Soto se anotó en cada festejo de Independiente

Es un referente del "Rojo" que volvió a la liga

Independiente está lejos de ser el gran protagonista que fue en los 90, pero va por el buen camino. El básquet pasó a ser gerenciado hace un año y la idea es avanzar de a poco, paso por paso.

En ese marco, el 2003 fue positivo y tuvo dos puntos muy marcados: los juveniles rindieron en gran forma y el equipo de primera se metió otra vez en la Liga Nacional, con su pase a la B.

En cada capítulo del «rojo» se anotó un nombre: Oscar Soto. El joven alero formó parte de todos los elencos conducidos por Eduardo Gasser y Luis Heredia, y se transformó en una pieza clave.

El hecho saliente fue el ascenso a la Liga B y Soto, a pesar de sus 17 años -cumple 18 el 29 de este mes- se dio el gusto de ser titular en varios de los partidos.

Independiente llegó a una ajustada definición en la divisional C con Jorge Newbery de Carmen de Patagones, fue el mejor y otra vez entró en la movida nacional.

Después no hizo una buena campaña y ahora peleará para no descender, pero de todos modos cumplió con uno de los objetivos previstos para esta temporada. Lejos de pensar en comprar alguna plaza, como ocurrió en otras épocas, esta nueva dirigencia quiere ir despacio. Y cumple.

El otro punto alto fue el cuarto puesto del equipo juvenil en la Liga Nacional. Independiente pasó fase tras fase y se metió en el hexagonal final, que se desarrolló en Córdoba.

Rindió en gran forma y se midió con los mejores equipos del país, como Atenas y Pedro Echagüe, dueños de las mejores canteras de Argentina, al menos durante los últimos cinco años. En esta competencia, Soto fue uno de los más parejos del «rojo» y confirmó su proyección.

Además, el equipo de su categoría se consagró campeón provincial y del Integración; y también el alero, que se inició en Pacífico, fue parte del plantel neuquino que terminó segundo en los Juegos de la Araucanía, donde perdió una final imposible con Chubut.

Por todo esto, Soto es una referencia en Independiente y significa el ejemplo del grupo gerenciador de cara al futuro. Está claro que la meta es llegar al escalón superior de la Liga Nacional, pero sin desesperarse y, en lo posible, con un gran porcentaje de jugadores del club.

Ya se dieron algunos pasos importantes en ese sentido y todo apunta a que el 2004 se constituirá en una temporada clave, en especial para las divisiones formativas. (AN)

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