Sorpresiva reunión de De la Rúa con «Chacho»

BUENOS AIRES- Por primera vez después de la renuncia del ex vicepresidente, el jefe de Estado, Fernando De la Rúa, y Carlos Alvarez cenaron anoche en la residencia de Olivos, en un encuentro que fue calificado de «cordial y afectuoso» y en el que se habría revisado en profundidad el presupuesto nacional del 2001, cuestionado por el Frepaso.

La situación económica nacional y los problemas para el tratamiento del Presupuesto 2001 se convirtieron finalmente en los disparadores de la cumbre.

La determinación de encontrase anoche en Olivos se había consolidado tras la decisión de la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados de comenzar a tratar hoy las pautas económicas para el próximo año, que ya han recogido fuertes rechazos de parte de gobernadores justicialista.

El foco de resistencia que el Presupuesto había originado en el Frepaso y en algunos sectores radicales, forzó a Alvarez a dejar de lado la resistencia a reunirse con De la Rúa para tratar cuestiones políticas, hasta tanto el jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, estuviera fuera del gobierno.

La duración del encuentro, de aproximadamente una hora y media, deja en evidencia que no todos los temas sensibles que surgieron tras la renuncia de Alvarez fueron abordados en la reunión, por lo que no se descartaría una nueva minicumbre antes que De la Rúa viaje a España el martes.

Este primer encuentro entre De la Rúa y Alvarez podría convertirse en una cabecera de playa para conversaciones posteriores, a través de las cuales, la UCR procure incorporar nuevos dirigentes del Frepaso a la segunda línea del gobierno para consolidar la coalición.

Antes de entrar de lleno en la cuestión económica, hubo un tiempo para repasar la crisis que dejó a Alvarez fuera del gobierno. Tanto De la Rúa como Alvarez no fueron esquivos a la hora de hablar de la dimisión del vicepresidente, aunque lo hicieron con cautela para no agregar elementos irritativos en este primer encuentro.

Ambos insistieron en la necesidad de consolidar la Alianza, pero dieron argumentos para sostener sus respectivas posturas, que finalmente derivaron en la renuncia de Alvarez.

Trascendió que como una señal que evite mayores daños a la Alianza, De la Rúa y Alvarez habrían acordado analizar la posibilidad de introducir algunos cambios en el Presupuesto 2001.

También coincidieron en la necesidad de implementar políticas sociales que den respuesta a los reclamos de los sectores más afectados de la sociedad por los últimos ajustes económicos.

Tras el encuentro, Alvarez se reunió con sus más estrechos colaboradores, aunque se presume que recién hoy encabezará una reunión ampliada con las huestes del Frepaso.

Desde el oficialismo confesaron que los teléfonos de Olivos se pusieron al rojo ya que muy pocos integrantes de la UCR y el gabinete sabían lo que estaba ocurriendo y esto generó preocupación en más de un dirigentes y funcionario.

La reunión deja abierta una nueva etapa en la Alianza que podría derivar en nuevos encuentros, no sólo de Alvarez con De la Rúa sino también con el ex presidente Raúl Alfonsín, quien hace diez días le ofreció al frepasista encabezar un comando de seguimiento de la Alianza.

La primera pista de las posibilidades del encuentro la dio el jefe del interbloque aliancista de diputados, Dario Alessandro, quien salió antes de concluir el encuentro con Machinea. En ese momento dijo a la prensa: «Me voy a una reunión importante, ya se van a enterar mañana ustedes cuando lean los diarios».

El encuentro se produjo cuando la mayoría de los legisladores del Frepaso dejó trascender a la prensa su malestar por algunos recortes del presupuesto, como por ejemplo los relacionados con las provincias, los subsidios a los combustibles y las cuestiones sociales.

Según supo DyN, la reunión no estaba prevista ya que Alvarez se trasladó sorpresivamente a Olivos para conversar con el jefe del Estado sobre el futuro de la Alianza que ambos integran desde 1997.

Después de varias idas y venidas, de intrigas y de sospechas, De la Rúa y Alvarez se volvieron a encontrar luego de 11 días de la renuncia del vicepresidente .

Se coincidió en la necesidad de dinamizar la gestión del gobierno, estancada a la espera de que las huestes del Frepaso ocupen la segunda línea de los ministerios, es decir: la secretarías como la de Justicia, la de Interior y la de la Jefatura de Gabinete. (DyN)

Balance de Alvarez

El ex vicepresidente Carlos Alvarez presentó ayer un informe sobre su gestión en la Cámara de Senadores, en el que destacó que en 305 días se logró una reducción presupuestaria de «23 millones de pesos» en relación con el último año que administró Carlos Ruckauf, y se redujo el personal en «422 agentes».

También se hizo hincapié en que se «canceló una deuda de 11 millones 400 mil pesos que dejó el ejercicio anterior del actual gobernador bonaerense». En cuanto a la reducción del personal, el informe precisa que, además, esta medida significa para el presupuesto del 2001 «un ahorro del orden de los 11.544.00 pesos en gastos de personal».

Bajo el subtítulo de Racionalización del Gasto, se incluyen los 23 millones 200 mil pesos menos en la ejecución de año 2000 y el detalle de los ahorros de 2 millones 100 mil en contratos, del 44 % en concepto de gastos telefónicos, la disminución del 65 % de viajes, viáticos y gastos protocolares, y del 85 % en pasajes.

En cuanto al personal, en el informe se destaca la reducción de la planta en 422 agentes, ningún nombramiento nuevo en la planta permanente, la obligatoriedad de optar entre el sueldo y la jubilación.

Finalmente, en el subtítulo Transparencia se menciona la eliminación de gastos reservados de Presidencia, auditoría de corte a comienzo de la gestión y auditoría de cierre actualmente en ejecución, efectivo cumplimiento de la obligatoriedad de presentar las declaraciones juradas patrimoniales. (Télam)

«No soborné ni fui sobornado», juró Galván

El senador Raúl Galván (UCR-La Rioja) dijo ante la Justicia que «no soborné ni fui sobornado» para votar la nueva ley laboral, se quejó por «la irresponsabilidad de funcionarios» que acusaron «inocentes» para «promover su figura personal» y reclamó su sobreseimiento definitivo en la causa por el presunto reparto de coimas en la Cámara alta.

En un duro escrito, Galván disparó contra «funcionarios» y, sin vueltas, enrostró al juez federal Carlos Liporaci la supuesta falta de pruebas reunidas en el expediente de los sobornos. «Mi renuncia no sirvió para nada», afirmó.

Galván, quien el 5 de setiembre pasado renunció a la presidencia del bloque radical del Senado por el escándalo por las supuestas coimas, prestó declaración indagatoria ante Liporaci y, en la audiencia, entregó un escrito elaborado junto a su defensor, el abogado Federico Figueroa.

«Debo señalar la irresponsabilidad de ciertos funcionarios que con el propósito de promover su figura personal han vinculado a estos delitos a quienes somos realmente inocentes», consignó el senador en un párrafo posiblemente dirigido al ex vicepresidente Carlos Chacho Alvarez y al legislador peronista Antonio Cafiero.

Manifestó, además, sentir «tristeza y humillación» por haber sido imputado en el expediente del caso y reprochó al juez: «De sus constancias no surge ni la más mínima sombra de un cargo respecto de mi persona».

«La gravedad de la maniobra política de sospechar en forma generalizada de todos los senadores ha desviado el punto neurálgico de la investigación, de modo que tal tremenda generalización ha servido para ocultar intereses espurios y, en particular, la responsabilidad de los sobornadores, a quienes ahora, pareciera -según denuncia del licenciado Alvarez- quererse promover», indica el escrito.

El legislador, insistió en que el Poder Ejecutivo incumplió con la promesa que le formularon a cambio de la presentación de su dimisión a la titularidad del bloque de la UCR. Galván aseguró que el ministro del Interior, Federico Storani «me dijo que, simultáneamente, serían alejados de sus cargos el ministro de Trabajo Alberto Flamarique y el que todavía no ha presentado su renuncia: el titular de la SIDE (Fernando de Santibañes)».

«Mi renuncia no ha servido para nada ya que ha sido una contribución que no alcanzó para que la crisis se prolongue», dijo Galván, tras sentar sospechas sobre el presunto paso del expediente de la causa por la Casa de Gobierno. El presidente, en tanto, desmintió que haya presionado a Galván para que se aleje del bloque. (DyN, Infosic)