Stern regresa a Neuquén con la fiesta del jazz

El guitarrista dará un concierto junto con su banda en el cine Español, a las 21.30.

«Perfecto, deslumbrante, sin altibajos, compacto, suelto, de fuerte espontaneidad en los solos, la guitarra más espectacular del mundo de la fusión», esos son los calificativos que público y crítica desparramaron luego de los tres conciertos de Mike Stern y su banda en Buenos Aires.

Stern debutó el viernes en Oliverio, hizo dos funciones el sábado y cerró el domingo la presentación de «Play», su nuevo compacto, junto al formidable baterista Dennis Chambers, Lincoln Goines en bajo de cinco cuerdas y el saxo tenor de Bob Francishini.

Aún resuenan las ovaciones que cada tema levantó en el auditorio de Callao al 300. Hoy, a las 21.30, y tocará en el Teatro Español de Neuquén y hasta ayer dio clínicas auspiciadas por la empresa japonesa que fabrica las guitarras con su nombre y apellido en Buenos Aires.

A su encuentro con «Río Negro» -venía de nadar una hora y media- Mike llegó relajado, mansa la mirada, sin apuros, con ganas de tomar un «cor-ta-dou», de charlar y recordar su anterior visita a la capital neuquina.

«Honestamente, me llevo siempre las reacciones del público y la música que hicimos, no estoy en las ciudades lo suficiente para reconocer otras cosas. Pero, a veces, alguna te deja una sensación; unas son excitantes, otras avasallantes».

«Cuando estuve en Neuquén (se esfuerza por pronunciar bien) tuve vibraciones de la ciudad y la gente que conocí. Fue un recital en el que nos divertimos mucho».

Entre «Play' y los proyectos

«Play» contiene diez temas compuestos por Stern: «Play», «Small world», «Outta town», «Blue tone», «Tipatina's», «All heart», «Frizz», «Link, Goin' under» y «Big kids;» en los sobresalen las guitarras de John Scofield y Bill Frisell.

«Siempre pensé en ellos y cuando estaba preparando este CD, me dije por qué no traigo a ambos para que toquen en diferentes temas. Ellos aceptaron y los hicimos. En alguna próxima grabación me gustaría contar con Herbie Hancock, ¿a quién no? Pero es un deseo por el momento».

«Primero -aclara Mike- me gusta sentarme a escribir la música y ver cómo se siente, en qué dirección está yendo. Cuando hago mis discos, me gusta planearlos y grabarlos con gente conocida, con amigos, porque desde el primer momento hay un gancho, una fuerte conexión. Algunas veces me toca hacerlo con músicos que no conozco bien y es algo riesgoso, contrariamente a lo que ocurre cuando hay ida y vuelta musical».

«En el último compacto que grabé tuve la oportunidad de tocar con Jack Dejonette, y aunque no soy amigo suyo funcionó muy bien. Entonces, quién sabe cómo es esto».

«Algo que tengo en mente, y no sé si alguna vez lo haré, es grabar con cantantes, con vocalistas. Amo el sonido de la voz humana y trato de que la guitarra lo imite, que logre cualidades vocales o de vientos. Me gusta observar a los saxofonistas, por ejemplo. A veces transcribo solos de John Coltrane y trato de reproducir su fraseo en la guitarra».

«Mientras tanto mantengo el proyecto, no sé si se concretará en el próximo disco, quizá grabe uno en vivo antes (por primera vez), pero voy a buscar cantantes. La voz es muy fuerte. Pero no tengo definida la idea todavía. Con un cantante, el disco sonará como suyo porque la voz pesa mucho, es un instrumento poderoso y muy sensible; pero si suena bien, no me importa».

«Quiero encontrar el modo de que la guitarra participe en el mismo plano que la voz, cuando lo encuentre, aparecerá el cantante».

«Play» fue grabado en tres días, uno para Frisell, otro para Scofield, y uno para Mike Stern y la banda que trajo Argentina, con Bob Malach en saxo tenor en lugar de Franceshini. Tres temas tienen ese equipo. En los otros siete aparecen Ben Perowsky en batería y los teclados de Jim Beard.

«Definitivamente, este compacto tiene un sentido de diversión, por eso lo llamé «Play», porque significa tocar y también juego. Fue muy placentero grabarlo, para nada difícil; sólo conseguir el juego interior entre las tres guitarras, las conexiones».

«En mis CDs me gusta lograr un sonido en vivo, por eso casi ni los producimos y tocamos espontáneamente. 'Play' en particular, tiende más al vivo».

«Después de tocar un instrumento por bastante tiempo, quizás tenga una visión más amplia de la música y John Scofield la tiene».

«Tipos como él, además de seguir tocando y estudiando guitarra, piensan más allá del instrumento. Yo siempre estoy pensando en el sonido de la banda y la gran imagen que proyectamos, más que en mi guitarra».

«Cuando grabo un álbum no me concentro solamente en la ejecución de mi guitarra, sino en la conjunción entre los músicos. Cómo escribo todos los temas, ya llevan esa visión global que es tanto o más importante que tocar bien mi parte».

«Creo que ciertamente, continúa Stern, que cada vez es más fuerte la tendencia de los músicos para dejar que surjan las influencias. Sobre todo, entre los guitarristas porque la guitarra está donde quiera que vayas: en el rock, el pop, en la música folclórica, en la clásica, en el blues, el jazz. Ya sea que escuche un tema de country o blues, enseguida me identifico con él porque hay una guitarra».

Eduardo Rouillet


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