivió al paso de los años, y actualmente es la sede del Museo Histórico Felipe Bonoli.

Pero la construcción fue mucho más que una vivienda y el museo, entre sus paredes funcionaron escuelas, fue el punto de encuentro para celebraciones religiosas y festejos, y el lugar para dar hospedaje a visitantes “ilustres” -funcionarios de distintos gobiernos y artistas- que llegaban a Regina en los primeros años de la ciudad.

Desde 1993, la construcción fue declarada monumento histórico y habilitada como museo que se fue nutriendo de distintos elementos que donaron vecinos para tener siempre presente la vida de los inmigrantes que llegaron a este punto del Alto Valle.

Es el punto de encuentro con la historia local y los chicos de las escuelas recorren las distintas salas donde se reflejan momentos de la vida la colonia; pero también se abre a las visitas generales.

El edificio se encuentra abierto, aunque desde hace algunas semanas está en un proceso de reacondicionamiento. Por ejemplo se plantea recuperar el ingreso original a la casa, sobre el lateral noreste de la construcción.

La Colonia Regina nació en 1924 y en 1925 construyó esta casa para recibir a los inmigrantes que llegaban, se disponía de la entrega de tierras en la zona rural y de las maquinarias necesarias para realizar las tareas de emparejamiento y siembra.

Por ser una de las primeras edificaciones, en la casa se recibía y daba hospedaje a funcionarios y artistas que llegaban a este lugar, al tiempo que también se realizaron las primeras misas, comuniones y celebraciones de Navidad.

La vieja casa dejó de cumplir esas funciones años más tarde y en 1948 comenzó a funcionar en el lugar la Escuela Monotécnica, hasta que en 1952 se habilitó en este mismo lugar el funcionamiento de la Escuela Primaria N° 58 -hoy ubicada en el barrio Belgrano-, para posteriormente volver a transformarse en vivienda, hasta que en 1963 la propiedad fue adquirida por el municipio.

Durante varios años, el edificio no tuvo un destino cierto, hasta que en el 1987 comenzó a proyectarse el museo que finalmente se habilitó en 1992 y un año más tarde la edificación fue declarada como monumento histórico de la ciudad.