Coctelería: ahora son las mujeres las que más agitan

Desde hace dos años la presencia femenina en las escuelas de coctelería se fue multiplicando y de ser rareza pasaron a convertirse en mayoría, en este rubro en auge. Por qué son las más buscadas y qué disparó este cambio.

Coctelería: ahora son las mujeres las que más agitan

Desde hace dos años la presencia femenina en las escuelas de coctelería se fue multiplicando y de ser rareza pasaron a convertirse en mayoría, en este rubro en auge. Por qué son las más buscadas y qué disparó este cambio.

Por María Pía Del Bono

Hace dos años que la coctelería está en auge en todos sus aspectos: desde la cantidad de adeptos y adeptas a probar sus mezclas, hasta el incremento de jóvenes que quieren convertirse en bartender, entre los que se destacan las mujeres, hoy amplia mayoría y cada vez más solicitadas en el rubro.

Hace algunas semanas se informaba que la cantidad de jóvenes que aspiran a ser barman se incrementó en los últimos tiempos y que sólo en el Instituto Argentino de Coctelería cada mes terminan el curso unas 90 personas .

Pero el cambio cualitativo más notorio en los últimos dos años en la actividad se lo dieron las mujeres, que no sólo optan por sentarse en una barra y pedir tragos espirituosos, sino que además quieren estar atrás y ser las autoras de esos cócteles.

María Alejandra Pirlo, directora de la Facultad del Cocktail, y una de las primeras bartender del país, asegura que en los últimos dos años el incremento de estudiantes fue del 30 por ciento y que de ese porcentaje, dos tercios son mujeres.

“Me empezó a llamar la atención la cantidad de mujeres que se acercaron a la coctelería. Incluso entre las mamás del colegio de mis hijos. Acabo de chatear con una que me dijo que quiere hacer un curso con tres amigas”, reveló.

De hecho, cuando Pirlo empezó a estudiar en 1995 era la única mujer del curso.

“Era horrible. Pusiera lo que me pusiera, llamaba la atención. Me sentaba atrás de todo y, una vez, un compañero del que terminé siendo amiga me sugirió: ‘Por qué en lugar querer ser bartender no hacés un curso para lavar platos. Las barras no son para las mujeres’. Hoy le recuerdo esa frase”, confiesa entre risas.

Pirlo cita dos cifras elocuentes de los últimos 12 años: “En 2005 las mujeres que concursábamos y estábamos en el mundo de la coctelería éramos 12. En 2010 superábamos las 100”.

Yamila Yaque, quien a sus 29 años lleva 12 en el mundo de la coctelería, coincide con Pirlo en los motivos que impulsaron su auge y el protagonismo que tienen las mujeres.

“Hay un cambio cultural importante. Antes, cuando una mujer iba a un bar y tomaba un whisky o se sentaba en una barra, quedaba mal. Ahora, en cambio, no sólo no queda mal sino que además es interesante”, dice la bartender, que empezó en esto porque le gusta “beber bien”.

Para Yamila, la retroalimentación es un factor importante en el aumento del consumo de las mujeres y la elección de ser bartender.

“Cuando las mujeres van viendo que otras piden tragos, y cuando ven a otras detrás de la barra, se terminan contagiando”, grafica la bartender.

Más allá de las elecciones, de los contagios y de lo s cambios culturales, hoy la tendencia en los bares y boliches porteños pasa por contratar a mujeres.

Las bartender son mucho más buscadas que sus colegas varones y los motivos van mucho más allá del glamour que puede aportar a la barra.

“La búsqueda de mujeres en la coctelería excede el tema del glamour y tiene que ver con el carácter, por la empatía y por cómo sabe manejar ciertas situaciones”, recalca Pirlo.

Hace una década, la coctelería era un rubro dominado por hombres y hoy no sólo hay más mujeres atrás de la barra, sino que además ya son jurados de concursos internacionales.

“En mi época la mujer estaba más para servir que para prepara el trago. Desde hace dos años esto está cambiando notoriamente”, enfatiza.

El carácter diferente, la picardía y también la paciencia que al hombre le falta son características que hacen que los bares salgan a buscar mujeres para manejar la barra.

“De la misma manera que no podés negar que la mujer aporta elegancia, es innegable que genera un show diferente”, dice Pirlo.

En ese sentido, Yaque remarca que “no hay que olvidarse que la barra es un escenario en cuyo centro la mujer quiere estar haciendo gala de sus movimientos o flair, tal como se los conoce en la jerga de la coctelería.

Las cocinas fusión, la gastronomía y sus distintas ferias, los eventos que organizan las vinerías y los programas de televisión (sobre todos los reality) fueron clave en el auge de la coctelería.

“La gastronomía no deja de ser un arte, una moda. Sigue sus tendencias, que van cambiando. Y de su mano cambió la concepción de lo que hoy entendemos como la coctelería”, reflexiona Yaque, quien hace 12 años dejó la carrera de cocina por la barra para poder conectarse con la gente.

Telam


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