Una empresa para cambiar el asistencialismo por el trabajo

Usuarios del servicio de Salud Mental del hospital de Bariloche conformaron un emprendimiento comercial de índole social que les permite ganar dinero y recorrer el camino terapéutico.

Tomaron distancia del paradigma asistencialista y con la idea de focalizar el trabajo en el acompañamiento y el empoderamiento, nació Maquinando, una empresa social conformada por nueve usuarios del servicio de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo.

Funciona en el primer piso del centro cultural Camino Abierto, en el barrio Ñireco. El espacio es reducido pero no se amedrentan. El desafío del equipo es sacar adelante los pedidos pendientes.

Camino Abierto surgió en el 2008 para lograr la inserción social y laboral de las personas con discapacidad mental que concurrían al hospital. “Comenzamos con talleres de costura, deportivos y culturales porque formaba parte de los saberes de quienes integrábamos el centro”, relató Patricia Franco, que hace malabares para coordinador el centro cultural y a la vez, la empresa social.

“Poco a poco -agregó la psicóloga social- surgió la idea de transformar uno de los talleres productivos llamado Mostrando la Hilacha en una posible salida laboral. Fuimos maquinando, maquinando y así surgió la empresa que hoy lleva este nombre”.

El trabajo comenzó muy de a poco. El grupo fue recibiendo donaciones de ropa, desechos y algunas telas que como tenían algunos defectos no se podían vender. En ese momento, comenzaron a confeccionar alfombras para el baño y para la cama, con más éxito del esperado.

“Me acuerdo de que al principio yo les decía: ‘¿si algo sale desprolijo vos lo comprarías?’. Si la respuesta es no, entonces no lo puedo salir a vender. La idea fue salir a competir de igual a igual”, señaló Franco, que allá por 2010 participó de una capacitación en economía social y solidaria destinada a trabajadores de Salud Mental dictada por la Universidad Nacional de Quilmes.

El primer empujón, coincidieron, fue un acuerdo con una fundación italiana que facilitaba equipamiento a emprendimientos con la intención de transformarse en empresas sociales. La iniciativa de Bariloche resultó beneficiada y recibió máquinas de coser industriales y familiares y rollos de telas.

Las bolsas reutilizables para los supermercados fue el primer trabajo formal que realizó Maquinando, a partir de la ordenanza que prohibía las plásticas en 2012. “Esto empezó a solidificar nuestro emprendimiento”, reconocieron.

Hoy, el local de ropa de montaña Tierra de Mestizos compra las bolsas a esa empresa para entregar su mercadería a los clientes. También realizan las bolsas para los vehículos que entrega en cada acto la Mesa 6 de Septiembre, creada para generar conciencia sobre el consumo responsable de bebidas alcohólicas.

“El interés de esta empresa social es romper con contradicciones grandes: o somos asistencialistas o nos metemos en un mundo del trabajo. La libertad es terapéutica. Así se va a curar la gente”, sentenció Franco.

Mariana, una de las usuarias encargada de los registros de venta y la serigrafía, junto a Daniel, aseguró que “el trabajo es como una changa. No podemos sobrevivir con esto todavía pero lo importante es que estamos contenidos en un espacio haciendo una actividad laboral”.

Otra integrante, Gloria, coincidió: “Ayuda un montonazo. En otro lado, estaríamos preocupados por lo que nos diga el jefe. Acá tomamos decisiones y estamos contenidos. Tenemos la tranquilidad de que si se nos escapa algo de las manos, siempre hay alguien que nos ayude a salir del paso”.

“Angie” fue una de las primeras integrantes de Maquinando que tiempo después, comenzó a trabajar en el estacionamiento medido. Hace unos meses, sufrió una crisis y debió estar internada un mes. Durante su tratamiento de revinculación, regresó a Maquinando pero ahora espera volver a su antiguo trabajo.

Mirta empezó a trabajar hace dos años y hoy hace el “control de calidad”, dobla la mercadería y realiza el conteo. “Falto mucho -reconoció- me cuesta venir aunque después la paso bien y me hace bien”..

Todos conocen las tareas pero cada uno trabaja en lo que le gusta. Y son socios. Deben asumir responsabilidades y compromiso y esa es justamente la diferencia con un taller: “al taller voy, si tengo ganas. Con la empresa tengo una obligación”.

Franco explicó que “normalmente caemos en el asistencialismo: ‘yo te llevo, yo te hago, yo te traigo, no importa si salió feo’. Acá hacemos hincapié en la responsabilidad y en lo que significa el trabajo. ‘Tengo que comprometerme porque tengo una entrega. Si hago el tratamiento y tomo la medicación como corresponde en tiempo y forma –y no lo mezclo con alcohol– puedo rendir mucho más y la memoria me acompaña”.

Las bolsas de tela son la principal producción de esta empresa social.

La cerámica es por ahora un taller, pero la idea es que también se transforme en una empresa social.

Hay seis empresas sociales en Río Negro

Bariloche: Maquinando, una empresa social de costura.

Viedma: una empresa social de costura, panificadora, carpintería y plantas ornamentales y aromáticas representada por AMAS (Asociación Manos Abiertas y Solidarias).

Maquinchao: parador municipal “Un nuevo comienzo” desde febrero del 2017.

Cipolletti: “Crecer juntos” desde agosto del 2017.

Valcheta: “Lavadero de ropa”, en proyecto. Desde marzo del 2017.

El Bolsón: Cooperativa de trabajo de Salud Mental, desde junio del 2017.

Fortalecerlos y empoderarlos

Unas 120 personas usuarios del servicio de Salud Mental del hospital concurren al centro cultural Camino Abierto que ya cumplió 10 años y, según aclaran, no es un hospital de día. Otras 40 personas –que no son usuarios– participan también de las actividades.

Actualmente, se brindan 12 talleres. “La intención es que las personas se vinculen, se diviertan, la pasen bien y fortalecerlos en su derecho. Empoderarlos porque pasan por muchas injusticias. Hacemos muchas fiestas, muchas salidas”, dijo Franco.

El próximo taller productivo de Camino Abierto que analizan convertir en empresa social es Cerámica Ser, pero por ahora está en proceso.

La ropa hospitalaria para estudiantes

Si bien el fuerte de Maquinando es la elaboración de bolsas, también han recibido varios pedidos para la elaboración de ambos de enfermería. Con el personal hospitalario, esta “empresa social en salud” cuenta con un público cautivo.

“La carrera de Enfermería Comunitaria de la Universidad del Comahue les pidió a sus estudiantes que nos compren los ambos a nosotros. Entre todos hicimos uno: un pantalón azul con una chaqueta blanca con el logo de la institución”, explicó Gloria, una de las integrantes de Maquinando.

“Para que funcione una empresa así deber ser mixta: usuarios de Salud Mental y no usuarios. Hoy solo yo pongo la pata mixta”.

Patricia Franco, coordinadora de Camino Abierto.

“Soñamos crecer y tener más trabajo. Hace mucho que no entra trabajo nuevo. Extrañamos la presión de una entrega”.

Gloria, una de las usuarias que participa de Maquinando.

Los usuarios de Salud Mental incorporan conocimientos mientras toman responsabilidades.
Alfredo Leiva

del servicio de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo concurren a las actividades de Camino Abierto. Hay 40 no usuarios que también van.

120 personas

Datos

El próximo taller productivo de Camino Abierto que analizan convertir en empresa social es Cerámica Ser, pero por ahora está en proceso.
“Para que funcione una empresa así deber ser mixta: usuarios de Salud Mental y no usuarios. Hoy solo yo pongo la pata mixta”.
“Soñamos crecer y tener más trabajo. Hace mucho que no entra trabajo nuevo. Extrañamos la presión de una entrega”.

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