Y entre casas abandonadas, un paraíso agrícolo-ganadero

Entre las viviendas abandonadas, cruzando la única calle del paraje junto a la escuela y la Iglesia, comienza una propiedad privada que pertenece a un empresario de nacionalidad chilena. El sector tiene unas 20.000 hectáreas para la explotación agrícolo-ganadera. La estancia cuenta con dos viviendas que son ocupadas por familias de empleados del campo, también provenientes de Chile. Tendría un número importante de animales y cuenta con alfalfa, sorgo, maíz y cebolla. Algunos datos dan cuenta que la producción tiene 35 km de costa de río, lo que permite un tener un sistema de riego de pivot de 650 metros, regándose aproximadamente 220 hectáreas. También cuenta con 95 hectáreas con sistema de riego por hidrante para el equipo Roller existente, equipos que quedan dentro del campo y son movidos por energía eléctrica, subsidiada en un 80% por corresponder a zona marginal y promocional. El sistema tradicional de riego por manto abarca otras 110 hectáreas, con posibilidad de aumentar la zona de riego de 3.500 a 4.500 has, según estudios avalados por el INTA. El enorme predio tiene 14 potreros, 11 corrales, red de agua potable en todos los lotes, galpón de 620 m2, la casa del propietario de 300 m2 cubiertos, con 5 habitaciones, 4 baños, cocina, living, oficinas, quincho en la costa del río, tres cocheras, además de contar con un parque de frutales, arboledas e invernaderos. Cuatro casas amplias para el personal, entre otras comodidades.


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