Sufrimiento por FM

Datos

Imaginarse en la tribuna. Protestar una falta, o gritar apenas un gol que, segundos después, no era tal.
Sufrir cuando la transmisión se corta, y pensar lo peor. Alegrarse cuando vuelve y no hubo mayores novedades. Depender de la creatividad e imaginación propia para seguir las jugadas, por más detalle que el relator brinde.
Cruzar miradas de desilusión en las malas, o reirse y disfrutar cuando el viento está a favor.
Hay algo hermoso en ese flagelo que significa escuchar un partido de fútbol por radio pero no poder verlo.

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