Escraches a Kunkel y Vaca Narvaja

Acusaron a productores ruralistas

Los legisladores que votaron a favor de las retenciones móviles en la Cámara de Diputados volvieron a ser objeto de escraches. Las víctimas fueron a los diputados kirchneristas Carlos Kunkel, José María Díaz Bancalari, y la familia política de la diputada Patricia Vaca Narvaja.

La diputada kirchnerista acusó a productores ruralistas de la zona de Roberts, donde vive su familia, y advirtió que «si estuviéramos en otra época irían directamente a tocarnos la puerta», en presunta alusión a la desaparición de personas durante la pasada dictadura.

Vaca Narvaja, defensora del proyecto oficial a favor de las retenciones móviles a la producción agropecuaria, estimó que ese episodio, así como otros «escraches» sufridos por otros legisladores, como Carlos Kunkel, «se empiezan a sumar y a uno le preocupa porque tenía la sensación de que hace mucho tiempo este tipo de descalificación o campañas intimidatorias habían pasado».

La legisladora, en diálogo con radio Continental, responsabilizó de esos hechos a «los dirigentes» del campo que «generan con sus discursos estos climas que permiten la situación de descalificarnos» a los legisladores que votaron las retenciones, con epítetos como «obediencia debida, mano de yeso o obsecuentes».

 

Víctimas de los Moreno

 

El matrimonio agredido por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y su pareja, Marta Cascales, en un restaurante del barrio porteño de Montserrat, acusó ayer al funcionario de «patotero» y «golpista», y aseguró que concurrirá al acto convocado por los ruralistas, para apoyar al campo.

Fátima White, la mujer que recibió una trompada de parte de Cascales, se manifestó sorprendida por el incidente: «Le pregunté a mi marido quién era (Moreno), porque salvo Cristina y Néstor Kirchner, el resto, todos, tienen bigote, son todos iguales, me los confundo, no los conozco. Yo salí pacíficamente a fumar un cigarrillo». La mujer relató que, mientras fumaba, «se me acerca la señora de Moreno y me pregunta si estoy a favor del campo. 'Sí', le digo, '¿por qué?', y ella me dice 'entonces te pego'. 'Y bueno, pegame', le respondo, y me pegó una piña. Es la primera vez que me pegan en mi vida». El incidente tuvo lugar el sábado a la noche en el restaurante vasco Laurak-Bat. (DyN)


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