Susto en una escuela por presunto merodeador 

NEUQUEN (AN)- Resultó una falsa alarma, pero demostró que la población está muy sensibilizada respecto de lo que ocurre en las escuelas. Un vecino denunció que había visto a un sujeto intentando subir a su automóvil a dos alumnos que se negaban a hacerlo, pero una rápida investigación demostró que se trataba del portero del establecimiento.

Las autoridades de la escuela explicaron que el hombre trabaja allí hace cuatro años, insospechado de alguna conducta ilícita. Y que los propios alumnos admitieron conocerlo porque viven en el mismo barrio y que sostuvieron una conversación normal. De todos modos, los funcionarios agradecieron la preocupación del vecino.

La denuncia fue hecha pública ayer a la mañana a través de la radio LU5 por Fernando Ferracioli, quien vive cerca de la escuela ubicada en Islas Malvinas y Amancay. Dijo que el viernes alrededor de las 6 observó que el conductor de un Renault 12 azul invitaba a subir al vehículo a dos alumnos a los que distinguió por su cabello muy rubio o rojizo.

Los chicos se negaron y, según el testigo, cuando el conductor del R12 se dio cuenta de que lo estaban observando se fue del lugar.

Ferracioli no hizo la denuncia ni en la escuela ni en la comisaría ni en la justicia. Al escucharlo por radio, el jefe de la Policía ordenó una investigación de oficio.

Los efectivos que fueron a la escuela hablaron con la directora, quien en base a la descripción de los alumnos llegó a la conclusión de que se trataba de dos hermanos que concurren a tercer y sexto grado.

Ambos fueron interrogados sobre el episodio ocurrido el viernes. «Ah, sí, con el que hablamos era Bernardino», dijeron con naturalidad. Se trata del portero de la escuela quien conoce a los chicos porque viven en su barrio.

Convocado por los investigadores, ratificó la historia que contaban los alumnos. También explicaron que no habían subido al vehículo porque la madre les dijo que debían regresar a su casa en colectivo, sin que existiera otro motivo.

La directora de la escuela dijo ayer a la tarde a «Río Negro» que no hay ninguna sospecha sobre la conducta del portero.

En cuanto al pequeño revuelo que provocó la denuncia radial, agradeció la preocupación del vecino que se detuvo a observar lo que ocurría a dos pequeños alumnos.

Agregó que es la primera vez que un episodio de esta naturaleza tiene como protagonista al establecimiento, donde también funciona un instituto de formación docente.

La directora señaló que hacen un continuo trabajo de prevención, conversando con los alumnos sobre la forma en que deben enfrentar estas situaciones. No hablar con extraños, no aceptar invitaciones para subir a ningún vehículo y, en casos extremos, pedir ayuda en la primera casa que puedan, son algunas de las recomendaciones.

No obstante, la funcionaria aseguró que «los chicos lo tienen muy incorporado, son muy despiertos y están bastante preparados».

En los últimos tiempos, varios episodios de violencia tuvieron como protagonistas a menores de edad, y algunos de ellos ocurrieron en proximidades de las escuelas. Desde la desaparición de Graciela Mendoza en la terminal (hecho que desnudó una realidad de abuso sexual infantil) hasta un chico herido de bala al salir de clases.

Al respecto, la policía recordó que el agente encargado de controlar el tránsito también está para observar conductas extrañas y recomendó recurrir a él para informarle sobre cualquier anormalidad.

Otra versión indicaba que en las afueras de algunas escuelas había jóvenes ofrecieron figuritas pornográficas a alumnos. Sobre esta causa también hay una investigación de oficio.