Sufre por Alario, pero preparó el terreno

El Bayer Leverkusen está dispuesto a poner los 24.600.000 de euros de la cláusula de rescisión para llevarse a Lucas Alario y mantiene en vilo al Mundo River. Es cierto que el Millo perdería a su principal carta ofensiva, pero los movimientos de mercado durante el receso dejan en claro que Marcelo Gallardo y los dirigentes prepararon el terreno.

La llegada de Ignacio Scocco fue la primera señal, a pesar de la salida de Seba Driussi, y el arribo de Santos Borré, que no estaba en los planes de nadie, lo terminó de confirmar. En River sospechaban que podían venir con todo por Lucas y reforzaron la delantera.

Está claro que Nacho y el colombiano parecen estar a un campo de Alario, pero no son puntas para despreciar. Y más aún, si el Muñeco insiste con esa táctica de medio superpoblado y una única referencia ofensiva. Scocco, de hecho, cumplió esa función en Newell’s en el primer semestre del año. Y anotó 12 goles.

En el centro de la escena está Lucas, pero además hay presiones de todos lados. El padre habló de una gran chance para su carrera, en Colón quieren una venta urgente porque tienen el 40% del pase y se llevarían una porción de aquellas y el propio delantero debe maquinar con esa posibilidad de dejarle una fortuna al club que lo descubrió. En River, obviamente, todos se agarran la cabeza y aunque el discurso sea que no hay delanteros disponibles, siempre pensaron en una partida relámpago. Les pasó en la Libertadores 2015 cuando se fue Teófilo Gutiérrez y Alario lo hizo olvidar rápidamente, con goles clave hasta la vuelta olímpica. Con Teo, no quedó un mango. Lucas dejaría algún billete más y los hinchas cabuleros tal vez no se molestan si el 9 que usa el 13 termina en la Bundesliga.

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