Sorpresa alemana en San Sebastián

Schussangst se convirtió ayer en el filme que se alzó entre abucheos con la Concha de Oro a la mejor película en la 51 Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.

SAN SEBASTIáN, (DPA).- La película alemana «Schussangst» («Miedo a disparar»), del realizador georgiano Dito Tsintsadze, se alzó ayer con la Concha de Oro de la 51 edición del Festival de Cine de San Sebastián.

El premio fue recibido con un clamoroso abucheo por parte de la crítica especializada ya que este drama contenido sobre la soledad y la desintegración de un muchacho de provincia en la gran ciudad no figuraba entre las favoritas.

Basada en la novela homónima de Dirk Kurbjuweit, también guionista de la cinta, «Schussangst», la tercera película de Tsintsadze, retrata las carencias y problemas que sufren los personajes de esta historia ambientada en la actualidad y protagonizada por Fabian Hinrichs y Lavinia Wilson.

El resto del palmarés, sin embargo, fue muy bien recibido. La ovación fue unánime para los premios a la mejor interpretación que han recaído en los españoles Luis Tosar y Laia Marull, un matrimonio marcado por la violencia doméstica en «Te doy mis ojos», de Icíar Bollaín «The Station Agent», del debutante Tom McCarthy, era una de las películas que más gustó y finalmente se llevó el Premio Especial del Jurado por «ser una película que habla de la soledad de una manera sencilla, divertida y milagrosamente no sentimental».

Algo menos entusiasta fue el aplauso para el surcoreano Bong Joon- ho, que se llevó la Concha de Plata al mejor director por su segunda película, «Sa-lin-eui chu-eok» («Memories of a Murder»), así como el premio de la FIPRESCI, la crítica especializada.

El jurado internacional, que finalmente se quedó sin presidente al cancelar en el último momento su asistencia el actor norteamericano Chazz Palminteri, estuvo integrado entre otros por la actriz española Silvia Munt y el realizador argentino-brasileño Héctor Babenco, quien actuó como portavoz.

El cineasta vasco Julio Medem («Lucía y el sexo») difícilmente olvidará la 51 edición del festival por el revuelo que se armó con «La pelota vasca», el documental sobre el conflicto en el País Vasco del que todo el mundo opinó antes de ser proyectado.

El espinoso tema que aborda levantó ampollas principalmente entre los sectores conservadores que se rehusaron a participar en el documental, que finalmente fue ovacionado sobre todo por la propuesta de diálogo que contiene para una solución pacífic del conflicto.

La 51 edición del certamen español, uno de los cuatro grandes del mundo, cierra sus puertas con el sabor agridulce de haber presentado buenas películas en la sección oficial, aunque ninguna de ellas ha recibido un aplauso atronador.

Se apostó por el cine emergente, el de los nuevos valores, y ha quedado constatado a lo largo de estos diez días que talento hay, aunque ahora tan sólo quede pulirlo.

Casi todos los premios recayeron prácticamente en realizadores noveles o que han rodado su tercer largometraje. También se hizo una apuesta importante por el cine de habla hispana en la sección oficial y, a juzgar por los aplausos que recibieron por parte de prensa y público «Suite Habana», de Fernando Pérez, «Te doy mis ojos», de Bollaín, o «En la ciudad», de su compatriota Cesc Gay, ha funcionado. En cuanto al glamour, este año el festival anduvo modesto de esas estrellas que siempre acaparan todos los flashes. Sin embargo entregó al Premio Donostia que reconoce una trayectoria a tres personalidades indiscutibles en el mundo de la interpretación: Isabelle Huppert, Robert Duvall y Sean Penn.

SAN SEBASTIáN (DPA).- «Cautiva», la primera película del realizador argentino Gastón Birabén, fue distinguida ayer con el premio de la sección Horizontes Latinos del Festival de Cine de San Sebastián.

El premio, dotado con 18.000 euros y que va destinado al director de la película, ha sido entregado por un jurado presidido por el realizador mexicano Arturo Ripstein («Profundo carmesí»).

Presentada el año pasado en el proyecto Cine en Construcción, una iniciativa del festival de San Sebastián y el latino de Tolouse en el que se ayuda a largometrajes seleccionados a completar su financiación, «Cautiva» se centra en la vida de una quinceañera a la que un día un juez le revela que es hija de desaparecidos durante la dictadura argentina de los 70. Ella se niega a aceptar esa realidad y rechaza a la abuela que durante años luchó por encontrarla.

Al recoger el premio, su director se mostró muy emocionado, puesto que tardó ocho años en poder materializar este proyecto que concluyó justo una semana antes de que arrancara el Festival Argentina ha sido el país más representado, con nueve de los quince títulos proyectados en esta sección dedicada al cine latinoamericano. El jurado dio sendas menciones especiales a «El fondo del mar», del argentino Damián Szifron, y «El hombre del año», del brasileño José Henrique Fonseca.


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