Tabaré ya autorizó a Botnia a operar y hay máxima

El uruguayo hizo el anuncio poco después de un abrazo con su par argentino. Kirchner había recibido a los ambientalistas y les dijo: “siempre estaré con su causa”.

SANTIAGO DE CHILE.- SANTIAGO DE CHILE  (DyN, Enviada Especial) – La relación entre los gobiernos argentino y uruguayo alcanzó anoche el máximo grado de tensión cuando la delegación de Buenos Aires se enteró de que el presidente oriental, Tabaré Vázquez, firmó un decreto que autoriza el funcionamiento de la pastera Botnia, y calificó el hecho de «provocación» y ‘tomadura de pelo”. Por si esto fuera poco, el gobierno uruguayo señaló después que “no tenemos que pedir permiso a nadie” en este tema.

La sorpresa de la delegación argentina fue mayúscula cuando se enteró de que Tabaré, antes de partir de Montevideo, había firmado el decreto que autoriza a funcionar la pastera finlandesa sobre el Río Uruguay. Es que minutos antes, durante la ceremonia de apertura de la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, Tabaré había abogado porque «ese río que nos recorre de norte a sur, uniendo este y oeste nos atraiga a un abrazo fraterno y prolongado entre nuestros dos pueblos».

Tras ese discurso, Tabaré abrazó al presidente Néstor Kirchner, ante el aplauso de los restantes jefes de Estado.

No obstante el gesto de acercamiento, la directora de Medio Ambiente de Uruguay, Alicia Torres, confirmó minutos después que Vázquez había firmado el decreto que habilita el funcionamiento de la pastera finlandesa Botnia.  Un vocero del gobierno argentino calificó anoche el hecho como «una provocación y maniobra urdida, una falta de respeto total y una tomadura de pelo no sólo al presidente Kirchner, sino también al Rey» Juan Carlos de España, que actuaba como «facilitador» de un entendimiento.

La fuente dijo que «el canciller Jorge Taiana está estudiando una respuesta oficial frente a la actitud del presidente Vázquez», y agregó que el presidente Néstor Kirchner no estaba enterado de la autorización de Tabaré Vázquez para que comience a funcionar Botnia. 

«El gobierno considera que Uruguay sigue la política de hechos consumados», agregó la fuente. Sostuvo que «sobre todo en instancias de diálogo como ésta, porque cada vez que se presenta la oportunidad de dialogar el gobierno uruguayo la frustra».

En una jornada llena de hermetismo en un primer momento, el rol de España volvió a ser protagónico. El canciller de ese país, Miguel Ángel Moratinos, acompañado por el negociador Juan Antonio Yañez Barnuevo, recibió a argentinos y uruguayos para intentar un último acercamiento.

El Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller Taiana, se volvieron a ver las caras, esta vez, con el ministro de Relaciones Exteriores uruguayo, Reinaldo Gargano, y la directora de Medio Ambiente, Alicia Torres.

Tras más de una hora de diálogo, el primer resultado fue arrojado por Gargano, al salir de la reunión en el Hotel Sheraton de esta capital trasandina: «No va a haber ningún documento». Por si fueran escuetos sus dichos, Gargano relató que «cada uno planteó lo que le parece mejor para su país pero a nosotros nos parece que lo mejor para los intereses de todos serían que los cortes se levanten ya».

 Pocoantes, el presidente Néstor Kirchner  había salido sorpresivamente al encuentro de un grupo de asambleístas de Gualeguaychú que protestaba en la capital chilena contra la instalación de la papelera Botnia, y les ratificó su respaldo. Lo hizo en claro desafío a su par uruguayo, quien afirmó que la papelera se inaugurará la próxima semana y que no negociará mientras sigan las protestas. Durante un encuentro en la embajada argentina, Kirchner enfatizó: «Mi posición es absolutamente clara en cuanto a la relocalización y hay que ver que decide la Haya».

Una veintena de asambleístas desplegó banderas y repartió ayer panfletos contra Botnia en la puerta de la embajada argentina en Santiago de Chile. Al lugar llegó Kirchner para darles su respaldo.  «Yo siempre estaré con su causa», afirmó Kirchner, en el breve diálogo que mantuvo con el grupo de Gualeguaychú, que reaccionó entusiasmado. Los asambleístas le entregaron un petitorio donde reclaman que se evite firmar un acuerdo con Uruguay que no contemple la relocalización de Botnia.»Gualeguaychú no le otorgó ni le otorgará la licencia social a Botnia», era la leyenda de los panfletos que habían repartido los manifestantes.


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