Vacaciones gasoleras en Las Grutas: campings, pizza y ‘avivadas’ para alojarse 8 donde entran 4

El verano arrancó complicado y se siente el impacto de la inflación en los bolsillos de los turistas, que inventan mil “rebusques” para gastar lo menos posible.

Campings llenos y con miles de consultas para el resto del verano. Pero con parrillas poco utilizadas, ya que salen más los sándwiches que el asado.  Restaurantes en los que casi ni se piden mariscos, y se sostienen con la venta de pizzas. Estadías de dos o tres días y hasta ‘avivadas’ modelo 2023. ¿Cuáles? Alquilar casas o departamentos para 4 personas, y dejar entrar al resto de la familia una vez que se obtuvo la llave. Para que se acomoden 6 u 8. O más, poniendo una carpa en el patio.

Este es el panorama del arranque del verano en Las Grutas, que, según coinciden comerciantes y prestadores, empezó con menos turistas que el año pasado. Y con tendencias que muestran a las claras que los bolsillos están flacos, y que la gente se las está ingeniando como puede para no privarse de sus vacaciones. Aunque, a veces, esos recursos sean extremos.

“Lo de entrar con más personas una vez que se presentaron los que te alquilaron la casa o el departamento y les diste la llave lo están haciendo mucho. Les pasa a los que no tienen complejos, y ofrecen propiedades individuales. Porque cuando todas las viviendas comparten un mismo espacio el control es mayor” relató uno de los prestadores del balneario.

“Para este ‘finde’ de despedida de año se vio mucho. A varios colegas les avisaron que les habían puesto hasta una carpa en el jardín.  O se daban cuenta solos al recibir una queja por la falla de algún servicio, y se percataban de que lo que estaba mal era la sobredemanda, porque donde les habían alquilado a 4 ahora había 8” sostuvo el comerciante, que arrenda varias viviendas en la zona de Terraza al Mar.

A veces no hay otra opción que usar los campings

El auge de los campings es otro dato. “Siempre tenemos al público que le gusta acampar, pero están los que lo hacen porque no les queda otra, y estas vacaciones se ve que hay muchos de ésos. En diciembre igual se vio menos movimiento que el año pasado, pero es alto el nivel de consultas. Nosotros no hacemos reservas, así que el que pide precio después se puede acomodar si hay disponibilidad al llegar” contó Marcelo, del camping Oasis.

También aportó otro indicio de que las cosas se “notan complicadas”. “Se ve en las parrillas. No siempre sale asado, la gente trata de ahorrar lo más posible. De hecho el 31 muchos cortaron los festejos bien temprano, después del brindis” recordó.

Otro que puede dar fe de que la restricción en los gastos llegó también a los alimentos es Marcelo, que alquila un restó en la tercera bajada. “Se venden pizzas y minutas. Mariscos casi no están pidiendo. Y hasta ahora hubo sólo gente de lugares cercanos, como del Alto Valle y Neuquén, pero en menor cantidad que en otras temporadas” detalló.

Finalmente todos coincidieron en que acotar al máximo las estadías parece ser otro de los recursos para afrontar la crisis . “La idea se ve que es no privarse de viajar, pero cuidando a fondo los gastos. La mayoría de los que vinieron para la despedida de año se quedaron sólo dos días” siguió contando el gastronómico, que también posee propiedades en alquiler turístico.

Lo cierto es que hay mucha expectativa por lo que ocurrirá tras el día de Reyes, que es el momento en el que, tradicionalmente, se completa la llegada de los turistas que vacacionarán durante la primera quincena. “Lo más probable es que sea un verano con un público que llegue durante los fines de semana” aventuró el titular del cámping. Una idea que comparten el grueso de los prestadores.


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