La idea: “Seduzcamos al capital”

Más que empresario, para General Roca viene a ser un creativo. Guillermo Avaca supo reinventar la distribución mayorista de alimentos para convertirla en un eslabón que agrega valor al producto o manufacturado antes de su llegada a los hogares, restaurantes y establecimientos de todo tipo de la región.

Alguien con capacidad de ver potencialidades ocultas allí donde en apariencia no había nada por descubrir debía necesariamente opinar sobre el presente y el futuro de Roca en este 139 aniversario.

La firma que Avaca preside, Cedisur, cubre a diario las rutas de Río Negro y Neuquén, desde la costa a la cordillera y desde La Pampa hasta casi el Paralelo 42, llevando alimentos frescos, congelados, elaborados y envasados a 2.300 clientes minoristas en ciudades y localidades de las dos provincias. Su plantel lo integran 120 personas.

“Una ciudad amigable, diversa, equilibrada” es para este empresario la primera gran razón por la que está bueno vivir y trabajar en Roca.

“Es práctico y simple moverse –se explica–, acceder a las distintas cosas que ofrece, no solo la ciudad sino el entorno. Tiene oferta en términos culturales o de esparcimiento, de naturaleza. Me refiero a que no tiene algo tan característico, tan fuerte que tenga su parte buena por un lado pero que por ahí deje fuera la posibilidad de vivir otras situaciones”.

Dado que se trata de una empresa cuyos negocios abarcan las dos provincias, la pregunta siguiente llevaba a querer saber por qué la elección de crecer y permanecer en Roca, estando los conglomerados poblacionales más densos en la confluencia de los ríos Neuquén y Limay.

Guillermo Avaca no duda: “En los casi 30 años de trayectoria, obvio que el inicio se dio acá por una cuestión de inercia, donde uno vive. A medida que la empresa se fue desarrollando (hacia) una cobertura regional y sabiendo que en los últimos años la ciudad de Neuquén o el Gran Neuquén –que se le llama a lo que es capital, Cipolletti, Centenario, Cinco Saltos, Plottier– es donde está la mayor densidad demográfica y por ahí la lógica hubiese sido tener allí nuestro centro de distribución, conscientemente decidimos seguir en Roca”.

Equidistante y estratégica

Y añade que “estamos en una ubicación equidistante tanto de la costa como de la cordillera, del sur, del norte. Tanto para las personas como para las empresas también es a nuestro juicio más amigable y práctica de vivirse desde lo comercial y en nuestro caso desde todas las operaciones que tienen que ver con movimiento de vehículos con cargas que recepcionamos y que salen, más donde está desde hace ya ocho años nuestro centro de distribución sobre la ruta 22 en un predio de cinco hectáreas”.

P- ¿Qué le agregaría a Roca para que responda mejor a sus expectativas?

R- Infraestructura que permita el uso y el desarrollo –hasta comercial si se quiere– de varios atributos naturales que tiene la ciudad y el entorno; desde lo básico que son nuestras calles y nuestro diseño urbano con mejoras, adaptaciones continuas y tecnología aplicada, hasta incluso distinto nivel de infraestructura que promueva más el desarrollo productivo.

En medio una acotación: “una de las grandes ventajas de Roca es su entorno al nivel naturaleza y no solo para vivirlo en forma deportiva sino también productiva, recreativa. Que haya ciclovías, espacios de recreación a la vera del río, en las bardas, para el norte o para el sur…”

“Y en esto más allá de que un Estado nacional, provincial o municipal sean los que promuevan o implementen ese tipo de obras; obviamente que los particulares y los privados tenemos mucho por hacer y mucha responsabilidad”.

P- ¿Qué podría aportar en esto?

R- Ideas que puedan tener una viabilidad. Hay maneras de pensar todas las inversiones de modo que sean atractivas para distintos tipos de capitales. No me pondría en un rol de demandar que mágicamente –y sin saber de dónde salen los recursos o cómo se financian– lleguen las cosas.

Invitaría, me pondría a trabajar sobre ideas –que no por creativas o un poco más disruptivas o no tan lineales como las que (nos) tenemos acostumbrados a demandar o esperar– para que las cosas ocurran de modo tal que se seduzca el capital, que es el que tiene que financiar las inversiones y que después también haya una forma de que se sustenten, su mantenimiento y continuar creciendo en situaciones, en obras y en infraestructura.

Hay mucha gente dispuesta a invertir en tanto se ofrezca una alternativa que lo seduzca, no solo inversionistas, sino (que) pueden ser distintos tipos de empresas que quizás vean viable desarrollar actividades económicas o les parezca interesante comunicar sus marcas en algunos (determinados) lugares. Entonces pensar en alternativas que involucren todo ese tipo de atractivo.

Creo que es la manera que sea un círculo virtuoso y termina como uniendo todo esto que es empresas, marcas, capital, Estado, usuarios o ciudadanos y consumidores.

P- ¿Por ejemplo?

R- Creo que hay muchas empresas o inversionistas interesados en ser parte del tratamiento de residuos o efluentes, manejo de cosas que por ahí hoy son un problema y que ya hay demostraciones en el mundo de que se pueden convertir hasta en negocios.

Hay modalidades de ciudades sustentables que –sin entrar en la utopía de decir qué es sustentable o de esa cosa tan romántica…– bajado al terreno real y concreto de integrar todos los intereses: los del capital, los de los negocios, los de la naturaleza y desde el consumidor y las personas.

Es una oportunidad que tenemos y desde mi filosofía –donde lo primero que uno intenta es ser coherente– todo esto que puedo llegar a opinar que me gustaría que ocurriera en la ciudad es algo que lo promovemos y lo hacemos dentro de nuestra empresa; por eso me animo a manifestarlo. Es poder conectarnos desde la empresa con la sociedad desde un lugar que ya lo somos.

“Una ciudad amigable, diversa, equilibrada. Es práctico y simple moverse y acceder a las cosas que ofrece”.

GUILLERMO AVACA