Por ordenanza, los prestadores deberán exigirles a los turistas el pago del plus por alojarse en Las Grutas
También rige para SAO y el Puerto. Se aprobó una modificación de la norma de 2019. En ella remarcan que demandar el pago del tributo será una tarea de los privados
Endurecerán el cobro de la ecotasa, el plus que, desde octubre, hay que pagar por alojarse en el éjido
A días del lanzamiento de la temporada de verano, que arrancará oficialmente este viernes, los concejales aprobaron la modificación de la ordenanza que habilitó el pago de un plus por pernoctar en cualquier tipo de alojamiento del éjido (Las Grutas, San Antonio o el Puerto San Antonio Este).
La novedad es que el cambio endurece la medida, ya que ahora se subraya que los prestadores deberán “exigir” el pago del tributo en el momento en el que los viajeros ingresen al alojamiento. Si se niegan a hacerlo deberán llamar automáticamente a un número que el municipio habilitará para tal fin. Luego de eso se desconoce que acción tomaría la comuna para disuadir al turista, porque esa consecuencia no se aclara en la nueva normativa.
La modificación, que hasta ahora desconocen el grueso de los comerciantes, variará radicalmente el rol que ellos deberán asumir ante la gestión del pago de ese extra o ‘ecotasa’. Porque el estado municipal pondrá sobre sus hombros la obligación de demandar sí o sí ese tributo.
Es más, aunque no entró dentro de las modificaciones que se aprobaron, la municipalidad pensaba ir más allá. Planeaba sancionar a los prestadores con multas que irían de los 1 a los 10 USAM (que equivalen a un máximo de $150.000) si sus pasajeros abandonaban el destino sin efectuar el pago de ese plus.
“Esto lo presentaron, a instancias del intendente Adrián Casadei, los secretarios de gobierno y de hacienda (Nicolás Carasalle y Matías Hermo). Esa primera modificatoria incluía esas fuertes sanciones a los prestadores cuyos pasajeros se fueran del lugar sin pagar la tasa. Era una locura que se rechazó. Pero lo otro fue aprobado, en una sesión extraordinaria, que se realizó el viernes último” relató Matías Rodríguez, el concejal del radicalismo, que es uno de los dos ediles opositores con los que cuenta el Concejo.
También se modificó el sistema de cobro para el tributo, ya que la modalidad de recaudación a través del código QR no estaba prevista en la normativa de 2019.
Ahora habrá que esperar las repercusiones que estos cambios generen entre los comerciantes, que deberán tener un rol activo y velar por el control del pago.
Cabe recordar que la ecotasa es una suerte de impuesto al turismo que prevé que todos los que tengan desde 14 años en adelante y se alojen en cualquiera de las plantas urbanas (Las Grutas, San Antonio y el Puerto San Antonio Este) paguen un plus por su estadía.
Los montos varían según la categoría del alojamiento, y se cobran por un máximo de tres días, aunque la estadía se extienda por un lapso más amplio.
Esos valores son $234 diarios para alojamientos de una estrella, $404 para los de dos, $617 para los de tres, $170 un cámping y $234 por día en el caso de los jubilados, más allá del lugar que elijan para el pernocte.
El plus deberá pagarse aparte, a través de un código QR que facilitará el prestador. Los valores actualmente vigentes se mantendrán a lo largo de todo el verano.
El dinero servirá para que la Municipalidad financie obras vinculadas a infraestructura turística. La decisión de cuáles serán corresponderá a una comisión que conformarán miembros de las áreas de Turismo, Planificación, Obras Públicas y representantes de hotelería y del gremio de la construcción.
El tributo entró en vigencia durante el feriado del 12 de octubre, sin que los turistas recibieran información previa. La ordenanza que lo habilitó data de 2019, pero su instrumentación quedó frenada por la pandemia y recién se materializó este año.
El tema genera una alta resistencia entre los prestadores. Hay quiénes la apoyan, pero incluso ésos consideran que no es momento de aplicarla, debido al contexto económico, que no es afín a la idea de sumarle un costo extra a los viajeros, debido a la grave crisis inflacionaria.
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