Arquería, el complejo arte de dar en el blanco

Parece sencillo. Pero manejar el arco y la flecha requiere un enorme esfuerzo físico y mental. Un grupo de neuquinos cuenta los secretos de este silencioso deporte.

La cuerda se estira y se coloca abajo del mentón. La mano se aproxima a la cara. Se encaja. Es un punto de referencia antes de la suelta. El cuerpo está anclado. Alineado. Una vez que la flecha viaja, la que cuenta es la siguiente.

“En arquería tenemos un dicho: “flecha tirada, flecha olvidada.” Vos tiraste la flecha, olvidate que la tiraste, porque si te quedás pensando en esa flecha, si te quedás pensando en lo que hiciste, lo que estás haciendo lo vas a hacer mal. Cada flecha es importante en su momento y esa es la base de la arquería. La base de la arquería es que tengas toda tu concentración en lo que estás haciendo y eso es muy difícil de lograr.”

El que habla es José Luis Rey, instructor de tiro con arco del Club Pacífico de Neuquén. Arrancó en 2004.

“En arquería vos trabajás con el cuerpo; el arco es algo externo, que en su momento lo terminás manejando, lo incorporás a lo que es la disciplina. Vendría a ser como una extensión tuya, pero no deja de ser un cuerpo extraño. Lo que manejás en verdad, lo único que podés dominar es tu cuerpo, entonces tenés que trabajar mucho todo lo que tiene que ver con la postura y la memoria muscular”, asegura.

El tiro con arco es un deporte olímpico. En Pacífico se entrena en las modalidades de aire libre, salón y juego de campo. Hay quienes usan arco compuesto y otros prefieren el recurvado.

“Las primeras cuatro clases se ve toda la parte de apertura del arco, cómo tenés que pararte, cómo tenés que poner los dedos, cómo tenés que poner el hombro, el codo. Todo lo trabajamos con una goma, una goma hueca, la que se usa para hacer gomera, con eso lo trabajamos. Entonces, les avisamos en el primer momento: “si haces las cosas bien tal vez en la cuarta clase toques el arco”, advierte José.

Explica que hay que buscar una posición sólida y estable. “Si vos abrís el arco y estás parado en los talones te vas a balancear y al aire libre, con un poquito de viento, vas a ser una bandera –dice mientras me empuja, pierdo el equilibrio y flameo– estás concentrando toda la fuerza en la parte de arriba, pero abajo estás inestable. Tenés que trabar las rodillas, buscar una estabilidad, distribuir el peso y recién ahí empezás a trabajar la parte de la espalda y el hombro”, indica.

“Cuando vos en la apertura cambiaste algo, cambiaste el hombro, abriste más o abriste menos, el margen de error se va volviendo cada vez más grande. Si vos cambias algo lo vas a ver en el resultado, en el blanco. El asunto es que la arquería es un desafío, un desafío muy grande, no importa lo repetitivo. Cualquiera puede tirar bien una flecha, ahora ¿cómo haces para tirar bien 72 flechas?”, plantea José.

“Yo ya venía muy embalada, pero me engolosiné más todavía”, afirma Elena Montoya que dos veces por semana entrena en Pacífico y el resto del tiempo practica en el patio de su casa, dónde improvisó las contenciones, con cartón y trapos, y el blanco con gomaeva.

“Siempre me gustó el deporte, pero por montones de motivos no podía practicarlo, así que apenas tuve tiempo y ocasión aproveché”, manifiesta.

Tiene 60 años. Desde que comenzó arquería no tuvo más contracturas. Está en categoría escuela y semanalmente tira algo más de 300 flechas. Complementa su entrenamiento con pilates.

“Hay que lograr una buena coordinación entre lo que estás haciendo y el ojo para tener buena puntería. La paciencia también con respecto a uno mismo. Ser exigente pero racional, no darte con un caño todas las veces, o tirarte abajo”, reflexiona.

Angelina Bel es subcampeona nacional de recurvo femenino y profesora en la asociación Arqueros Patagónicos, cuyos integrantes entrenan en el Club Atlético Neuquén para competir en torneos locales, zonales y nacionales.

La práctica se hace en silencio. No hay arengas, como en zumba. El único ruido es el del impacto en el blanco. Un estampido que lo ocupa todo, llena el espacio. Los arqueros retiran las flechas al mismo tiempo, y aún en esa corta caminata el clima se mantiene intacto.

“Los chicos vienen a partir de los 11 años. Nosotros lo que hacemos para empezar son cursos de ingreso. En ese momento te prestamos todo, porque al principio es muy difícil saber que arco te va”, cuenta Angelina.

Asegura que cuando empezó no había casi mujeres arqueras. “Mi trabajo tiene que ver con las computadoras. Soy analista de sistemas y estaba buscando una actividad que me sacara. Vine un día, probé y me gustó. Me gustó eso de que tengas que estar concentrado y no puedas estar mirando el teléfono. Fue un desenchufe”, señala.

Están también quienes llegan al deporte a partir de referencias cinematográficas o literarias (ver aparte). “Hay mucha curiosidad. Cuando sale una película estilo “Los Juegos del Hambre” se llena porque todo el mundo quiere venir a tirar como la protagonista”, dice Angelina.

Facundo Badía ejecuta entre 600 y 700 disparos por semana, un promedio de 100 a 120 flechas diarias. Compite con un arco compuesto y pertenece a la asociación.

“Es un deporte que requiere de mucha repetición. Hacer muchas veces lo mismo, exactamente lo mismo para obtener el mismo resultado, requiere de mucho equilibrio, de mucha concentración, mucha preparación muscular y física. Lo que más se entrena es todo el trend superior en cuanto a lo muscular, y después el arco, mucha repetición, muchos tiros”, relata.

La pregunta clave es como mantener el nivel de concentración repitiendo una y otra vez el mismo movimiento. Facundo responde: “Eso es lo más difícil de todo. Es práctica. Tratar de abstraerse de todo lo que hay en el entorno, los ruidos, como para poder estar enfocado en el disparo y en lo que uno está haciendo.”

-¿En qué enfocas?

-Al principio cuando uno está entrenando vas enfocando un gesto técnico a la vez. El agarre del arco, el agarre de la cuerda, la posición de los hombros. Todos esos gestos se van entrenando de a uno a la vez. Si intentas hacer todos a la vez es imposible. Hasta que inconscientemente lo adoptas, ese punto ya no lo pensás sale solo. Eso se hace en el entrenamiento y cuando uno va a competir lo que hay que tratar de hacer es enfocarse en el centro, en el amarillo, en el blanco, y sacar de la cabeza toda esa parte técnica y dejar que fluya y que salga solo.

“Empecé y no paré más. El tiro con arco me ha llevado a todo el país; fui a tirar a un mundial a Francia, una experiencia increíble”.

José Luis Rey, instructor de tiro en el Club Pacífico Neuquén.

Carcaj: contiene las flechas.

Pechera: evita el roce de la cuerda con la ropa.

Protector de brazo: para que la cuerdano lo golpee cuando se la suelta.

Tab: protege los dedos, evita que se lastimen.

Dónde me anoto

si quiero empezar

Arqueros Patagónicos: lunes, miércoles y viernes de 20 a 23, en el Club Atlético Neuquén, ubicado en Intendente Carro 255.

Club Pacífico Neuquén:
lunes y miércoles de 14:30 a 16 y de 21:30 a 23. Los sábados de 19 a 21. La dirección es Alberdi 354.

Bien lejos

“El señor de los anillos”

Ojo de Halcón

Superhéroe de Marvel Comics

Robin Hood

Héroe del folclore inglés medieval

Katniss Everdeen

“Los juegos del hambre”

Mérida

“Valiente”

Susan Pevensie “Crónicas de Narnia”

Personajes que la gastan con el arco

Arquera:

Elena Montoya

Datos

“Empecé y no paré más. El tiro con arco me ha llevado a todo el país; fui a tirar a un mundial a Francia, una experiencia increíble”.
18 metros
Distancia que se utiliza en la modalidad de tiro en sala sobre dianas de 40 cm.

Distancia en la modalidad aire libre sobre dianas de 122 cm que se practica en los Juegos Olímpicos con recurvos.
70 metros

Temas

Neuquén

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