«Soy inocente, pero temo por la presión»

González Pino dijo que la investigación es "un circo"

Notas anteriores:

ROCA (AR).- Guillermo González Pino, uno de los detenidos por el triple crimen de Cipolletti, aseguró estar más convencido que antes que «esta investigación es un circo, donde abundan las mentiras y está todo arreglado».

«No tuve nada que ver, y confío en que voy a ser sobreseído del triple crimen, pero el miedo que tengo es que hay una gran presión de la gente y por eso me pueden condenar», dijo ayer. Como desde el primer día, Pino asegura que es inocente.

«Calculo que quedo libre. Si me condenan es porque está todo arreglado. Esperaron dos años y siete meses para acusarme como coautor, cuando antes me habían procesado por violación seguida de muerte».

El detenido no ahorró críticas contra el juez Pablo Iribarren y el fiscal Alvaro Meynet. «Para mí todo esto es un chiste. ¿Si estudiaron para ser jueces, dónde está ese profesionalismo? Acá nadie investiga nada. El fiscal cambió la carátula de la causa para que le den «bola». Espero que la Cámara Segunda sea imparcial», señaló.

Una de las pruebas que hay en contra de Pino son los dichos de Sandra González. La joven, que estaba sindicada como su ex pareja, había asegurado que el detenido le confesó su participación en el hecho.

También afirmó que Pino le dijo «las quisimos golpear pero no matar». Dijo que después del triple crimen lo vio con dos fajos de billetes de 100 pesos y que lavó dos veces una camioneta Ford F-100 que luego fue peritada con resultados negativos.

«Sandra González no vivía conmigo. Era mi amante y alguna vez se quedaba en mi casa. En el careo no se animó a repetir lo que le dijo al juez», afirmó.

Al preguntarsele por qué creía entonces que lo había incriminado, Pino argumentó que «le deben haber puesto mucha plata. Ella está sola y con una hija y debe tener la ilusión de cobrar más dinero», aseguró aunque dijo desconocer quién le hacía los supuestos pagos.

«Yo le pediría (a Sandra González), que tenga un poco más de conciencia. De todos modos, yo se que Dios no me va a abandonar y me va a ayudar como lo hizo hasta ahora», señaló.

También se refirió a los comentarios de Ulises González, padre de dos de las tres víctimas.

«El no habla bien de mí, pero lo entiendo porque lo hace desde la angustia y el dolor. Si a mis hijos les pasara algo parecido yo tal vez reaccionaría de la misma manera».

González Pino aseguró también que «una cosa es ser un estafador como soy yo, y otra muy distinta un asesino a sueldo como me quieren hacer aparecer por ahí».

Mientras tanto, el detenido está alojado en un pabellón de buena conducta de la U9 de Neuquén.

En el mismo lugar se encuentra Claudio Kielmasz, el otro detenido por el triple crimen. Sin embargo, y según dejó traslucir ayer, del hecho no se habla.

Finalmente manifestó que «con el triple crimen se gastó mucha plata y no se descubrió nada. Más de un juez se va a tener que ir de Roca y yo voy a salir en libertad».

Sólo quedaron dos detenidos por el saqueo al corralón

NEUQUEN (AN).- La Justicia liberó ayer a 19 de los 21 acusados por el saqueo al depósito judicial de materiales de construcción de Valentina Sur.

La medida descomprimió en parte el tenso clima que desde que se produjo el insólito episodio domina el ánimo de los vecinos. Sin embargo, anoche tenían previsto realizar una asam- blea popular para definir cómo asumirán el proceso judicial en marcha.

En tanto, fuentes de la investigación señalaron que las madrugadas del domingo y ayer las calles del barrio fueron escenarios de violentos enfrentamientos entre policías y jóvenes. Tras el levantamiento del corte al acceso del barrio, la noche del sábado, Valentina Sur pasó a ser tierra de nadie. «Se formaron grupos de jóvenes que apedrearon móviles policiales que patrullaban las calles, pero después se escucharon los tiros durante toda la noche», dijo un hombre que prefirió no identificarse. La especie fue confirmada por fuentes judiciales, que además reconocieron que los uniformados se vieron obligados a emplear gases lacrimógenos para imponer el orden.

Otra fuente no oficial dijo que la policía también efectuó disparos con balas de goma y que al menos tres efectivos resultaron con heridas por los piedrazos.

Con la llegada del día se logró la calma, pero no se disipó el malestar de los vecinos. «En una actitud como de represalia, al tiempo que los vecinos se desprendían de los materiales que habían llevado a sus casas, los arrojaron a las calles. Pero a la vez los destruían totalmente», señaló una fuente.

Ayer la mayoría de los acusados recuperaron la libertad.


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