Subió la tasa de mortalidad infantil en Río Negro

Sociedad

La última medición de la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) en la provincia de Río Negro trepó al 10,7 por mil durante 2013 sobre los 8,8 por mil del año anterior. Sobre 11.463 niños nacidos vivos el año pasado fueron denunciadas 123 defunciones. En Viedma, se fijó en 6,9 por mil, de acuerdo a las estadísticas vitales elaboradas por el Departamento Provincial de Estadística-Ministerio de Salud.

La ciudad más preocupante es General Roca donde quedaron registrados 34 fallecidos menores a un año, según la tabla N° 20 de Salud Pública elaborada en base a datos del Registro Civil de Río Negro. Aún con el incremento, Río Negro se mantiene por debajo de la media nacional ubicada en el 13 por mil durante 2013. En el área de Viedma, se verificó un 36,1 por mil en Las Grutas, con tres muertes. Ese guarismo por cada mil nacidos vivos, se eleva debido a la baja cantidad de población que existe.

Esta cuestión fue ventilada ayer durante una reunión del Consejo Provincial de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Conyar). En ese marco, la representante de la cartera sanitaria, Isabel Posee, detalló que durante el año pasado 114 menores murieron en el seno del hogar y nueve institucionalizados.

La primera hipótesis que baraja Salud Pública es un bajo peso al nacer no controlado en forma adecuada y sin reportar antecedentes a los hospitalarios. En este tipo de situaciones, posiblemente luego se transforme en un caso de enfermedad respiratoria en virtud de que la criatura no cuenta con suficiente desarrollo de las vías respiratorias antes de que cumpla el año.

Los especialistas de Materno Infanto Juvenil suman que puede tratarse de niños que fueron atendidos en un determinado sector hospitalario al nacer, en un sector hospitalario, luego pasó a otro, con ausencia de intercambio de información entre ambas dependencias hospitalarias.

Pueden existir en el medio otras dificultades. Por caso, si quien realiza la admisión de un prematuro no formula preguntas relacionadas con las características de dolencia del bebé, es posible que la familia no denuncie el nacimiento de bajo y mucho menos una enfermedad respiratoria.

La legisladora Viviana Pereyra (FpV), titular del Conyar, confirmó a DeViedma los detalles estadísticos de defunciones infantiles y tasas por cada 1.000 nacidos vivos; aunque admitió que “no tenemos los elementos finitos” como para precisar las conclusiones.

Informó que la estrategia del organismo será en lo inmediato formular un pedido de informe a Salud Pública y plantearle la necesidad de que exista un diagnóstico claro.

Por otro lado, se pedirá al Registro Civil que las actas de defunción sean más claras porque no se completan totalmente. “No tenemos elementos válidos para hacer el diagnóstico real”, apuntó. Además, se le consultará al Ministerio de Salud sobre la capacitación que se lleva a cabo para los operadores que tienen que hacer los registros.

Por otra parte, Pereira aclaró que según Posse, en lo que va de este año, la mortalidad disminuyó, “por lo que hay que ver si lo sucedido en 2013 correspondió a algún hecho puntual”. Pereyra insistió en que “nos llama la atención lo que sucede dentro de las casas, a eso tenemos que apuntar para buscar líneas de acción o políticas públicas que acompañen a las madres, a la familia, o al padre”, concluyó.

DeViedma