Sorprende el poco frío de este invierno

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Los registros de temperatura y precipitaciones en lo que va del invierno están señalando valores muy desajustados respecto de los promedios históricos. El tiempo en esta ciudad y su región circundante se está presentando inusualmente seco y con una marcada ausencia de heladas, aunque los expertos aseguran que «cada cinco o seis años» aparecen variaciones de este tipo.

Durante junio las precipitaciones en Bariloche no superaron los 60 milímetros -cuando la media para ese mes es de 127 milímetros- y en lo que va de julio cayeron apenas 25 milímetros (contando la abundante lluvia de ayer), de manera que será difícil llegar a los 154,5 mm del promedio.

Por lógica, el déficit de las precipitaciones también se refleja en la falta de nieve. Las calles de la ciudad recibieron un par de nevadas a fines de mayo y la última vez que su cubrieron de blanco fue el pasado 7 de junio; desde entonces, todo fue tensa espera. El pronóstico recién anuncia nevadas aisladas para hoy.

Las precisiones sobre la inesperada sequía invernal fueron proporcionadas por el meteorólogo local Gilberto Tadeo, cuyos termómetros registraron también temperaturas por encima de lo normal. Durante las últimas tres semanas fueron muy contadas las veces en que la escala de mercurio bajó de cero, y el promedio alcanzó los 3,8 grados, claramente por encima del promedio histórico de julio que es de 2,9 grados. Las particularidades meteorológicas que trajo este invierno traen consecuencias sobre cuestiones tan variadas como la expectativa de los turistas, el brote de muchas plantas y el riesgo de incendios durante el próximo verano.

La escasez de nieve provocó inquietud en el empresariado debido a que los esquiadores pierden interés en viajar a este y otros centros invernales y también es un factor que pesa a la hora de atraer turistas indecisos.

Tadeo explicó que estos valores de temperatura y precipitación, si bien aparecen muy alejados de los promedios, «suelen darse cada 5 o 6 años». Recordó que a comienzos de junio, cuando hubo intensos fríos y bastante nieve, su pronóstico era de un invierno seco y relativamente cálido, que finalmente se cumplió.

Cree que en adelante puede haber «algunas nevaditas», pero la tendencia se mantendrá hasta el final del invierno. Tadeo dijo que «lo usual es que nieve fuerte en junio y luego en julio se mantenga con grandes heladas». Pero este año no hubo nada de eso. Según el meteorólogo, cuando hay tan pocas precipitaciones invernales «importa extremar los cuidados en verano porque sube muchísimo el riesgo de incendios forestales».


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